Caramillo (instrumento)

Se denomina caramillo (también caramilla o caramela) a un conjunto de flautas más o menos afines, hechas de caña, madera o hueso, con sonido muy agudo y lengüeta simple.[1]​ Tradicionalmente el caramillo ha estado ligado al entorno pastoril, y se le considera el antecesor del clarinete. Durante la Edad Media fue un instrumento popular entre bufones y juglares, junto con otros instrumentos tales como violas, rabeles, mandoras, laúdes, fídulas y flautas.[2]​ Ocasionalmente el término puede referirse a instrumentos de doble lengüeta y de sección cónica como los de la familia del oboe. En América caramillo puede aludir también instrumentos como la flauta de pan o a las flautas traveseras hechas de caña que e evolucionaron a partir del pífano.[3]

Existen varios tipos de caramillo:[4]

  • Caramillo campestre o pastoril: que tiene como origen a la flauta griega, siendo corto y con pocos agujeros;
  • Caramillo de lengüeta: afín al aulos griego y al launeddas sardo;
  • Chalemie-Bombarde: algo ahuecado por el extremo inferior y con afinidad con la dulzaina;
  • Caramillo italiano: afinado en si bemol;
  • Caramillo ordinario: el instrumento clásico con boquilla y seis agujeros, usado por los pastores desde tiempos antiguos. Su extensión no alcanzaba a dos octavas. De este instrumento nació el flageolet moderno;
  • Caramillo ruso (ragiok): es un oboe rústico de seis agujeros, cinco delante y uno atrás;
  • Caramillo tirolés: usado en algunas zonas de Tirol, es una caña hueca con seis agujeros y una llave. Este instrumento es el precursor del oboe y del clarinete bajo.

Véase también

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Referencias

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