Thescelosaurus

(Redirigido desde «Bugenasaura»)

Thescelosaurus (gr. "reptil maravilloso") es un género representado por cuatro especies de dinosaurios ornitópodos tescelosáuridos, que vivieron a finales del período Cretácico, aproximadamente entre 72 y 66 millones de años, desde el Campaniense al Maastrichtiense, en lo que hoy es Norteamérica. Fue uno de los últimos miembros de la fauna antes del evento de extinción del Cretacio-Terciario alrededor de 65.5 millones de años atrás. Su nombre genérico proviene del griego antiguo θεσκελο-/thescelo- que significa "bello", "maravilloso", o "espectacular" y σαυρος/saurus "lagarto")[2]​ La preservación y lo completo de muchos de sus especímenes indican que pudo haber preferido vivir cerca de corrientes de agua.

Thescelosaurus
Rango temporal: 72 Ma - 66 Ma
Cretácico Superior
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Superorden: Dinosauria
Orden: Ornithischia
Suborden: Neornithischia
Infraorden: Ornithopoda
Familia: Thescelosauridae
Subfamilia: Thescelosaurinae
Género: Thescelosaurus
Gilmore, 1913
Especie tipo
Thescelosaurus neglectus
Gilmore, 1913
Otras Especies
Sinonimia

Este ornitópodo bípedo se conoce por varios esqueletos parciales y los cráneos que indican que medían alrededor de 2,5 a 4 metros de largo. Tenía los miembros traseros robustos, las manos pequeñas y anchas, y una cabeza con un hocico muy alargado. Este género de dinosaurio es considerado como un ornitópodo basal especializado, un hipsilofodóntido herbívoro. Varias especies se han sugerido para este género, cuatro se reconocen actualmente como válidas, la especie tipo, Thescelosaurus neglectus, junto a Thescelosaurus edmontonensis, Thescelosaurus garbanii y Thescelosaurus assiniboiensis.

El género atrajo la atención de los medios en 2000, cuando un espécimen desenterrado en 1993 en Dakota del Sur fue interpretado como incluyendo a un corazón fósil. Hubo mucha discusión sobre si los restos eran realmente de dicho órgano. Muchos científicos ahora dudan la identificación del objeto y las implicaciones de tal identificación.

Descripción

editar

La anatomía esquelética general de este género está bien documentada, y sus restauraciones se han publicado en varios trabajos, incluyendo restauraciones esqueléticas.[3][4][5][1]​ y modelos.[6][4]​ El esqueleto se conoce bastante bien y se ha hecho una reconstrucción de los músculos de la cadera y el miembro posterior.[7]Thescelosaurus es conocido por varios esqueletos fósiles parciales y cráneos. El tamaño del animal se ha estimado entre los 2,5 a 4.metros de largo,[3]​ a partir de varios especímenes, y un peso de entre 200 a 300 kilogramos,[8][9]​ con el espécimen tipo grande de T. garbanii se estima en 4 a 4,5 metros de largo.[9]​ Pudo haber tenido dimorfismo sexual, con un sexo de mayor tamaño que el otro.[3]​ Los restos de juveniles se conocen de varias localizaciones, basadas sobre todo en dientes.[10][11]

 
Tamaño de dos especies de Thescelosaurus (derecha) en comparación con sus parientes Parksosaurus (centro) y Orodromeus (izquierda), así como un ser humano.

Thescelosaurus era un animal bípedo de constitución fuerte. Poseía patas traseras robustas, pequeñas y amplias "manos", un morro alargado y puntiagudo, y probablemente pequeñas placas armados a lo largo de la columna. Su pico puntiagudo y sus dientes frontales le hubieran permitido ingerir alguna material animal. Se han encontrado finas placas de hueso junto a sus costados y costillas, siendo su función desconocida hasta el momento. Thescelosaurus fue un robusto bípedo, probablemente herbívoro,[12]​ pero también podría ser omnívoro.[13]​ Debió alimentarse en los primeros cinco metros desde el suelo, seleccionado el alimento,[12]​ y almacenándolos en sus mejillas para poder luego masticarlos.[3]​ Tenía un prominente borde a lo largo de todo su maxilar El soporte óseo para las mejillas,[1]​ y un borde en ambos dentarios, el hueso con dientes en la mandíbula inferior.[14]​ Estos bordes[14]​ y la posición de los dientes profundamente internos a la superficie exterior del cráneo se interpreta como evidencia de mejillas musculares.[9]

Aparte del pico estrecho largo, el cráneo también tenía dientes en el premaxilar, o pico superior, un rasgo primitivo entre ornitópodos, y huesos similares a barras largos llamados palpebrales sobre los ojos, dándole unas pesadas cejas huesudas.[15]​ Los dientes eran de dos dos tipos, pequeños dientes puntiagudos al frente y dientes con forma de hojas en las mejillas.[6]​ Seis dientes pequeños estaban presentes en ambos premaxilares, con una sección desdentada en la extremidad del pico.[1]

 
Restauración de Thescelosaurus con plumas.

