Desextinción molecular

La desextinción molecular[1]​​ es un campo de investigación emergente que se centra en emplear moléculas de organismos extintos para utilizarlas en el tratamiento de enfermedades actuales, especialmente en el desarrollo de nuevos antibióticos. Este concepto fue introducido[2]​ por el Machine Biology Group de la Universidad de Pensilvania, liderado por el profesor César de la Fuente, quien busca crear terapias antimicrobianas innovadoras con el apoyo de técnicas avanzadas de inteligencia artificial.

Desextinción molecular: la neandertalina

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La primera investigación​[3]​ en el campo de la desextinción molecular se enfocó en la búsqueda de proteínas antimicrobianas en organismos extintos[4]​​, particularmente en los neandertales y los denisovanos. El estudio fue publicado en la revista Cell Host & Microbe, donde el equipo desarrolló un algoritmo de machine learning llamado panCleave. Este algoritmo analizaba fragmentos de proteínas de organismos extintos y modernos, sirviendo estos últimos como controles, y seleccionaba secuencias con potencial actividad antimicrobiana. Después de este proceso, los fragmentos seleccionados fueron evaluados mediante filtros de aprendizaje automático y revisión experta para predecir su eficacia. A través de este proceso se identificaron moléculas antibacterianas. La primera encontrada era una proteína neandertal, que denominaron, Neandertalina.

Desextinción molecular: la Mammutusina

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En un segundo estudio​, publicado en Nature Biomedical Engineering, el equipo de investigación aplicó un modelo de deep learning más potente, llamado APEX, para analizar el extintoma[5]​​, es decir, el proteoma de todos los organismos extintos registrados por la ciencia hasta el momento. Este modelo identificó fragmentos con potencial antimicrobiano en proteínas de varias especies, como mamuts lanudos, pingüinos antiguos, perezosos gigantes y alces gigantes. Los compuestos más prometedores fueron sintetizados y evaluados en experimentos in vitro y en modelos preclínicos con ratones. Entre los hallazgos destacados se encuentra la Mammutusina[6]​, un potencial antibiótico derivado de proteínas del mamut lanudo.

Referencias

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