Cuestión española (Naciones Unidas)

Se conoce como Cuestión Española al conjunto de circunstancias geopolíticas y diplomáticas que marcaron la relación entre España y las Naciones Unidas entre 1945 y 1955, centradas en el hecho de que la ONU le negó el ingreso al país en la organización debido a la simpatía que el régimen de Franco tuvo hacia las Potencias del Eje, derrotadas tras la Segunda Guerra Mundial.

Caricatura del dibujante estadounidense John F. Knott (1945) en el que aparece un atemorizado Franco, portando la esvástica, se ve amenazado por su colaboración con las Potencias del Eje, como las declaraciones a favor de la victoria de la Alemania nazi o el envío de la División Azul al frente ruso.

La cuestión Española desapareció cuando España ingresó oficialmente en la ONU el 14 de diciembre de 1955[1]​, lo que fue posible gracias al «deshielo» que se produjo en las relaciones entre los dos bloques tras la muerte de Stalin en 1953, ya que «se abrió paso la idea de una ampliación de la ONU, para admitir a aquellos países que figuraron en el bando perdedor de la Guerra Mundial o fueron neutrales, y que ahora estaban alineados junto a una u otra superpotencia», que era el caso de España. Así el 8 de diciembre de 1955 la Asamblea General de la ONU admitió a dieciocho nuevos miembros, entre ellos España, junto con Italia, Portugal, Hungría, Rumania, Bulgaria, Albania, Austria y otros diez países más.[2]​ No hubo ningún voto en contra y solo dos abstenciones, México y Bélgica.[3]​ Era el final del aislamiento del franquismo.[4]

Antecedentes

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El General Franco junto al dirigente nazi y comandante de las SS Heinrich Himmler, durante su visita a Madrid (1940).
 
Territorios y colonias de la España franquista en esos años:

Cuando se inició la Segunda Guerra Mundial el 1° de septiembre de 1939, el régimen franquista proclamó que España se mantendría neutral debido a la mala situación económica del país tras la Guerra Civil Española. Pero las victorias alemanas sobre Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia en junio de 1940 y la entrada en la guerra de Italia del lado de Alemania (el día 10), cambiaron la situación. De esta forma, el 13 de junio de 1940, cuando los alemanes estaban a punto de entrar en París, Francisco Franco abandonaba la "estricta neutralidad" y se declaraba "no beligerante", que era el estatus que tenía Italia antes de entrar en la guerra. Al día siguiente las tropas españolas ocuparon la Zona Internacional de Tánger, que quedó incorporada de hecho al Marruecos español.

En noviembre de 1942 tropas británicas y estadounidenses desembarcaron en el norte de África para expulsar al Afrika Korps alemán y a las tropas italianas. Para Franco era el fin de sus aspiraciones de conquista y un posible riesgo de invasión por parte de los aliados dado su alineamiento con Alemania e Italia. No sería sino hasta la caída de Mussolini en julio de 1943 tras el desembarco aliado en Sicilia, cuando el general Franco volvió a la "estricta neutralidad", ordenando en noviembre la retirada del Frente Oriental de la División Azul.

Debido a la simpatía del franquismo con las potencias del eje, los vencedores de la guerra excluyeron a España del reordenamiento internacional de postguerra.[5]

Origen de la cuestión

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La cuestión española surgió en la Conferencia de San Francisco. Durante dicha conferencia, por iniciativa de las delegaciones de Australia y México, se adoptó una moción que, sin mencionar explícitamente a España, hacía referencia a ella con estos términos:

A propósito del párrafo 2 del capítulo III, la delegación de México considera que este párrafo no podrá aplicarse a Estados cuyos regímenes fueron establecidos con la ayuda de fuerzas militares de países que han luchado contra las Naciones Unidas, mientras que estos regímenes permanezcan en el poder.[6]

España no estuvo presente en la conferencia. Sin embargo, prominentes líderes republicanos españoles sí estuvieron en la conferencia, ejerciendo una influencia notoria sobre varias delegaciones, extendida hacia las condiciones de ingreso en las Naciones Unidas.[5][6]

En la conferencia de Potsdam, la cuestión sobre cómo proceder con la España de postguerra fue una de las primeras en ser tratada. En esta, Stalin encontró el apoyo de los líderes estadounidense y británico considerando a la España franquista como aliada de las Potencias del eje, amparado por el hecho de que ese régimen había enviado a la División Azul (combatiendo a favor de las fuerzas armadas alemanas) a la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial.[6]

En dicha conferencia, las tres potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial (Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética) hicieron pública una declaración al respecto:

Los tres gobiernos, sin embargo, se sienten obligados a declarar que, por su parte, no apoyarán ninguna solicitud de ingreso (en la ONU) del presente Gobierno español, el cual, habiendo sido establecido con el apoyo de las potencias del eje, no posee, en razón de sus orígenes, su naturaleza, su historial y su asociación estrecha con los países agresores, las cualidades necesarias para justificar ese ingreso.

