Canon bíblico

texto religioso aceptado por cristianos y judíos
(Redirigido desde «Canon de la Biblia»)

Se denomina canon bíblico a la lista de libros que son aceptados por la Iglesia y otras confesiones cristianas como texto sagrado de inspiración divina. Actualmente la Iglesia católica reconoce 73 libros como parte de la Sagrada Escritura: comprende 46 escritos para el Antiguo Testamento, y 27 para el Nuevo Testamento. Por su parte, las iglesias protestantes reconocen 66 libros como parte de la Sagrada Escritura: 39 para el Antiguo Testamento, y 27 para el Nuevo Testamento.

Edición impresa de una antigua Biblia cristiana.

La palabra española canon proviene del Griego κανών kanōn, que significa "regla" o "vara de medir". El uso de la palabra "canon" para referirse a un conjunto de escrituras religiosas fue utilizado por primera vez por David Ruhnken, en el siglo XVIII. [1]

Diversos cánones bíblicos se han desarrollado a través del debate y el acuerdo por parte de las autoridades religiosas de sus respectivas creencias y denominaciones. Algunos libros, como los Evangelios judeocristianos, han sido excluidos de varios cánones, pero muchos libros discutidos son considerados apócrifos bíblicos o deuterocanónicos por muchos, mientras que algunas denominaciones pueden considerarlos totalmente canónicos. Existen diferencias entre la Biblia hebrea y los cánones bíblicos cristianos, aunque la mayoría de los manuscritos tienen algo en común.

Los distintos grupos religiosos incluyen libros diferentes en sus cánones bíblicos, en distintos órdenes, y a veces dividen o combinan libros. El Tanaj judío (a veces llamado Biblia hebrea) contiene 24 libros divididos en tres partes: los cinco libros de la Torá ("enseñanza"); los ocho libros de los Nevi'im ("profetas"); y los once libros de los Ketuvim ("escritos"). Está compuesta principalmente en hebreo bíblico, con partes en arameo. La Septuaginta (en griego koiné), que se parece mucho a la Biblia hebrea pero incluye textos adicionales, se utiliza como Antiguo Testamento griego cristiano, al menos en algunos litúrgicos cristianos. La primera parte de las Biblias cristianas es el Antiguo Testamento, que contiene, como mínimo, los 24 libros de la Biblia hebrea, pero divididos en 39 (protestante) o 46 (católica) libros (incluidas las obras deuterocanónicas) y ordenados de forma diferente. La segunda parte es el Nuevo Testamento, que contiene casi siempre 27 libros: los cuatro evangelios canónicos, Hechos de los Apóstoles, 21 Epístolas o cartas y el Libro del Apocalipsis. La Iglesia católica y las iglesias cristianas orientales sostienen que ciertos libros y pasajes deuterocanónicos forman parte del canon del Antiguo Testamento. Las iglesias Ortodoxia bizantina, Iglesias ortodoxas orientales y la Iglesia Asiria de Oriente pueden tener diferencias en sus listas de libros aceptados.

Algunos grupos cristianos tienen otros libros canónicos que se consideran escrituras sagradas pero no forman parte de la Biblia.

Etimología

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La palabra canon deriva del nombre griego κανών «kanon», que significa «caña» o «vara», o también «norma» o «medida», que a su vez se deriva de la palabra hebrea קנה «kaneh» que se utiliza a menudo como un estándar de medición o también para medir cosas en buen estado.[cita requerida] Por extensión pasó a significar «la norma recta» o correcta y la lista de los documentos o conceptos que conforman dicha norma.[2]

Canon del Nuevo Testamento

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La escritura y difusión de los libros del Nuevo Testamento sucedió en el transcurso de varias décadas. Durante el primer siglo de cristianismo los textos son tan escasos que a duras penas permiten dilucidar la mera existencia de una tradición escrita.[3]​ Si bien los Padres Apostólicos del siglo I citan frecuentemente el Antiguo Testamento, en lo que respecta a Jesucristo abundan reminiscencias poco precisas,[4]​ con gran dificultad para distinguir si provienen de un evangelio escrito o de una tradición oral,[5]​ e incluso atribuyendo hechos y frases a Cristo que no quedaron registrados en la Biblia.[6]​ El canon fluctuó durante siglos, en diversas regiones, aceptando o rechazando obras como el Apocalipsis, Clemente, Hermas o Bernabé,[7]​ y quedó establecido entrado el siglo IV.[8]