Tenía las manos cortas, amplias, con cinco dedos, pisaba con la punta de los cuatro dedos de cada pie terminados en una especie de casco formada por la última falange de cada dedo y una cola larga sostenida por la osificación de los tendones desde la sección media hasta al final de la misma, que habría reducido la flexibilidad de esta.[4]​ La jaula costal era amplia, dándole un lomo ancho, y los miembros eran robustos.[6]​ Este animal pudo haberse movido sobre sus cuatro miembros, dados que sus brazos eran lo bastante largos y sus manos anchas,[3]​ pero esta idea no se ha tenido en cuenta en la literatura científica, aunque aparece en trabajos de divulgación.[16][17]Charles M. Sternberg los reconstruyó con el brazo orientado casi perpendicular al cuerpo,[6]​ otra idea es que se extendía por el flanco. Como apuntó Peter Galton, el húmero de la mayoría de los ornitisquios articulaba con el hombro por una superficie articular que consistía en el extremo entero del hueso, en vez de una articulación esférica como en los mamíferos. La orientación del hombro de la superficie articular también indica una posición vertical y no horizontal del brazo en los dinosaurios.[18]Thescelosaurus era probablemente más lento que otros "hipsilofodóntidos", debido a su estructura más pesada y de la estructura de la pierna. Comparado con ellos, tenía miembros traseros inusuales, porque el la pierna era más larga que la espinilla, al contrario que en Hypsilophodon y animales corredores en general.[6]​ Un espécimen presenta una patología ósea, en el metatarso del pie derecho y se fundió en los otros, obstaculizando el movimiento rápido.[19]

 
Cabeza y brazos de Thescelosaurus.

Grandes placas mineralizadas planas finas se han encontrado a ambos ladod de las costillas .[20]​ Su función es desconocida, pudiendo haber desempeñado un papel en la respiración.[21]​ Sin embargo, no se han encontrado en las placas una cicatriz o marca como indicación de la inserción muscular, lo que apunta contra una función respiratoria. Un estudio histológico reciente de las placas acodadas de un probable subadulto indica que pudieron haber comenzado como cartílago y se convirtieron en hueso mientras que el animal envejecía.[22]​ Tales placas se conocen de varios otros ornitópodos y de sus parientes del clado Cerapoda.[23]

La naturaleza del integumento del género, ya sean escamas o algo por el estilo, es actualmente desconocido, aunque potencial evidencia existe, Charles Gilmore describió parches carbonizados cercanos al material de los hombros como posible epidermis, con una textura puntiforme pero sin un patrón regular,[4]​ y William J. Morris ha sugerido que una armadura estaba presente, bajo la forma de pequeños escudos por lo menos a lo largo del línea media del cuello de un espécimen.[9]​ Los escudos no se ha encontrado con otros especímenes articulados de Thescelosaurus, sugiriendo que los escudos de Morris podrían ser de origen cocodriliano.[23]​ En su documental de 2022, Dinosaurs: The Final Day , Sir David Attenborough informó que un espécimen de Thescelosaurus supuestamente murió el día de la extinción de K-Pg , cubierto de impresiones en la piel que incluían escamas alargadas sobre las piernas. Se citó a uno de los paleontólogos que lo excavaron especulando que tenían una función de camuflaje. En una entrevista de seguimiento, Paul Barrett ha señalado que esto significa que Thescelosaurus no estaba emplumado como se suponía para otros pequeños neornitisquios.[24]

Descubrimiento e investigación

editar
 
Reconstrucción deCharles Gilmore en 1915 de Thescelosaurus.

El holotipo de Thescelosaurus, USNM 7757, fue descubierto en 1891 por los paleontólogos John Bell Hatcher y William H. Utterback, provenientes de los sedimentos del Maastrichtiense durante el Cretácico Superior de la Formación Lance en los condados de Niobrara y Converse, Wyoming, Estados Unidos. El esqueleto, sin embargo, permaneció en sus cajas de envío por años hasta que Charles W. Gilmore del Museo Nacional de Historia Natural de la Institución Smithsoniana los preparó para su descripción en un corto trabajo en 1913, llamándolos T. neglectus, que significa "descuidado". Por ese tiempo fue relacionado con Camptosaurus.[25]​ Él mismo proporcionó una detallada monografía en 1915, describiendo el esqueleto bien preservado. El espécimen tipo fue encontrado en gran parte en una posición natural y articulado faltando solamente la cabeza y el cuello, debido a la erosión.[4]​ El nombre viene de la sorpresa de Gilmore en el sentido de encontrar tan buen espécimen que había sido desatendido durante tanto tiempo. Lo consideraba como una criatura ágil y rápida, y lo asignó a Hypsilophodontidae, una familia de pequeños dinosaurios bípedos.[4]

