Diamantes de Bristol

geodas de cuarzo cristalino que eran abundantes en la garganta del Avon

Los popularmente conocidos como diamantes de Bristol (nombre original en inglés: Bristol diamonds) son cristales de cuarzo que se encuentran generalmente en forma de geoda en las formaciones geológicas rocosas de conglomerados dolomíticos presentes en la garganta del Avon en Bristol, Inglaterra. Su origen se remonta a procesos geológicos del período Triásico, de hace entre 250 y 200 millones de años.

Diamantes de Bristol

Un ejemplo de diamantes de Bristol
General
Categoría Mineral
Fórmula química Silicato (óxido de silicio(IV), SiO2)
Propiedades físicas
Color Incoloro, blanco, púrpura, amarillo, rosa
Lustre Vítreo
Transparencia Transparente o ligeramente opaco
Sistema cristalino Hexagonal
Hábito cristalino Prisma de 6 caras que termina en una pirámide de 6 caras (típica); drusa; de grano fino a microcristalino.
Dureza 7
Densidad 2,65
Solubilidad Insoluble en condiciones de laboratorio; 1 ppmmass a 400 °C y 500 lb/in2 hasta 2600 ppmmass a 500 °C y 1500 lb/in2
Referencias
[1][2][3][4]

Se convirtieron en recuerdos populares para los visitantes del balneario de Hotwells (Bristol) durante los siglos XVIII y XIX. El periodista John Evelyn y la escritora de viajes Celia Fiennes incluyeron en sus escritos descripciones de este mineral. En la cultura popular llegaron a ser un sinónimo de algo brillante pero sin valor.

Origen

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El conglomerado dolomítico se formó durante el período Triásico (hace aproximadamente entre 250 y 200 millones de años) en la graganta del río Avon (que limita con la ciudad de Bristol), como resultado de la mezcla de arcillas con los desprendimientos de roca procedentes de los taludes de los acantilados de calizas carboníferas del desfiladero.[5]​ Las geodas que contienen los diamantes de Bristol se encuentran frecuentemente en este conglomerado, en las áreas de Bridge Valley Road, Leigh Woods, Sea Mills y St Vincent's Rocks.[6][7][8]​ Las geodas se formaron a partir de cuarzo, ya sea megacuarzo o cuarzo fibroso; y los propios diamantes son el resultado de la disolución de nódulos de anhidrita, que al dejar espacios vacíos, permitieron que pudieran crecer cristales de sílice en su interior.[9][10]

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En el estudio topográfico de Gran Bretaña e Irlanda realizado por William Camden (publicado en 1586), los diamantes se describen así:

El lado este que da al río lleva el nombre de roca de San Vicente, y está tan lleno de diamantes que un hombre puede llenar sacos enteros o fanegas de ellos. No se ha restringido su búsqueda debido a que son muy abundantes. En colores brillantes y transparentes coinciden con los diamantes indios, si no los sobrepasan; y solo en dureza son inferiores a ellos, pero en el hecho de que la propia naturaleza los ha dotado con lados lisos de seis o cuatro ángulos, los creo, por lo tanto, dignos de ser objeto de mayor admiración. La otra roca también en el lado occidental está igualmente llena de diamantes, que por la maravillosa habilidad y obra de la naturaleza están encerrados como embriones dentro de las entrañas de pedernales huecos y rojizos, porque aquí la tierra es de color rojo.[10][11]

En 1654, el cronista John Evelyn recaló en Bristol y, como muchos otros visitantes, fue a buscar diamantes, comentado que: "Lo que me resultó más estupendo fue la roca de San Vicente, cuyo precipicio es igual a cualquier cosa de esa naturaleza que haya visto en las cataratas más impresionantes de los Alpes. Aquí fuimos en busca de diamantes de Bristol y a los Hotwells a sus pies".[12]​ La viajera inglesa de finales del siglo XVII, Celia Fiennes, los describió así:

Este lugar se encuentra justo al lado de St Vincents Rocks y hay grandes acantilados que parecen los límites del río Avon, cuyo cauce fue excavado en esas rocas. Allí se extraen diamantes de Bristol, que lucen muy brillantes y chispeantes, y que en su rudeza nativa tienen un gran brillo y son puntiagudos y están cortados como diamantes. Tenía una pieza tal como salió de la piedra, con la roca en la parte posterior, y me apareció como un grupo de diamantes pulidos y cortados irregularmente.[13]

La sala central del Goldney Grotto, un elemento ornamentado de los jardines del siglo XVIII en Goldney House, Clifton, contiene columnas cubiertas con estos cristales.[6]​ A menudo se hacía referencia a los diamantes como "ejemplos de brillo inútil y engañoso".[14]Thomas Carlyle, en una carta fechada en 1828, los utilizó en un símil despreciando la última obra del poeta Thomas Moore, por ser "resplandeciente con pan de oro y diamantes de Bristol, y por dentro estar hecha de simple arcilla de alfarero".[15]

Los diamantes de Bristol se hicieron populares como recuerdo de viaje entre los visitantes del balneario de Hotwells a principios del siglo XIX,[16]​ y también se utilizaron para joyería,[10]​ aunque Benjamin Silliman, un viajero estadounidense de principios del siglo XIX, los consideró demasiado caros.[17]​ Fueron descritos por Chilcott, en La nueva guía de Chilcott para Bristol, Clifton y los Hotwells (1826) como a veces "extremadamente claros y brillantes, y de naturaleza tan dura que cortan vidrio... a veces teñidos de amarillo, a veces de violeta".[18]​ Se exhibieron muestras de diamantes de Bristol como parte de la sección de geología de Bristol en la Gran Exposición de Londres de 1851.[19]