El Apocalipsis fue excluido del canon del obispo Cirilo, doctor de la Iglesia, y no se consideró sagrado en la Iglesia de Jerusalén. No se incluyó en el Concilio de Laodicea, ni lo aceptó Gregorio Nacianceno, uno de los padres de la Iglesia. Tampoco se encuentra en la traducción siriaca Peshitta, de finales del siglo III; y en las copias conservadas del siglo V en adelante se excluyen también las epístolas II de Pedro, II y III de Juan, y la de Judas.[9]

Desarrollo temprano

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El primer testimonio de una colección de libros cristianos ha llegado a nuestros días en persona de Marción de Sinope, un teólogo dualista que en julio de 144 expuso sus doctrinas ante los presbíteros de Roma, lo cual le valió la excomunión. Marción era radicalmente anti-judío: rechazó la totalidad del Antiguo Testamento y reescribió once de los libros que hoy conforman el Nuevo Testamento para propagar su doctrina. Este compendio de once libros junto al rechazo de todos los demás constituye el primer esbozo de un canon bíblico. En contraposición a Marción, varios autores eclesiásticos elaboraron sus propias listas de libros admitidos, a las que se puede agregar por interés histórico la lista de libros que integran los códices más antiguos.

A partir del año 367 se multiplican los testimonios coincidentes con el Canon Bíblico actual: tanto en el decreto del papa Dámaso I (382), como el concilio de Hipona (393), los sínodos de Cartago (397 y 419),[16]​ y la traducción Vulgata al latín (382-405) sellan el canon de la Biblia durante más de mil años.[17]

Durante el renacimiento algunos autores como Erasmo de Róterdam (†1536) pusieron en duda la autoría paulina de la Epístola a los Hebreos sin dudar de su contenido. En 1522 Martín Lutero consideró que cuatro libros, Hebreos, Santiago, Judas y Apocalipsis habían de calificarse como Antilegómena, por lo tanto, se incluyen en la última sección de su edición de la Biblia.[18]​ A partir de entonces algunas biblias luteranas llegaron al punto de describirlos como Apócrifa o simplemente removerlos. Estas disputas contra la Tradición llevaron a que el Concilio de Trento definiera el Canon como uno de los dogmas de la Iglesia Católica.[19]

Libros aceptados por distintas fuentes cristianas
Libro Marción Códice Vaticano Códice Sinaítico Códice Alejandrino Orígenes Eusebio Atanasio Lutero
Mateo Si Si Si Si Si Si Si
Marcos Si Si Si Si Si Si Si
Lucas Si Si Si Si Si Si Si Si
Juan Si Si Si Si Si Si Si
Hechos Si Si Si Si Si Si Si
Romanos Si Si Si Si Si Si Si Si
1 Cor Si Si Si Si Si Si Si Si
2 Cor Si Si Si Si Si Si Si Si
Gálatas Si Si Si Si Si Si Si Si
Efesios Si Si Si Si Si Si Si Si
Filipenses Si Si Si Si Si Si Si Si
Colosenses Si Si Si Si Si Si Si Si
1 Tes Si Si Si Si Si Si Si Si
2 Tes Si Si Si Si Si Si Si Si
1 Timoteo Si Si Si Si Si Si
2 Timoteo Si Si Si Si Si Si
Tito Si Si Si Si Si Si
Filemón Si Si Si Si Si Si Si
Hebreos Si Si Si Si Si Si Antileg.
Santiago Si Si Si Antileg. Si Antileg.
1 Pedro Si Si Si Si Si Si Si
2 Pedro Si Si Si Anti Si Si
1 Juan Si Si Si Si Si Si Si
2 Juan Si Si Si Antileg. Si Si
3 Juan Si Si Si Antileg. Si Si
Judas Si Si Si Si Antileg. Si Antileg.
Apocalipsis Si Si Si Antileg. Si Antileg.
1 Clemente Si
2 Clemente Si
Evangelio

de Santiago

Si
Didaché Espurio
Bernabé Si Espurio
El Pastor Si Si Espurio

Tablas del Nuevo Testamento

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Desarrollo en la Iglesia católica

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Fue en el Concilio de Roma del año 382, cuando la Iglesia católica junto al papa san Dámaso I instituyeron el Canon Bíblico con la lista del Nuevo Testamento similar al de san Atanasio y los libros del Antiguo Testamento de la Versión de los LXX. Esta versión fue traducida del griego al latín por san Jerónimo (la Vulgata) por encargo de la Iglesia. Posteriormente los Concilios regionales III de Hipona del 393, III de Cártago del 397 y IV de Cártago del 419, en los cuales participó san Agustín, aprobaron definitivamente dicho canon. En el año 405 esta lista fue enviada por Inocencio al obispo Exuperio de Tolosa (en la Galia, hoy Francia), donde aparece el canon bíblico con los 73 libros ya existentes.