Otros restos de animales similares fueron encontrados a través de los a fines de siglo XIX y todo el XX, aunque no recibieron mucha atención. Otro esqueleto bien preservado pero levemente más viejo de la Formación Horseshoe Canyon, de Alberta, Canadá, fue nombrado T. warreni por William Parks en 1926.[26]​ Este esqueleto presenta grandes diferencias con T. neglectus, y llevó a Charles M. Sternberg a asignarle su propio género, Parksosaurus, en 1937.[27]​ Sternberg también nombró otra especie, T. edmontonensis, basado en un esqueleto articulado, esta vez incluyendo un cráneo parcial, NMC 8537, de estructura pesada y huesos gruesos, debido a estas diferencias de la estructura ligera regular de los "hipsilofodóntidos" atrajo la atención al género, sugiriendo que el género necesitaba subfamilia propia, a la que llamó Thescelosaurinae.[6]T. edmontonensis desde la revisión de Peter Galton en 1974 ha sido considerado un ejemplar más robusto, posiblemente de otro sexo del espécimen tipo[3]​ de T. neglectus.[12][28]​ Sin embargo, Boyd y colegas encontraron que no podría asignarlo tampoco a la especie válida de Thescelosaurus y el espécimen es visto hasta la fecha como un incertae sedis en el género.[1]​ otro punto de discusión con respecto a T. edmontonensis es el tobillo, que Galton creyó que estaba dañado y malinterpretado, pero que fue visto por William J. Morris en 1976 como verdaderamente diferente de T. neglectus.[9]

 
Thescelosaurus en el Museo de Historia Natural de Burpee en Rockford, Illinois.

En su trabajo, Morris describió un espécimen, SDSM 7210, que consiste en un cráneo parcial con los cantos pesados en la quijada inferior y la mejilla, dos vértebras parciales, y dos huesos de los dedos como una especie no identificada de Thescelosaurus, de finales del Maastrichtiano de la Formación Hell Creek del condado Harding, Dakota del Sur, EE. UU.. Prestó mucha atención a línea de dientes premaxilares profundamente insertados que interpretó como apoyo para la presencia de mejillas musculares. Morris también precisó que el premaxilar exterior tenía espacios abiertos que le habría dado espacio a un pico ancho y palpebrales grandes.[9]​ Este cráneo fue reconocido como un hipsilofodóntido sin nombre durante muchos años,[28]​ hasta que Galton lo erigiera como espécimen tipo de un nuevo género y especie Bugenasaura infernalis, “lagarto de grandes mejillas del infierno”, en referencia a la Formación Hell Creek.[29]​ Morris nombró a una nueva posible especie de Thescelosaurus para el espécimen, LACM 33542, como T. garbanii?, con un signo de interrogación porque era incierto que perteneciera al género. LACM 33542 estaba constituido de un miembro trasero parcial, un tercio más grande que los descritos para T. neglectus y Parksosaurus o casi dos veces más grande que el de Hypsilophodon que incluye un pie, tarso, tibia, fémur parcial, cerca de 5 vértebras cervicales y 11 dorsales, de la Formación Hell Creek del condado Garfield, Montana, EE. UU. El espécimen fue descubierto por el paleontólogo aficionado Harley Garbani de donde proviene su nombre. T. garbanii pudo haber medido cerca de 4,5 metros de largo, siendo más grande que el mayor de los T. neglectus. Aparte del tamaño, Morris prestó atención a la manera que el tobillo estaba construido, lo consideraba único excepto en la comparación con Thescelosaurus edmontonensis, por lo que lo asignó a una especie separada. Morris lo consideró similar a los tobillos de T. garbanii comparado con los de T. edmontonensis, tentativamente lo asignó a Thescelosaurus.[9]​ Sin embargo, la literatura científica ha favorecido la opinión de Galton sobre eso, T. edmontonensis no es diferente de T. neglectus. En el mismo trabajo de descripción de Bugenasaura, Galton demostró que la manera en que Morris había conectado a T. garbanii y T. edmontonensis fue el resultado del daño en el tobillo ocurrido posteriormente, por lo que T. garbanii podría ser considerado una forma distinta de Thescelosaurus. Para acomodar mejor esta especie, Galton sugirió que perteneció a su nuevo género Bugenasaura como B. garbanii, aunque también observara que podría pertenecer al paquicefalosáurido del mismo tamaño Stygimoloch, o bien ser parte de un tercer y desconocido dinosaurio.[29]

