El Observador (Cádiz-Sevilla)
El Observador fue una publicación periódica española que se editó en Cádiz y Sevilla entre 1916 y 1934.
El Observador | ||
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Tipo | Semanario | |
País | España | |
Sede | Cádiz, Sevilla | |
Fundación | Agosto de 1916 | |
Fin de publicación | Junio de 1934 | |
Ideología política |
Integrismo, tradicionalismo | |
Idioma | español | |
Historia
editarEn 1899 se había publicado en Cádiz un periódico integrista con el mismo nombre, dirigido por Manuel Sánchez Asensio.[1][2]
La cabecera reaparecería en 1916 como un semanario —subtitulado Semanario Tradicionalista. Defensor de los intereses regionales de Sevilla, Cádiz, Córdoba y Huelva—,[3] ahora también enfocado hacia las provincias de Huelva y Sevilla. Nacido en agosto de 1916,[4] fue una publicación de carácter católico e integrista.[5] Estuvo dirigido por el farmacéutico Lucio Bascuñana García, jefe regional integrista.[6] Hubo una etapa en que apoyó algunas propuestas de los sectores regionalistas andaluces.[7] El Observador seguiría publicándose regularmente hasta diciembre de 1929.[4]
En 1931 volvió a publicarse el semanario,[n. 1] aunque ahora fuese editado en la capital hispalense y fungiera como órgano de expresión del líder carlista andaluz Manuel Fal Conde.[9] Su primer número salió el 21 de junio de 1931.[10] En Sevilla tuvo sus talleres en el número 45 de la calle Albarada,[3] y se publicaba con una frecuencia semanal, saliendo a la calle los domingos. Francisco López Meneses pasaría a ser el director-propietario de la publicación,[4] aunque en la práctica Fal Conde fuera el propietario real.[11] Tras la reunificación del carlismo, ejerció como portavoz de la Comunión Tradicionalista en Sevilla.[12] Fal Conde lo convirtió en un eficaz portavoz de sus planteamientos políticos, además de ejercer como instrumento de la propaganda carlista.[13][10] Si bien El Observador aspiró a ser un semanario de carácter regional, con una edición conjunta en Sevilla y Cádiz, el intento no llegaría a tener éxito.[9] Siguió publicándose por lo menos hasta junio de 1934.[4]
Durante su segunda etapa, además de Fal Conde y López Meneses, también colaboraron M. Castell Romero, Guillermo Poole, Fernando Adrade o Félix Martín.[14]
Notas
editarReferencias
editar- ↑ Romero Domínguez, 2009, p. 175.
- ↑ Rabaté, 1997, p. 170.
- ↑ a b Comellas, 1991, p. 73.
- ↑ a b c d Ferrer Benimeli, 1989, p. 385.
- ↑ Lomas Salmonte y et al., 2005, p. 833.
- ↑ Checa Godoy, 1991, p. 217.
- ↑ Lomas Salmonte y et al., 2005, p. 763.
- ↑ Checa Godoy, 1989, p. 340.
- ↑ a b Reig García, 2011, p. 124.
- ↑ a b Álvarez Rey, 1993, p. 134.
- ↑ Checa Godoy, 1989, p. 20.
- ↑ Checa Godoy, 1989, p. 203.
- ↑ Barreiro Gordillo, 2003, p. 79.
- ↑ Ferrer Benimeli, 1989, p. 386.
Bibliografía
editar- Álvarez Rey, Leandro (1993). La derecha en la II República: Sevilla, 1931-1936. Universidad de Sevilla.
- Barreiro Gordillo, Cristina (2003). El carlismo y su red de prensa en la Segunda República. Actas.
- Checa Godoy, Antonio (1989). Prensa y partidos políticos durante la II República. Universidad de Salamanca. ISBN 9788474815214.
- Checa Godoy, Antonio (1991). Historia de la prensa andaluza. Fundación Blas Infante.
- Comellas, José Luis (1991). Estudios de historia moderna y contemporánea: homenaje a Federico Suárez Verdeguer. Madrid: Rialp.
- Ferrer Benimeli, José Antonio (1989). Masonería, política y sociedad I. Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española.
- Lomas Salmonte, Francisco Javier; et al. (2005). Historia de Cádiz. Madrid: Sílex. ISBN 84-7737-154-7.
- Rabaté, Jean Claude (1997). 1900 en Salamanca. Guerra y paz en la Salamanca del joven Unamuno. Universidad de Salamanca. ISBN 84-7481-851-6.
- Reig García, Ramón (2011). La comunicación en Andalucía: Historia, estructura y nuevas tecnologías. Sevilla: Centro de Estudios Andaluces. ISBN 978-84-939078-0-8.
- Romero Domínguez, Lorena R. (2009). La buena prensa: prensa católica en Andalucía durante la Restauración. Centro de Estudios Andaluces. ISBN 9788493754815.