El concilio de Trento fijó el canon de la Iglesia católica declarándolo dogma.[25]

Canon del Antiguo Testamento

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El primer canon desarrollado de lo que se conoce como Antiguo Testamento(AT) es el Canon Alejandrino, comúnmente llamado Septuaginta o "Biblia de los Setenta" (Μετάφραση των Εβδομήκοντα), y generalmente abreviada simplemente LXX, que fue traducida de textos hebreos y arameos más antiguos que las posteriores series de ediciones que siglos más tarde fueron asentadas en la forma actual del texto hebreo-arameo del Tanaj o comúnmente llamada "Biblia hebrea". Para su formación, la mayoría de los escritos sagrados judíos debieron ser vertidos de sus originales hebreos y arameos al griego. Su traducción inició en el siglo III a. C. (c. 280 a. C.), y concluyó hacia finales del siglo II a. C. La Septuaginta fue el texto utilizado por las comunidades judías de todo el mundo antiguo más allá de Judea, y luego por la iglesia cristiana primitiva, de habla y cultura griega.[26]​ Junto con el Tanaj, constituye la base y la fuente del Antiguo Testamento de la gran mayoría de las Biblias cristianas. De hecho, la partición, la clasificación, el orden y los nombres de los libros del Antiguo Testamento de las Biblias cristianas no viene del Tanaj, sino que proviene de los códices judíos y cristianos de la Septuaginta.

Existe una hipótesis que sostiene que hacia el año 70 d. C., un grupo de fariseos que habían escapado del asedio de Jerusalén, se reunieron en Yamnia, y fundaron una escuela; hacia 95, llegaron a un consenso sobre la lista (o canon) de los libros hebreos que habrían de ser parte del Tanaj judío, quedando establecido así el llamado Canon Palestinense para la mayoría de los judíos de habla y cultura hebrea, a principios del II. Sin embargo, tal hipótesis ha sido rechazada casi totalmente por la comunidad de historiadores debido a falta de pruebas. El Canon Palestinense significó el rechazo de una serie de textos que grupos de maestros judíos de habla griega habían incluido en el Canon Alejandrino en los Siglos siglo  y siglo I a. C. El Canon Alejandrino sigue siendo utilizado por la escuela rabínica de Alejandría. Por una tradición histórica que data del siglo siglo , se llama protocanónicos a todos los escritos comúnmente admitidos en el Tanaj hebreo, así como en la Biblia griega de los LXX, y deuterocanónicos a todos los escritos presentes en la Biblia griega de los LXX, pero no en el Tanaj. La voz “deuterocanónico” significa “del segundo canon”, en contraposición a la voz “protocanónico”, que significa “del primer canon”.

Cuando en el año 382 se forma el Canon que más tarde sería conocido como "la Biblia" por obra del Papa Dámaso I, para la formación del Antiguo Testamento se usa casi la totalidad de la Septuaginta, pero excluyendo algunos libros por consejo de San Jerónimo, entre los cuales están los Libros III y IV de los Macabeos, el Libro III y IV de Esdras, el Libro de Enoc, el Libro de los Jubileos y el Libro II, III y IV de Baruc.[27]​ Este es el canon que rige hasta hoy en día en la Iglesia católica.

En el año 457 ocurre el llamado "Cisma Alejandrino" que da origen a la Iglesia Copta. Con el ánimo de diferenciarse de la Iglesia católica, se forma el Canon Copto que si bien acepta el Nuevo Testamento definido por los católicos, adopta el Canon Alejandrino como Antiguo Testamento, incorporando los libros objetados por San Jerónimo. Esto fundamentado en la primigenia tradición cristiana que utilizaba la Septuaginta como el conjunto de los escritos inspirados por Dios para el pueblo de Israel.