Clint Boyd y sus colegas publicaron una nueva revisión de Thescelosaurus, Bugenasaura y Parksosaurus en 2009, usando el nuevo material craneal como punto de partida. Encontraron que Parksosaurus era de hecho distinto de Thescelosaurus, y que el cráneo de Bugenasaura infernalis era esencialmente igual que un cráneo encontrado con un esqueleto postcranial que de Thescelosaurus. Debido a que B. infernalis no puede diferenciarse de Thescelosaurus, este queda degradado a sinónimo de Thescelosaurus, la especie es dudosa, y SDSM 7210 un ejemplar de T. sp. Encontraron que LACM 33542, aunque fragmentario es un ejemplar de Thescelosaurus, y apoyan al punto de vista de Morris en el que la estructura del tobillo es distinta, reintroduciendo T. garbanii. Finalmente notaron que otro espécimen, RSM P.1225.1, difiere de T. neglectus en algunos detalles anatómicos y podría representar una tercera especie. Por lo que Thescelosaurus por Boyd et al. (2009) es representado por lo menos dos, y posiblemente tres especies válidas: la especie tipo T. neglectus, T. garbanii y una posible especie sin nombrar.[1]​ En diciembre de 2011, RSM P.1225.1 fue finalmente asignado a una nueva especie, Thescelosaurus assiniboiensis. Esta fue nombrada por Caleb Marshal Brown, Clint A. Boyd y Anthony P. Russell que es conocida sólo a partir de su holotipo, un pequeño esqueleto casi completo y articulado procedente de la Formación Frenchman, a finales de la etapa del Maastrichtiense, de Saskatchewan.[30]

Clasificación

editar

Thescelosaurus es generalmente considerado junto a Hypsilophodon y otros pequeños ornitópodos como un hipsilofodóntido, aunque esté reconocido como distinto entre estos por su estructura robusta, miembros traseros inusuales, y, más recientemente, su cráneo inusualmente largo.[12][3][6][28]Peter Galton en 1974 presentado como una desviación al arreglo clásico, sugiriendo que debido a su estructura de los miembros traseros y a su estructura pesada, no adaptada para correr, o construido para correr, por su definición, se tuvo la idea de que fuera incluido en Iguanodontia. Esto no se ha seguido, con Morris discutiendo fuertemente con Galton y su esquema de clasificación.[9]​ De todos modos, el Iguanodontidae Galton no era un grupo natural debido a polifilia, y así que no sería reconocido en un análisis cladistico moderno. A Thescelosaurus a menudo se da informalmente su propia familia o subfamilia, Thescelosauridae o Thescelosaurinae.[11][31][32]​ Tres recientes estudios lo han encontrado cercano a Parksosaurus, juntos en un clado sin nombre, y uno de estos estudios (Norman et al., 2004) es difícil de entender ya que no contempla a Iguanodontia en su diagramas.[12][33][1]​ Esta área en el árbol de los dinosaurios es confusa debido a la falta de estudios. Mientras que Hypsilophodontidae fuera un grupo natural durante los años de la década de 1990s,[28][34]​ esta hipótesis ha caído en desgracia y Hypsilophodontidae se ha encontrado típicamente para ser una familia artificial en Iguanodontia (Parafilético), con varios pequeños clados de taxones estrechamente vinculadas.[12][33][35][1]​ Oddly, Thescelosaurus se ha visto como muy basal[34]​ o muy derivado entre los hipsilofodóntidos.[12]​ Un apartado específicamente referente a Thescelosaurus está en que no todos los restos asignados a T. neglectus pertenezcan necesariamente a este.[36]​ Clint Boyd y sus colegas encontraron que el clado Thescelosaurus incluye al género Bugenasaura y que las especies que le habían sido asignadas, eran por lo menos dos y posiblemente tres especies dentro de Thescelosaurus, y con varios especímenes asignaron previamente a T. neglectus no podían todavía ser asignado a una especie dentro del género.[1]

Aunque Hypsilophodontidae se interpretó como un grupo natural a principios de la década de 1990,[28][37]​ esta hipótesis ha caído en desgracia y se ha descubierto que Hypsilophodontidae es una familia no natural compuesta por una variedad de animales más o menos estrechamente relacionados con Iguanodontia, parafilético, con varios clados pequeños de taxones estrechamente relacionados.<[1][12][38][33][35]​  "Hypsilophodontidae" e "hipsilofodóntido" se entienden mejor como términos informales para un grado evolutivo, no como un verdadero clado. Thescelosaurus ha sido considerado como muy basal[34]​  y muy derivado[12]​ entre los hipsilofodóntidos. Un problema que potencialmente ha interferido con la clasificación de Thescelosaurus es que no todos los restos asignados a T. neglectus pertenecen necesariamente a él.[36]​ Clint Boyd y sus colegas encontraron que mientras que el clado Thescelosaurus incluía el género Bugenasaura y las especies que habían sido asignadas a ese género, había al menos dos y posiblemente tres especies dentro de Thescelosaurus y varios especímenes previamente asignados a T. neglectus podrían aún no se ha asignado a una especie dentro del género.[1]​  Parece estar estrechamente relacionado con Parksosaurus.[1][12][33][39][40]

