El cónclave de 1958 fue convocado luego de la muerte del papa Pío XII, ocurrida el 9 de octubre de 1958 en Castel Gandolfo, después de 19 años de pontificado. El cónclave para elegir a su sucesor comenzó el 25 de octubre y terminó tres días más tarde, el 28 de octubre, después de once votaciones. Los cardenales electores escogieron a Angelo Roncalli, patriarca de Venecia, como nuevo papa. Él aceptó la elección y eligió el nombre de Juan XXIII para su pontificado.

Cónclave de 1958





Elección Papal
Fecha de inicio 25 de octubre de 1958
Fecha de término 28 de octubre de 1958
Lugar de elección Capilla Sixtina
Ciudad del Vaticano
Escrutinios 11
Colegio cardenalicio
Cardenales electores 53
Cardenales presentes 51
Cardenales ausentes 2
Dignidades encargadas
Decano Eugène Tisserant
Vicedecano Clemente Micara
Protodiácono Nicola Canali
Sucesión papal
Papa fallecido Pio XII
Papa electo Juan XXIII
Angelo Giuseppe Roncalli

El cónclave y los papables

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El cónclave se llevó a cabo entre el 25 de octubre y el 28 de octubre, en la Capilla Sixtina del Vaticano. En ausencia del popular Giovanni Battista Montini (quién, en 1963 se convertiría en el papa Pablo VI, pero que aún no había sido proclamado cardenal para 1958), los papables fueron, el conservador Giuseppe Siri, arzobispo de Génova, y el liberal Giacomo Lercaro, arzobispo de Bolonia.[1][2]

Debido a que Pío XII había tenido solo dos consistorios durante su pontificado (el primero en 1946 y el último en 1953), el Colegio Cardenalicio tuvo, notablemente, pocos miembros. Según la constitución Postquam verus ille, establecida el 3 de diciembre de 1586 por Sixto V, el numerus clausus (la cantidad máxima), de cardenales era de setenta,[3]​ pero para 1958 había solo 53 cardenales, doce de los cuales habían sido proclamados por el papa Pío XI. Pero debido a las restricciones de viaje impuestas por sus gobiernos comunistas, los cardenales József Mindszenty y Aloysius Stepinac no pudieron viajar a Roma. Dado esto, participaron 51 electores, por lo que un potencial papa necesitaba solo de 35 votos.[4][5]

Además, quedó bastante claro, antes de la muerte del Papa Pío XII, que incluso las personas excomulgadas serían elegibles, no sólo para el Colegio Cardenalicio, sino también para este cónclave papal. Permitiendo la posibilidad de que herejes secretos, apóstatas y masones sean un Papa válidamente elegido, que no gobernaría lícitamente, pero sí gobernaría válidamente. Esto se debía a que alguien podría haber recibido la pena de excomunión latae sententiae debido a un gran delito secreto en el derecho canónico, por lo que una excomunión encubierta sería caótica para la Iglesia si eso implicaría que todos sus decretos y ordenaciones por sucesión apostólica fueran nulas y provocaran la anarquía en la Iglesia. Entonces, el hipotético Papa excomulgado tendría derechos jurídicos sobre la Iglesia universal en la tierra (teniendo autoridad en facultades disciplinarias, gubernamentales y de enseñanza magisterial), pero, a nivel místico, tal Papa estaría siendo separados del cuerpo místico de Cristo.[6][7]

"Ninguno de los Cardenales puede en modo alguno, ni con pretexto o razón de excomunión, suspensión o interdicto alguno, ni de cualquier otro impedimento eclesiástico, ser excluido de la elección activa y pasiva del Sumo Pontífice. Por la presente suspendemos dichas censuras únicamente para los fines de dicha elección; en otras ocasiones deben permanecer en vigor."
Papa Pío XII, Constitución Apostólica "Vacante Sede Apostolis" (8 de diciembre de 1945), §34