El Canon del Antiguo Testamento protestante fue estipulado por Martín Lutero en el siglo XVI. Aunque en un primer momento Lutero pensó en excluir también algunos libros del Nuevo Testamento, finalmente optó solo por aplicar el Canon Palestiniense a la traducción latina de la biblia, excluyendo así un total de 7 libros del Antiguo testamento. Así el Antiguo Testamento protestante quedó en gran parte, idéntico al de la Biblia hebrea o Tanaj. Las diferencias entre la Biblia hebrea y el Antiguo Testamento protestante son pequeñas, y tienen que ver tan solo con la disposición y el número de libros. Por ejemplo, mientras la Biblia hebrea considera el libro de Reyes como un texto único, el Antiguo Testamento protestante lo divide en dos libros. De forma similar, Esdras y Nehemías se consideran un solo libro en la Biblia hebrea. Las diferencias entre la Biblia hebrea y otras versiones del Antiguo Testamento como el Pentateuco Samaritano, los cánones sírio o griego son mayores. La mayoría de estos cánones incluyen libros e incluso secciones de libros que los otros no poseen.

Otro conjunto de libros, escritos en gran parte durante el periodo intertestamentario, son llamados el deuterocanon ("segundo canon") por los católicos, el deuterocanon o anagignoskomena ("dignos de lectura") por las Iglesias Ortodoxas Orientales, y los apócrifos bíblicos ("cosas ocultas") por los protestantes. Se trata de obras reconocidas por las Iglesias católica, ortodoxa oriental y ortodoxa oriental como parte de las Escrituras (y, por tanto, deuterocanónicas en lugar de apócrifas), pero los protestantes no las reconocen como de inspiración divina. Algunas Biblias protestantes -especialmente la Biblia inglesa King James y la Biblia luterana- incluyen una sección de "Apócrifos".

Muchas denominaciones reconocen los libros deuterocanónicos como buenos, pero no al nivel de los demás libros de la Biblia. El anglicanismo considera que los apócrifos son dignos de ser "leídos como ejemplo de vida", pero no de ser utilizados "para establecer doctrina alguna". [28]​ El Lutero hizo una declaración paralela al llamarlos "no considerados iguales a las Sagradas Escrituras, pero [... ] útiles y buenas para leer"[29]

Tabla de diferencias:

Canon del Antiguo Testamento
Tradición Occidental Tradición Ortodoxa Tradición Oriental Judaísmo
Libros Protestante Católica Ortodoxa

Griega

Ortodoxa Georgiana Apostólica

Armenia

Ortodoxa Copta Ortodoxa Etíope Biblia

Rabínica

Pentateuco Torá
Génesis                        

Bereshit

Éxodo                        

Shemot

Levitico                        
Números                        
Deuteronomio                        

Devarim

Historia Nevi'im
Josué                        

Yehoshua

Jueces                        

Shofetim

Rut                        

Rut (parte del Ketuvim)

1 y 2 Samuel                        

Shemuel

1 y 2 Reyes                        

Melakhim

1 y 2 Crónicas                        

Divrei Hayamim (parte del Ketuvim)

Oración de Manasés   No   No (Parte de Odes) (Parte de Odes)   (?)       No
Ezra

(1 Ezra)

     

1 Esdras

  

Esdras B'

  

1 Ezra

  

1 Ezra

        

Ezra–Nehemías (parte del Ketuvim)

Nehemías

(2 Ezra)

     

2 Esdras

  

Esdras Γ' o

Nehemías

  

Nehemías

        
1 Esdras

(3 Ezra)

  No   No

3 Esdras

  

Esdras A'

  

2 Ezra

  

2 Ezra

  No   

Ezra Kali

  No
2 Esdras 3–14

(4 Ezra o Apocalipsis de Esdras)

  No   No

4 Esdras

  No   

3 Ezra

  

3 Ezra

  No   

Ezra Sutu'el

  No
2 Esdras 1–2; 15–16

(5 y 6 Ezra o Apocalipsis de Esdras)

  No   No(parte de 4 Esdras)   No(Manuscritos)   No   No   No   No   No
Ester                        

Ester (parte del Ketuvim)

Adiciones a Ester   No                     No
Tobit   No                     No
Judit   No                     No
1 Macabeos   No                  No   No
2 Macabeos   No                  No   No
3 Macabeos   No   No            No   No   No
4 Macabeos   No   No   No(apéndice)      No(Tradición Temprana)   No   No   No
Jubileos   No   No   No   No   No   No      No
Enoc   No   No   No   No   No   No      No
1 Macabeos Etíopes   No   No   No   No   No   No      No
2 y 3 Macabeos Etíopes   No   No   No   No   No   No      No
Pseudo-Josephus (Zëna Ayhud)   No   No   No   No   No   No   