La disolución de Hypsilophodontidae ha sido seguida por el reconocimiento de la familia distinta Thescelosauridae. Históricamente, esta área del árbol genealógico de los dinosaurios se ha complicado por la falta de investigación, pero los artículos de Clint Boyd y colegas[1]​  y Caleb Brown y colegas[39][40]​  se han ocupado específicamente de estos dinosaurios. Boyd et al. en 2009 y Brown et al. en 2011, encontraron "hipsilofodontes" norteamericanos de la edad del Cretácico clasificados en dos grupos relacionados, uno que consta de Orodromeus , Oryctodromeus y Zephyrosaurus , y el otro que consta de Parksosaurus y Thescelosaurus.[1][39]​ Brown et al. en 2013 recuperaron resultados similares, con la adición del nuevo género Albertadromeus al clado de Orodromeus y varias formas asiáticas de hocico largo, previamente descritas como Jeholosauridae,[38]​ al clado de Thescelosaurus. También definieron formalmente Thescelosauridae, Thescelosaurus neglectus , Orodromeus makelai , su ancestro común más reciente y todos sus descendientes, y los clados más pequeños Orodrominae y Thescelosaurinae.[40]

Filogenia

editar

Cladograma de Boyd et al. de 2009.El grupo consistente en Parksosaurus y Thescelosaurus se corresponde informalmente con Thescelosaurinae. Otros ornitópodos más allá de Tenontosaurus son omitidos. Dinosaurios descritos como hipsilofodóntidos se encuentran desde Agilisaurus o Hexinlusaurus hasta Hypsilophodon o Gasparinisaura.[1]​ .

unnamed

Scutellosaurus

unnamed

Lesothosaurus

unnamed

Heterodontosaurus

unnamed

Agilisaurus

unnamed

Hexinlusaurus

unnamed

Othnielosaurus

unnamed
unnamed
unnamed
unnamed

Oryctodromeus

unnamed

Orodromeus

Zephyrosaurus

unnamed

Parksosaurus

Thescelosaurus

unnamed

Hypsilophodon

unnamed

Gasparinisaura

unnamed

Tenontosaurus

Otros ornitópodos

El siguiente cladograma es el de Brown et al..[40]

Thescelosauridae
Orodrominae

TMP 2008.045.0002

Oryctodromeus

Albertadromeus

Orodromeus

Zephyrosaurus

Thescelosaurinae

Parksosaurus

Changchunsaurus

Haya

Jeholosaurus

Thescelosaurus assiniboiensis

Thescelosaurus neglectus

Paleobiología

editar

Alimentación

editar

Thescelosaurus habría ramoneado en el primer metro más o menos desde el suelo, alimentándose selectivamente,[12]​ con comida sostenida en la boca por las mejillas mientras masticaba.[3]​ Thescelosaurus probablemente era más lento que otros hipsilofodontes, debido a su constitución más pesada y estructura de piernas. Comparado con ellos, tenía miembros posteriores inusuales, porque la parte superior de la pierna era más larga que la espinilla , lo opuesto a Hypsilophodon y los animales que corren en general.[6]​ Se sabe que un espécimen tenía una patología ósea, con los huesos largos del pie derecho fusionados en la parte superior, lo que dificultaba el movimiento rápido.[19]​ Los exámenes de los dientes de Thescelosaurus y las comparaciones con el paquicefalosáurido contemporáneo Stegoceras sugieren que Thescelosaurus era un alimentador selectivo, mientras que Stegoceras era un alimentador más indiscriminado, lo que permitía que ambos animales compartieran el mismo entorno sin competir por la comida.[41]

"Corazón de piedra"

editar
 
El posible corazón de "Willo" (centro).

En 2000, un esqueleto del género informalmente apodado "Willo", hoy exhibido en el museo Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, fue descrito como incluyendo los restos de un corazón de cuatro cámaras y la aorta. Había sido desenterrado originalmente en 1993 en el noroeste de Dakota del Sur. Los autores habían encontrado en las imágenes internas vistas en detalle a través de tomografía computada. Sugirieron que el corazón se habría saponificado debido a la descomposición en condiciones privadas de aire durante el entierro, y entonces cambió a goethita, mineral del hierro, por el reemplazo del material original. Los autores interpretaron la estructura del corazón como indicación de un elevado metabolismo para Thescelosaurus, no como la esperada en un reptil de sangre fría.[20]