La elección

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Pío XII, hasta ese momento, había sido el papa con el pontificado más largo del siglo XX, puesto que el papa León XIII, a pesar de que murió a principios de siglo, su reinado comenzó en el siglo XIX y transcurrió en gran parte del mismo. Muchos interpretaron la selección de un cardenal de 77 años de edad, como la elección de un "Papa de transición", cuyo pontificado durara pocos años.[1][8][9]

A diferencia del cónclave de 1939, cuando Eugenio Pacelli era el gran favorito, o el de 1963, cuando Giovanni Battista Montini fue el favorecido, en el cónclave de 1958 había varios papables, pero ningún favorito. Los principales candidatos, además de Siri y Lercaro eran los cardenales: Valerio Valeri, Alfredo Ottaviani, Ernesto Ruffini y el patriarca de Cilicia, el armenio Gregorio Agagianian. Sin embargo el no ser italiano le jugaba en contra a Agagianian, y a Siri su corta edad le coartó el camino al trono pontificio.[1]

El cónclave comenzó en la tarde del 25 de octubre de 1958, y se extendió por tres días y once votaciones. La disputa fue muy reñida entre Roncalli y Agagianian. El propio Roncalli dijo más tarde: «En el cónclave, nuestros dos nombres iban arriba y abajo en las votaciones como garbanzos en agua hirviendo».[10]​ El ganador, inesperado, fue finalmente Angelo Roncalli, era el segundo patriarca de Venecia en ser elegido papa, el primero fue Pío X y el tercero sería Albino Luciani, que se convirtió en Juan Pablo I en 1978.

Roncalli aceptó la elección y escogió llamarse Juan XXIII.[11]​ Sus casi cinco años de pontificado estuvieron determinados por un acontecimiento decisivo: la convocatoria al Concilio Vaticano II.[12]

Véase también

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Referencias

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  1. a b c Santolaria, José-Apeles (1999). Historias de los Papas. Barcelona: Plaza & Janés Editores. p. 224. ISBN 978-84-015-4049-3. 
  2. Madrid-Malo, Mario (2005). Tú eres Pedro: el papado en la historia. Bogotá: Editorial San Pablo. ISBN 978-95-869-2727-7. 
  3. Santolaria, José-Apeles (2005). El Papa ha muerto, ¡viva el Papa!: cómo cambia el poder en el Vaticano. Barcelona: Áltera. p. 174. ISBN 978-84-897-7966-2. 
  4. Roncalli, Marco (2000). Juan XXIII. Madrid: Ediciones Palabra. p. 57. ISBN 978-84-823-9450-3. 
  5. Orlandis, José (1998). La Iglesia Católica en la segunda mitad del siglo XX. Madrid: Ediciones Palabra. pp. 19-21. ISBN 978-84-823-9286-8. 
  6. «White Smoke, Valid Pope». Catholic Answers. Consultado el 10 de septiembre de 2023. 
  7. «A Prescription Against "Traditionalism" - Part 3 by I. Shawn McElhinney». matt1618.freeyellow.com. Consultado el 10 de septiembre de 2023. 
  8. Franzen, August (1974). Papstgeschichte. Herder. p. 410. 
  9. Collins, Roger (2009). Los Guardianes de las Llaves del Cielo. Barcelona: Editorial Ariel. ISBN 978-84-344-8827-4. 
  10. Bedoya, Juan G (18 de abril de 2005). «Los dos grandes pontífices del Vaticano II y el misterio Luciani» (Impreso). El País. Consultado el 20 de enero de 2011. 
  11. Bendaña, Ricardo (2001). Ella es lo que nosotros somos y mucho más: síntesis histórica del catolicismo guatemalteco : II Parte, 1951-2001. Librerias Artemis Edinter. p. 28. ISBN 978-84-897-6689-1. 
  12. Fazio, Mariano (2009). De Benedicto XV a Benedicto XVI. Ediciones Rialp. pp. 95-96. ISBN 978-84-321-3733-4. 

Enlaces externos

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