(Canon amplio)

  No
Josephus Guerra Judía VI   No   No   No   No   No   No   No   No
Testamentos de los Doce Patriarcas   No   No   No(Manuscritos)   No   No(Manuscritos)   No   No   No
José y Asenat   No   No   No   No   No(Manuscritos)   No   No(Tradición Temprana)   No
Sabiduría Ketuvim
Libro de Job                        

Iyov

Salmos 1–150                        

Tehillim

Salmo 151   No   No(Manuscritos)                  No
Salmos 152–155   No   No   No   No   No   No   No   No
Salmos de Solomon   No   No   No   No   No   No   No   No
Proverbios                     

(En 2 libros)

  

Mishlei

Eclesiastés                        

Qohelet

Cantar de los Cantares         

Aisma Aismaton

  

Aisma Aismaton

           

Shir Hashirim

Sabiduría de Salomón   No                     No
Sirá (1–51)   No                     No
Oración de Solomon

(Sirá 52)

  No   No   No   No   No   No   No   No
Profetas mayores Nevi'im
Isaías                        

Yeshayahu

Asensión de Isaías   No   No   No   No   No   No   No(Tradición Temprana)   No
Jeremías                        

Yirmeyahu

Lamentaciones (1–5)                     

(parte de Säqoqawä Eremyas)

  

Eikhah (parte de Ketuvim)

Lamentaciones (6; 7:1–11,63)   No   No   No   No   No   No   

(parte de Säqoqawä Eremyas)

  No
Baruc   No                     No
Carta de Jeremías   No   

(capítulo 6 de Baruc)

              

(parte de Säqoqawä Eremyas)

  No
Apocalipsis

de Baruch (2 Baruc 1–77)

  No   No   No   No   No   No   No   No
Carta de Baruc

(2 Baruc 78–87)

  No   No   No   No   No   No   No   No
Apocalipsis de Baruc

(3 Baruc)

  No   No   No(Manuscritos)   No   No   No   No   No
4 Baruc   No   No   No   No   No   No   

(parte de Säqoqawä Eremyas)

  No
Ezequiel                        

Yekhezqel

Daniel                        

Daniyyel (parte de Ketuvim)

Adiciones a Daniel No                     No
Profetas Menores Trei Asar
Oseas                        
Joel                        
Amós                        
Abadías                        
Jonás                        
Miqueas                        
Nahúm                        
Habacuc                        
Sofonías                        
Ageo                        
Zacarías                        
Malaquías                        

Desarrollo del canon del Nuevo Testamento

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Entre las diversas denominaciones cristianas, el canon del Nuevo Testamento es una lista generalmente aceptada de 27 libros. Sin embargo, la forma en que se organizan esos libros puede variar de una tradición a otra. Por ejemplo, en las tradiciones eslava, ortodoxa etíope, siríaca y armenia, el Nuevo Testamento se ordena de manera diferente a lo que se considera el arreglo estándar. Las Biblias protestantes en Rusia y Etiopía generalmente siguen el orden ortodoxo local para el Nuevo Testamento. La Iglesia Ortodoxa Siria y la Iglesia Asiria de Oriente se adhieren a la tradición litúrgica Peshitta, que históricamente excluye cinco libros del Antilegomena del Nuevo Testamento: 2 Juan, 3 Juan, 2 Pedro, Judas y Apocalipsis. Sin embargo, esos libros están incluidos en ciertas Biblias de las tradiciones siríacas modernas.

Otras obras del Nuevo Testamento que generalmente se consideran apócrifas aparecen, sin embargo, en algunas Biblias y manuscritos. Por ejemplo, la Epístola a los Laodicenses se incluyó en numerosos manuscritos de la Vulgata latina, en las dieciocho Biblias alemanas antes de la traducción de Lutero. Asimismo, la Tercera Epístola a los Corintios [nota 6] fue considerada una vez como parte de la Biblia ortodoxa armenia, pero ya no se imprime en ediciones modernas. Dentro de la tradición siríaco ortodoxa, la Tercera Epístola a los Corintios también tiene una historia de importancia. Tanto Aphrahat como Ephraem de Siria lo tenían en alta estima y lo trataban como si fuera canónico. Sin embargo, fue excluido de la Peshitta y finalmente excluido del canon por completo.