La resolución 39

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Resolución 39 de la Asamblea General de las Naciones Unidas
Asunto Relaciones de los miembros de las Naciones Unidas con España
Fecha 12 de diciembre de 1946
Sesión núm. 1
Texto en español A/RES/39(I)
Votación A favor: 34
En contra: 6
Abstenciones: 13
Ausentes: 1

En la ONU, el tema de España fue uno de los primeros en ser tratado por la organización, por iniciativa de la delegación de Polonia.[7]​ Entre mayo y junio de 1946, el Consejo de Seguridad de la ONU hizo un estudio sobre la situación política en España, llegando a las siguientes conclusiones:

Convencida de que el régimen franquista fue impuesto al pueblo español por la fuerza con la ayuda de las potencias del Eje (a las cuales ayudó durante la guerra) y que no representaba al pueblo español, haciendo imposible la participación en asuntos internacionales del pueblo español con las Naciones Unidas,[8]​ el 12 de diciembre de 1946 la Asamblea General adoptó la Resolución 39, mediante la cual se excluía al gobierno español de organismos internacionales y conferencias establecidas por las Naciones Unidas. Además, la resolución recomendó al Consejo de Seguridad tomar las medidas necesarias si en un "tiempo razonable" no se establecía un nuevo Gobierno cuya autoridad emanara del consentimiento de los gobernados. Así mismo, la resolución recomendó la retirada inmediata de los embajadores y ministros plenipotenciarios acreditados ante el gobierno de España. La resolución fue aprobada con 34 votos a favor, 6 votos en contra, 13 abstenciones y una ausencia.[6]

Al día siguiente de la aprobación de la resolución, el régimen franquista respondió con una gran manifestación en la Plaza de Oriente reivindicando el orgullo nacional frente a la hostilidad extranjera y apelando a la autosuficiencia del pueblo español.[9]​ Estas sanciones no lograron debilitar al régimen, que en política interior reaccionó con una campaña propagandística que logró fortalecer a Franco a base de agitar el fantasma de las "injerencias del exterior". Tampoco internacionalmente surtieron grandes efectos, más allá de constituir un símbolo del ostracismo internacional de la dictadura. Algunos países (como Argentina) no acataron la recomendación de retirar a sus embajadores, mientras que muchos otros sencillamente dejaron a cargo de sus legaciones a encargados de negocios. Además, la dictadura franquista capeó el temporal mediante las llamadas políticas de sustitución, tendiendo puentes con repúblicas hispanoamericanas y países árabes a la espera de que los países occidentales, impulsados por la Guerra Fría, rectificaran su actitud hacia España.[10]

Votación

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A favor

Australia, Bélgica, Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Checoslovaquia, Chile, China, Dinamarca, Estados Unidos, Etiopía, Filipinas, Francia, Guatemala, Haití, India, Irán, Islandia, Liberia, Luxemburgo, México, Nicaragua, Noruega, Nueva Zelanda, Panamá, Paraguay, Polonia, Reino Unido, Suecia, Ucrania, Unión Soviética, Uruguay, Venezuela, Yugoslavia.

En contra

Argentina, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Perú, República Dominicana.

Abstenciones

Afganistán, Arabia Saudita, Canadá, Colombia, Cuba, Egipto, Grecia, Honduras, Líbano, Países Bajos, Siria, Sudáfrica, Turquía.

Ausentes

Irak.[11]

La resolución 386

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Resolución 386 de la Asamblea General de las Naciones Unidas
Asunto Relaciones de los Estados miembros y de los organismos especializados con España
Fecha 4 de noviembre de 1950
Sesión núm. 5
Texto en español A/RES/386(V)
Votación A favor: 38
En contra: 10
Abstenciones: 12
Ausentes: 0
Resultado Aprobada