Bristol Diamonds era el título de una popular farsa en un acto del dramaturgo del siglo XIX John Oxenford, estrenada en el St James's Theatre de Londres en 1862, y descrita por el Daily News como una "farsa capital, con una buena trama y un diálogo muy divertido".[20]​ La novelista romántica del siglo XIX Emma Marshall publicó "Diamantes de Bristol: o Hotwells en el año 1773", cuya trama se centraba en un broche hecho de diamantes de Bristol.[21]

La extracción manual y las canteras existentes en los siglos XVIII y XIX en la garganta del Avon han agotado el suministro de diamantes de Bristol que alguna vez estuvo disponible, aunque todavía se siguen descubriendo algunos ocasionalmente.[10]​ Se pueden ver algunos ejemplares en el Museo de Geología de la Universidad de Brístol[22]​ y en el Museo de la Ciudad de Bristol.[16]

Véase también

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Referencias

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  1. «Quartz». RRUFF Project database. Mineral Data Publishing. 2001. Consultado el 16 de marzo de 2010. 
  2. Ralph, Jolyon; Chau, Ida (2010). «Quartz». The Mineral and Locality Database. mindat.org. Consultado el 16 de marzo de 2010. 
  3. Barthelmy, David (2009). «Quartz Mineral Data». Mineralogy Database. David Barthelmy. Consultado el 16 de marzo de 2010. 
  4. Hurlbut, Cornelius S.; Klein, Cornelis (1985). Manual of Mineralogy (20 edición). ISBN 0-471-80580-7. 
  5. «Bristol Diamonds». Mineralogical Society. Archivado desde el original el 27 de mayo de 2016. Consultado el 14 de marzo de 2010. 
  6. a b Savage, Robert J. G. (Spring 1989). «Natural History of the Goldney Garden Grotto, Clifton, Bristol». Garden History (Reading, England: The Garden History Society) 17 (1): 9, 16. ISSN 0307-1243. JSTOR 1586914. doi:10.2307/1586914. 
  7. «Bristol Diamonds.». Brewer, E. Cobham. Dictionary of Phrase & Fable. Bartelby.com. Consultado el 14 de marzo de 2010. 
  8. Taylor, Robert (1858). Taylor's illustrated guide to the banks of the Wye. London: T. W. Gratton. pp. 9. «bristol diamonds.» 
  9. Tucker, Maurice E. (November 1976). «Quartz replaced anhydrite nodules ('Bristol Diamonds') from the Triassic of the Bristol District». Geological Magazine (Cambridge: Cambridge University Press) 113 (6): 569-574. Bibcode:1976GeoM..113..569T. S2CID 129302720. doi:10.1017/S0016756800041327. 
  10. a b c d «The multi-faceted crystals known as Bristol Diamonds». News from the University. University of Bristol. 5 de julio de 2002. Consultado el 15 de marzo de 2010. 
  11. Camden, William (1586). «Somerset». Britannia. Birmingham: The Philological Museum, University of Birmingham. Consultado el 15 de marzo de 2010. 
  12. Hutton, Stanley (1907). Bristol and its famous associations. Bristol: J. W. Arrowsmith. 
  13. Fiennes, Celia. «1698 Tour: Shrewsbury to Bristol». Through England on a Side Saddle in the Time of William and Mary. Vision of Britain. Consultado el 15 de marzo de 2010. 
  14. Davenport, Arnold (1 de enero de 1949). «IX The Elizabethan Period: Poetry and Prose: I. The Later Tudor Period». The Year's Work in English Studies XXX (1): 138. doi:10.1093/ywes/XXX.1.136. 
  15. Carlyle, Thomas (9 de diciembre de 1828). «To Johann Peter Eckermann». The Carlyle Letters Online (Duke University) 4. doi:10.1215/lt-18281209-TC-JPE-01. Archivado desde el original el 21 de julio de 2011. Consultado el 15 de marzo de 2010. 
  16. a b «Bristol 1807 - a sense of place». Local history and heritage. Bristol City Council. Consultado el 14 de marzo de 2010. 
  17. Silliman, Benjamin (1812). A journal of travels in England, Holland, and Scotland, and of two passages over the Atlantic in the years 1805 and 1806 II. Boston: Howe and DeForest, Increase Cook and Co. p. 32. 
  18. Chilcott, John (1826). Chilcott's new guide to Bristol, Clifton and the Hotwells. Bristol: J. Chilcott. pp. 196. «bristol diamonds.» 
  19. Ellis, Robert (1851). Official descriptive and illustrated catalogue 1. London: Commissioners for the Exhibition of 1851. p. 124. 
  20. Staff writer (13 de agosto de 1862). «Drama: St James's». Daily News, archived at Gale News (London). Consultado el 16 de marzo de 2010. 
  21. Marshall, E. P. Dutton (1901). Emma Marshall: A Biographical Sketch. E.P. Dutton. 
  22. «Bristol Diamonds». Department of Earth Sciences' Geology Museum. University of Bristol. Consultado el 15 de marzo de 2010. 

Enlaces externos

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