La Didaché, El pastor de Hermas, y otros escritos atribuidos a los Padres Apostólicos, fueron considerados escritura sagrada por varios padres de la Iglesia primitiva. Todavía se les honra en algunas tradiciones, aunque ya no se consideran canónicos. Sin embargo, ciertos libros canónicos dentro de las tradiciones ortodoxas etíopes encuentran su origen en los escritos de los Padres Apostólicos, así como en las Órdenes de la Iglesia Antigua. Las iglesias ortodoxas de etíopes reconocen estos ocho libros adicionales del Nuevo Testamento en su canon más amplio. Son los siguientes: los cuatro libros de Sínodos, los dos libros del Pacto, Clemente etíope y Didascalia etíope.

Véase también

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  1. Edmon L. Gallagher and John D. Meade. The biblical canon lists from early Christianity: Texts and analysis. (Oxford: OUP, 2017), pp.xx-xxii.
  2. Edmon L. Gallagher and John D. Meade. The biblical canon lists from early Christianity: Texts and analysis. (Oxford: OUP, 2017), pp.xx-xxii.
  3. El crecimiento y desarrollo del canon bíblico armenio es complejo. Los libros extracanónicos del Nuevo Testamento aparecen en listas y recensiones históricas del canon que, o bien son distintas de esta tradición, o bien, cuando existen en otros lugares, nunca alcanzaron el mismo estatus. Algunos de estos libros no figuran en esta tabla. Entre ellos se encuentran la Oración de Eutalio, el Reposo de San Juan Evangelista, la Doctrina de Addai (algunas fuentes la sustituyen por los Hechos de Tadeo), una lectura del Evangelio de Santiago (algunas fuentes la sustituyen por el Apócrifo de Santiago), los II Cánones Apostólicos, las Palabras de Justo, Dionisio Aeropagita, los Hechos de Pedro (algunas fuentes lo sustituyen por la Predicación de Pedro), y un Poema de Ghazar. (Varias fuentes mencionan también añadidos canónicos armenios indefinidos a los Evangelios de Marcos y Juan; sin embargo, es posible que se refieran a los añadidos generales -Marcos 16:9-20 y Juan 7:53-8:11- analizados en otras partes de estas notas). Una posible excepción a la exclusividad canónica son los segundos cánones apostólicos, que comparten una fuente común -las Constituciones apostólicas- con ciertas partes del canon más amplio del Nuevo Testamento ortodoxo tewahedo. La correspondencia entre el rey Agbar y Jesucristo, que se encuentra en diversas formas -incluida la Doctrina de Addai y los Hechos de Tadeo-, a veces aparece por separado. Cabe destacar que la Oración de Eutalio y el Reposo de San Juan Evangelista aparecen en el apéndice de la Biblia armenia Zohrab de 1805. Sin embargo, algunos de los libros mencionados, aunque se encuentran en las listas del canon, nunca se ha descubierto que formen parte de ningún manuscrito bíblico armenio. Véase: Michael E. Stone, "Armenian Canon Lists I-the Council of Partaw (768 CE)". Harvard Theological Review 66.4 (1973): 479-486; Michael E. Stone, "Armenian Canon Lists II-The Stichometry of Anania of Shirak (c. 615-c. 690 CE.)". Harvard Theological Review 68.3-4 (1975): 253-260. Michael E. Stone, "Armenian Canon Lists III-The Lists of Mechitar of Ayrivankʿ (c. 1285 CE)". Harvard Theological Review 69.3-4 (1976): 289-300 Michael E. Stone, "Armenian Canon Lists IV-The List of Gregory of Tatʿew (14th Century)". Harvard Theological Review 72.3-4 (1979): 237-244; Michael E. Stone, "Armenian Canon Lists V-Anonymous Texts". Harvard Theological Review 83.2 (1990): 141-161; Michael E. Stone, "Armenian Canon Lists VI-Hebrew Names and Other Attestations". Harvard Theological Review 94.4 (2001): 477-491. Michael E. Stone, "Armenian Canon Lists VII: The Poetic List of Aṙak 'el of Siwnik '(d. 1409)". Harvard Theological Review 104.3 (2011): 367-379.
  4. a b c d e f La Peshitta excluye 2 Juan, 3 Juan, 2 Pedro, Judas y Apocalipsis, pero ciertas Biblias de las tradiciones siríacas modernas incluyen traducciones posteriores de esos libros. Todavía hoy, el leccionario oficial seguido por la Iglesia Ortodoxa Siríaca y la Iglesia Asiria de Oriente, presenta lecciones de sólo los veintidós libros de la Peshitta, versión a la que se apela para la resolución de cuestiones doctrinales.