Se han discutido sus conclusiones, otros investigadores publicaron un papel donde afirman que el corazón es realmente una concreción. Como observan, la anatomía dada para el objeto es incorrecta, por ejemplo, la "aorta" se estrecha al entrar al "corazón" y carece de arterias que salen de ella, esta parcialmente engullido en una de las costillas y tienen una estructura interna de capas concéntricas en algunos lugares, y otra concreción se preserva detrás de la pierna derecha.[42]​ Los autores originales defienden su posición; convinieron que era un tipo de concreción, que había formado alrededor y había preservado parcialmente las porciones más musculares del corazón y de la aorta.[43]​ La cuestión de cómo este hallazgo refleja en tasa metabólica y la anatomía interna de dinosaurio puede ser discutible, aunque, sin importar la identidad del objeto. Los cocodrilos modernos y las aves, los parientes vivos más cercanos de dinosaurios, tiene corazones de cuatro cámaras (no obstante modificado en los cocodriloideos), así que los dinosaurios los tenían probablemente también, aunque la estructura no se ata necesariamente a la alta tasa metabólica.[44]

Un estudio publicado en 2011 aplicó múltiples líneas de investigación a la cuestión de la identidad del objeto, incluida una tomografía computarizada más avanzada, histología, difracción de rayos X, espectroscopia de fotoelectrones de rayos X y microscopía electrónica de barrido. A partir de estos métodos, los autores encontraron lo siguiente, la estructura interna del objeto no incluye cámaras, sino que está formada por tres áreas no conectadas de material de menor densidad, y no es comparable a la estructura del corazón de un avestruz, las "paredes" están compuestas de minerales sedimentarios que no se sabe que se produzcan en sistemas biológicos, como goethita, minerales de feldespato, cuarzo y yeso, así como algunos fragmentos de plantas. En sus muestras faltaban carbono, nitrógeno y fósforo , elementos químicos importantes para la vida y las estructuras celulares cardíacas estaban ausentes. Había un posible parche con estructuras celulares animales. Los autores encontraron que sus datos respaldaron la identificación como una concreción de arena del entorno del entierro, no del corazón, con la posibilidad de que se preservaran áreas aisladas de tejidos.[45]

Sin embargo, la cuestión de cómo este hallazgo refleja la tasa metabólica y la anatomía interna de los dinosaurios es discutible, independientemente de la identidad del objeto.[45]​ Tanto los cocodrilos modernos como las aves, los parientes vivos más cercanos de los dinosaurios no aviares, tienen corazones de cuatro cámaras, aunque modificados en los cocodrilos, por lo que los dinosaurios no aviares probablemente también los tenían, la estructura no está necesariamente ligada a la tasa metabólica.[44]

Paleoecología

editar

Rango temporal y geográfico

editar

Los verdaderos restos de Thescelosaurus se conocen solamente de rocas del Maastrichtiense - de Alberta, Formación Scollard y Saskatchewan, Formación Frenchman, Canadá y Wyoming, Formación Lance, Dakota del Sur, Montana, Formación Hell Creek y Colorado, Formación Laramie, en Estados Unidos.[12][1]​ Con excepción de las aves, era uno de los últimos géneros de dinosaurios, sus restos han sido encontrados tan cerca como a 3 metros a la arcilla del límite que contiene iridio, la capa que cierra el Cretácico.[46]​ Se han reportado dientes de rocas más antiguas del Campaniense, particularmente de la Formación Dinosaur Park de Alberta,[47]​ pero estos especímenes pueden no ser de Thescelosaurus y es mucho más probable que pertenezcan a Orodromeus.[29]​ Se conocen más especímenes de que los que se han descrito oficialmente para este género, tal como el espécimen de Triebold,[13]​ el cual ha sido la fuente de varios moldes esqueléticos para los museos.

Cuando Galton revisó a Thescelosaurus y Bugenasaura en 1999, describió un diente dentario UCMP 46911 del Jurásico superior en Weymouth, Dorset, Inglaterra como cf. Bugenasaura.[14]​ Si es de hecho un diente de un animal del tipo Thescelosaurus, éste ampliaría perceptiblemente la estratigrafía del grupo.