Sin embargo, la Guerra Fría hizo que el gobierno de Estados Unidos cambiara su actitud para con el régimen franquista, al considerar que España, debido a su situación geográfica y su gobierno anticomunista, sería útil para los objetivos del llamado mundo libre pregonados por el Bloque Occidental. El 3 de septiembre de 1949 barcos de guerra estadounidenses hacían escala en la base naval del Ferrol.[12]​ En estas condiciones, España iba ganando simpatías entre varios países miembros de la ONU.[5][6][9][10]​ En enero de 1950, el periódico estadounidense The New York Times publicó una carta del secretario de estado Dean Acheson en la que admite que la resolución 39 ha sido un fracaso, mencionando que el gobierno estadounidense estaba en disposición de apoyar una resolución que terminara con ambos aspectos. Sin embargo, se seguía condenando al régimen franquista argumentando que la política llevada a cabo ha sido errónea, pero no en la condena moral de la dictadura de Franco, lo que explica que Estados Unidos haya excluido a España del Plan Marshall y que no haya sido invitado a unirse a la OTAN.[9]

El 4 de noviembre de 1950, la Asamblea General adoptó la resolución 386, mediante la cual se revocaba la recomendación de retiro de embajadores y ministros acreditados ante el gobierno español al mismo tiempo que se revocaba la recomendación que impedía a España ser miembro de los organismos internacionales establecidos por las Naciones Unidas o vinculados por éstas. La resolución fue aprobada con 38 votos a favor, 10 en contra, 12 abstenciones y ninguna ausencia.[6]

Votación

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A favor

Afganistán, Arabia Saudita, Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Egipto, El Salvador, Estados Unidos, Filipinas, Grecia, Haití, Honduras, Irak, Irán, Islandia, Líbano, Liberia, Luxemburgo, Nicaragua, Países Bajos, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Siria, Sudáfrica, Tailandia, Turquía, Venezuela, Yemen.

En contra

Bielorrusia, Checoslovaquia, Guatemala, Israel, México, Polonia, Ucrania, Unión Soviética, Uruguay, Yugoslavia.

Abstenciones

Australia, Birmania, Cuba, Dinamarca, Etiopía, Francia, Reino Unido, India, Indonesia, Noruega, Nueva Zelanda, Suecia.

Ausentes

Ninguno.[13]

El fin de la cuestión

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Dicha resolución abrió el camino para la incorporación de España al sistema de las Naciones Unidas, iniciada en 1951 con la incorporación a organismos adscritos como la UPU, la UIT, la FAO y la OMS,[5][10]​ y completada con el ingreso de España a la ONU en 1955.

Véase también

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Referencias

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  1. España y Naciones Unidas Ministerio de Asuntos Exteriores de España
  2. La admisión en bloque en la ONU y el ingreso de España Centro de Estudios Políticos y Constitucionales
  3. Gil Pecharromán, 2008, pp. 113-114.
  4. Moradiellos, 2000, p. 100.
  5. a b c d Fernández, Antonio; Pereira, Juan Carlos (1995). «La percepción española de la ONU (1945-1962)». Cuadernos de Historia Contemporánea (Madrid: Universidad Complutense) (17): 121-146. ISSN 0214-400X. Consultado el 11 de abril de 2017. 
  6. a b c d e f Lleonart y Amsélem, Alberto. «España y la ONU: la "cuestión española" (1945-1950)». Archivado desde el original el 29 de junio de 2019. Consultado el 11 de abril de 2017. 
  7. a b Tash, Dale Raymond (1951). «Investigation of the Spanish question before the United Nations» (en inglés). Universidad de Montana. Consultado el 12 de abril de 2017. 
  8. a b «Resolución 39(I) de la Asamblea General de la ONU sobre la cuestión española». Fundación Acción Pro Derechos Humanos. Consultado el 11 de abril de 2017. 
  9. a b c Alarcón, Julio Martín (17 de octubre de 2014). «El repudio internacional, el fin del aislamiento y el ingreso en la ONU». El Mundo - Aventura de la Historia. Madrid: Unidad Editorial Información General. Consultado el 12 de abril de 2017. 
  10. a b c Sánchez, Irene (21 de enero de 2016). «La esperanza frustrada. El exilio republicano ante la cuestión española en Naciones Unidas». Temps i espais de memòria. Barcelona: Generalitat de Catalunya. Consultado el 12 de abril de 2017. 
  11. «A/RES/39(I)». Nueva York: Organización de las Naciones Unidas. 12 de diciembre de 1946. Consultado el 11 de abril de 2017. 
  12. Amsélem, Alberto J. Lleonart y (1985). España y ONU: 1947-1949 , estudio introductivo y Corpus documental. Editorial CSIC - CSIC Press. ISBN 978-84-00-06069-5. Consultado el 22 de diciembre de 2022. 
  13. «A/RES/386(V)». Nueva York: Organización de las Naciones Unidas. 4 de noviembre de 1950. Archivado desde el original el 25 de agosto de 2017. Consultado el 11 de abril de 2017. 

Bibliografía

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