  5. Aunque en general se considera no canónico, el Evangelio de Santiago obtuvo una temprana aceptación litúrgica entre algunas iglesias orientales y sigue siendo una fuente importante para muchas de las tradiciones de la cristiandad relacionadas con María (madre de Jesús).
  6. a b c d The Diatessaron, Tatian's gospel harmony, se convirtió en un texto estándar en algunas iglesias de habla siríaca hasta el siglo V, cuando dio paso a los cuatro evangelios separados que se encuentran en la Peshitta.
  7. a b c d Algunas partes de estos cuatro libros no se encuentran en las fuentes antiguas más fiables; en algunos casos, se cree que son añadidos posteriores y, por lo tanto, no han existido históricamente en todas las tradiciones bíblicas. Son las siguientes: Marcos 16:9-20, Juan 7:53-8:11, el Coma joánica, y partes de los Versión occidental de los Hechos. En diversos grados, se han esgrimido argumentos a favor de la autenticidad de estos pasajes -especialmente para el del Evangelio de Juan-.
  8. Skeireins, un comentario del Evangelio de Juan en lengua gótica, se incluyó en la Biblia de Wulfila. Hoy sólo existe en fragmentos.
  9. a b Los Hechos de Pablo y Tecla y la Tercera Epístola a los Corintios son partes de la narración mayor de los Hechos de Pablo, que forma parte de un catálogo estilométrico del canon neotestamentario que se encuentra en el Códice Claromontano, pero que sólo ha sobrevivido en fragmentos. Sin embargo, es posible que parte del contenido de estas secciones individuales se haya desarrollado por separado.
  10. La Tercera Epístola a los Corintios aparece siempre como correspondencia; incluye también una breve carta de los corintios a Pablo.
  11. La Epístola a los Laodicenses está presente en algunas traducciones y tradiciones occidentales no católicas romanas. Especialmente destacable es la inclusión de la epístola en la traducción inglesa de John Wycliffe y el uso que de ella hicieron los cuáqueros hasta el punto de producir una traducción y defender su canonicidad. (Poole's Annotations, on Col. 4:16). Sin embargo, la epístola es ampliamente rechazada por la inmensa mayoría de los protestantes.
  12. a b c d Estas cuatro obras fueron cuestionadas o "en contra" por Martín Lutero, y él cambió el orden de su Nuevo Testamento para reflejar esto, pero no las dejó fuera, ni lo ha hecho ningún organismo Luterano desde entonces. Las Biblias de Lutero alemanas tradicionales todavía se imprimen con el Nuevo Testamento en este orden "luterano" modificado. La gran mayoría de los protestantes aceptan estas cuatro obras como plenamente canónicas.
  13. El Apocalipsis de Pedro, aunque no figura en esta tabla, se menciona en el fragmento Muratoriano y forma parte de un catálogo estiquimétrico del canon del Nuevo Testamento que se encuentra en el Codex Claromontanus. También fue tenido en gran estima por Clemente de Alejandría.
  14. Otros escritos conocidos de los Padres Apostólicos que no figuran en esta tabla son los siguientes: las siete Epístolas de Ignacio, la Epístola de Policarpo, el Martirio de Policarpo, la Epístola a Diogneto, el fragmento de Cuadrato de Atenas, los fragmentos de Papías de Hierápolis, las Reliquias de los ancianos conservadas en Ireneo y el Credo de los Apóstoles.
  15. Aunque no figuran en esta tabla, las Constituciones Apostólicas fueron consideradas canónicas por algunos, entre ellos Alejo Aristeno, Juan de Salisbury y, en menor medida, Grigor Tat'evatsi. Incluso se clasifican como parte del canon del Nuevo Testamento dentro del propio cuerpo de las Constituciones. Además, son la fuente de gran parte del contenido del canon ortodoxo tewahedo más amplio.
  16. a b c d e Estos cinco escritos atribuidos a los Padres Apostólicos no se consideran canónicos en la actualidad en ninguna tradición bíblica, aunque son más apreciados por unos que por otros. No obstante, su temprana autoría y su inclusión en antiguos códices bíblicos, así como su aceptación en diversos grados por diversas autoridades primitivas, exigen que sean tratados como literatura fundacional para el cristianismo en su conjunto.
  17. a b El Clemente etíope y la Didascalia etíope son distintos y no deben confundirse con otros documentos eclesiásticos conocidos en Occidente con nombres similares.

