La columna románica se caracteriza por tener una base de tipo ática. El fuste es cilíndrico y no tiene acanaladuras verticales como en la arquitectura clásica, siendo liso o, en el caso más complejo, lleva sogueados o decoración geométrica (zigzag) o vegetal. El capitel suele ser estar esculpido con motivos figurativos, vegetales o geométricos. Tiene collarino y ábaco. Tienen como función sostener o sujetar, por ejemplo, una bóveda de cañón

Pórtico de la iglesia de San Martín, en Segovia (España)

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