Hábitat

editar

Existen reportes contradictorios sobre el tipo de hábitat que preferiría, unos trabajos sugieren que preferiría ríos, canales y llanuras inundables,[48]​ pero otros sugieren que preferiría lo opuesto.[32]​ No hay lechos de huesos o acumulaciones de múltiples individuos reportados. Dale Russell, en su trabajo de divulgación, notó que Thescelosaurus era el herbívoro pequeño más común en la Formación Hell Creek en el área de Fort Peck Montana. Describió el ambiente de ese tiempo como un terreno aluvional plano, con un relativamente seco clima subtropical del cual apoyó una variedad de plantas que se extendían angiospermas, como cedro y ciprés calvo, helechos y ginkgos. Aunque la mayoría de los esqueletos del dinosaurio de esta área están incompletos, posiblemente debido al potencial bajo de la preservación de los bosques, los esqueletos de Thescelosaurus son mucho más completos, sugiriendo que este género frecuentó la corriente de canales. Así cuando un Thescelosaurus moría, pudo haber estado dentro o cerca a un río, haciéndolo más fácil de enterrar y preservar para la fosilización posterior. Russell lo comparó tentativamente con el carpincho o el tapir.[49]​ Entre los dinosaurios con los que compartía lugar y tiempo estaban los ceratópsidos Triceratops y Torosaurus, hadrosáuridos como Edmontosaurus y Anatotitan, anquilosáuridos Ankylosaurus, paquicefalosaurianos Pachycephalosaurus y Stygimoloch, y los terópodos Ornithomimus, Troodon, y Tyrannosaurus.[50][51]Thescelosaurus también abunda en la Formación Lance. Los huesos de los pies de este género son los fósiles más comunes después de los de Triceratops y Edmontosaurus, y pudo haber sido el dinosaurio más común allí, ya que la Formación Lance tenía un sesgo en la preservación contra los animales pequeños.[52]

editar

Thescelosaurus, a pesar de ser conocido de mejores restos que muchos otros dinosaurios, es un género infrecuente en los libros para niños sobre dinosaurio, así como los dirigidos al público en general, aunque pueda ser destacado en guías más completas y enciclopedias de campo debido a sus diferencias de otros hipsilofodóntidos.[16][53]​ Los libros desde la publicación científica del posible corazón de "Willo" ha incorporado los informes iniciales, pero porque estos acontecimientos siguen siendo relativamente recientes, la controversia entera no es necesariamente incluida.[54]