Referencias

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  1. McDonald y Sanders , 2002, Introducción. -"Debemos tener claro, sin embargo, que el uso actual del término 'canon' para referirse a una colección de libros de las escrituras fue introducido por David Ruhnken en 1768 en su Historia critica oratorum graecorum para las listas de escrituras sagradas. Aunque es tentador pensar que tal uso tiene sus orígenes en la antigüedad en referencia a una colección cerrada de escrituras, tal no es el caso."
  2. Fatás Cabeza, p. 88.
  3. Metzger, p.7
  4. Metzger p. 40.
  5. Metzger, p.42
  6. Metzger p. 134 y 137.
  7. Fatás Cabeza, p. 89.
  8. Fatás Cabeza, p. 87.
  9. Fatás Cabeza, p. 90.
  10. Altaner p. 144.
  11. Fatás Cabeza, pp. 88-89.
  12. Kalin, 2002.
  13. Davis, Glenn (2010), The Development of the Canon of the New Testament, p. 1 .
  14. Metzger p.203-205
  15. Metzger p. 135-141
  16. Metzger 238
  17. Metzger 234-236
  18. Metzger p. 241-243
  19. Metzger p. 244-246
  20. «Books of the Bible». United States Conference of Catholic Bishops. Consultado el 29 de agosto de 2020. 
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  22. Burris, Catherine; van Rompay, Lucas (2002). «Thecla in Syriac Christianity: Preliminary Observations». Hugoye: Journal of Syriac Studies 5 (2): 225-236. doi:10.31826/9781463214104-012. Archivado desde el original el 1 de julio de 2016. Consultado el 21 de mayo de 2016. 
  23. Carter, Nancy A. (2000), The Acts of Thecla: A Pauline Tradition Linked to Women, Conflict and Community in the Christian Church, archivado desde el original el 13 de febrero de 2012 .
  24. Adrian Hastings, The Church in Africa, 1450-1950. Clarendon Press, 1995.
  25. DS 15001-1508
  26. KELLY, John Norman Davidson; Early Christian Doctrines; Pág. 53; Continuum; Londres, Inglaterra, 1958; ISBN 0-8264-5252-3.
  27. https://pt.m.wikipedia.org/wiki/IV_Baruque
  28. Los Treinta y Nueve Artículos fundacionales del anglicanismo, en Article VI, afirman que estos libros controvertidos no deben (ser) utilizados "para establecer ninguna doctrina", sino "leídos para ejemplo de vida." Aunque los apócrifos bíblicos se siguen utilizando en la Liturgia anglicana, ("Dos de los himnos utilizados en el oficio de oración matutina del American Prayer Book, el Benedictus es y el Benedicite, están tomados de los apócrifos. Una de las frases del ofertorio en la Santa Cena procede de un libro apócrifo (Tob. 4: 8-9). Las lecciones de los Apócrifos se leen regularmente en los servicios diarios, dominicales y especiales de la oración matutina y vespertina. Hay en total 111 lecciones de este tipo en el último Leccionario revisado del Libro de Oración Americano [Los libros utilizados son: II Esdras, Tobías, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, Tres Santos Niños y I Macabeos]". - Los Apócrifos, Puente de los Testamentos (enlace roto disponible en este archivo).), la tendencia moderna ha sido ni siquiera imprimir los Apócrifos del Antiguo Testamento en las ediciones de las Biblias de uso anglicano.
  29. Samuel Fallows, ed. (1910). id=rl3lcbLkHV0C&q=luther+%22son+útiles+y+buenas+para+leer%22&pg=PA521 La Enciclopedia Bíblica Popular y Crítica y Diccionario Escritural, Definiendo y Explicando Completamente Todos los Términos Religiosos, Incluyendo Temas Biográficos, Geográficos, Históricos, Arqueológicos y Doctrinales. The Howard-Severance company. p. 521. 

Bibliografía

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  • Fatás Cabeza, Guillermo: El fin del mundo. 2001. Marcial Pons Historia. ISBN 849537926
  • P. Flaviano Amatulli Valente MAP.: "Diálogo con los Protestantes". Navarrete. Apóstoles de la Palabra. 1983
  • Manuel de Tuya – José Salguero Introducción a la Biblia, Tomo I Biblioteca de Autores Cristianos Madrid, 1967
  • Bob Stanley. "El Canon de la Escritura" Jl 12, 1999