Referencias

editar
  1. a b c d e f g h i j k l m n ñ o Boyd, Clint A.; Brown, Caleb M.; Scheetz, Rodney D.; Clarke, Julia A. (2009). «Taxonomic revision of the basal neornithischian taxa Thescelosaurus and Bugenasaura». Journal of Vertebrate Paleontology 29 (3): 758–770. 
  2. Liddell & Scott (1980). Greek-English Lexicon, Abridged Edition. Oxford University Press, Oxford, UK. ISBN 0-19-910207-4. 
  3. a b c d e f g h Galton, Peter M. (1974). «Notes on Thescelosaurus, a conservative ornithopod dinosaur from the Upper Cretaceous of North America, with comments on ornithopod classification». Journal of Paleontology 48 (5): 1048–1067. 
  4. a b c d e f Gilmore, Charles W. (1915). «Osteology of Thescelosaurus, an orthopodus dinosaur from the Lance Formation of Wyoming». Proceedings of the U.S. National Museum 49 (2127): 591–616. 
  5. Brett-Surman, Michael K. (1997). «Ornithopods». En Farlow, James O.; and Brett-Surman, Michael K. (eds.), ed. The Complete Dinosaur. Bloomington and Indianapolis: Indiana University Press. p. 330–346. ISBN 0-253-33349-0. 
  6. a b c d e f g h Sternberg, Charles M. (1940). «Thescelosaurus edmontonensis, n. sp., and classification of the Hypsilophodontidae». Journal of Paleontology 14 (5): 481–494. 
  7. Romer, Alfred S. (1927). «The pelvic musculature of ornithischian dinosaurs». Acta Zoologica 8: 225–275. 
  8. Erickson, Bruce R. (2003). Dinosaurs of the Science Museum of Minnesota. St. Paul, Minnesota: The Science Museum of Minnesota. p. 31. 
  9. a b c d e f g h Morris, William J. (1976). «Hypsilophodont dinosaurs: a new species and comments on their systematics». En Churcher, C.S. (ed.), ed. Athlon. Toronto: Royal Ontario Museum. p. 93–113. ISBN 0888541570. 
  10. Carpenter, Kenneth (1982). «Baby dinosaurs from the Late Cretaceous Lance and Hell Creek formations and a description of a new species of theropod» (PDF). Contributions to Geology 20 (2): 123–134. Archivado desde el original el 27 de septiembre de 2007. Consultado el 10 de marzo de 2007. 
  11. a b Russell, Dale A.; Manabe, Makoto (2002). «Synopsis of the Hell Creek (uppermost Cretaceous) dinosaur assemblage». En Hartman, Joseph H.; Johnson, Kirk R.; and Nichols, Douglas J. (eds.), ed. The Hell Creek Formation and the Cretaceous-Tertiary Boundary in the Northern Great Plains: An Integrated Continental Record of the End of the Cretaceous. Geological Society of America Special Paper, 361. Boulder, Colorado: Geological Society of America. p. 169–176. ISBN 0-8137-2361-2. 
  12. a b c d e f g h i j k l Norman, David B.; Sues, Hans-Dieter; Witmer, Larry M.; Coria, Rodolfo A. (2004). «Basal Ornithopoda». En Weishampel, David B.; Dodson, Peter; and Osmólska, Halszka (eds.), ed. The Dinosauria (2nd edición). Berkeley: University of California Press. p. 393–412. ISBN 0-520-24209-2. 
  13. a b Triebold Paleontology, Inc. «Thescelosaurus». Archivado desde el original el 2 de julio de 2007. Consultado el 26 de enero de 2007. 
  14. a b c Galton, Peter M. (1999). «Cranial anatomy of the hypsilophodont dinosaur Bugenasaura infernalis (Ornithischia: Ornithopoda) from the Upper Cretaceous of North America». Revue Paléobiologie, Genève 18 (2): 517–534. 
  15. Galton, Peter M. (1997). «Cranial anatomy of the basal hypsilophodontid dinosaur Thescelosaurus neglectus Gilmore (Ornithischia; Ornithopoda) from the Upper Cretaceous of North America». Revue Paléobiologie, Genève 16 (1): 231–258. 
  16. a b Lambert, David; the Diagram Group (1990). «Thescelosaurids». The Dinosaur Data Book. New York: Avon Books. p. 153. ISBN 0-380-75896-2. 
  17. Lessem, Donald; Glut, Donald F. (1993). The Dinosaur Society Dinosaur Encyclopedia. Random House, Inc. p. 475. ISBN 0-679-41770-2. 
  18. Galton, Peter M. (1970). «The posture of hadrosaurian dinosaurs». Journal of Paleontology 44 (3): 464–473. 
  19. a b Erickson, Bruce R. (2003). Dinosaurs of the Science Museum of Minnesota. St. Paul, Minnesota: The Science Museum of Minnesota. p. 31–32. 
  20. a b Fisher, Paul E.; Russell, Dale A.; Stoskopf, Michael K.; Barrick, Reese E.; Hammer, Michael; Kuzmitz, Aandrew A. (abril de 2000). «Cardiovascular evidence for an intermediate or higher metabolic rate in an ornithischian dinosaur». Science 288 (5465): 503–505. PMID 10775107. doi:10.1126/science.288.5465.503. Consultado el 10 de marzo de 2007. 
  21. Novas, Fernando E.; Cambiaso, Andrea V; Ambrioso, Alfredo (2004). «A new basal iguanodontian (Dinosauria, Ornithischia) from the Upper Cretaceous of Patagonia». Ameghiniana 41 (1): 75–82. 
  22. Boyd, Clint A.; Cleland, Timothy P. (2008). «The morphology and histology of thoracic plates on neornithischian dinosaurs». Abstract with Programs - Geological Society of America; Southeast Section, 57th Annual Meeting 40 (2): 2. Archivado desde el original el 8 de junio de 2011. Consultado el 10 de octubre de 2009. 
  23. a b Butler, Richard J.; Galton, Peter M. (2008). «The 'dermal armour' of the ornithopod dinosaur Hypsilophodon from the Wealden (Early Cretaceous: Barremian) of the Isle of Wight: a reappraisal». Cretaceous Research 29 (4): 636–642. doi:10.1016/j.cretres.2008.02.002. 
  24. «Tanis: Fossil found of dinosaur killed in asteroid strike, scientists claim». BBC News. 6 de abril de 2022. 
  25. Gilmore, Charles W. (mayo de 1913). «A new dinosaur from the Lance Formation of Wyoming». Smithsonian Miscellaneous Collections 61 (5): 1–5. 
  26. Parks, William A (1926). «Thescelosaurus warreni, a new species of orthopodous dinosaur from the Edmonton Formation of Alberta». University of Toronto Studies (Geological Series) 21: 1–42. 
  27. Sternberg, Charles M. (1937). «Classification of Thescelosaurus, with a description of a new species». Geological Society of America Proceedings for 1936: 365. 
  28. a b c d e Sues, Hans-Dieter; Norman, David B. (1990). «Hypsilophodontidae, Tenontosaurus, Dryosauridae». En Weishampel, David B.; Dodson, Peter; and Osmólska, Halszka (eds.), ed. The Dinosauria (1st edición). Berkeley: University of California Press. p. 498–509. ISBN 0-520-06727-4. 
  29. a b c Galton, Peter M. (1995). «The species of the basal hypsilophodontid dinosaur Thescelosaurus Gilmore (Ornithischia: Ornithopoda) from the Late Cretaceous of North America». Neues Jahrbuch fèur Geologie und Paläontologie Abhandlungen 198 (3): 297–311. 
  30. Caleb Marshal Brown, Clint A. Boyd and Anthony P. Russell (2011). «A new basal ornithopod dinosaur (Frenchman Formation, Saskatchewan, Canada), and implications for late Maastrichtian ornithischian diversity in North America». Zoological Journal of the Linnean Society 163 (4): 1157–1198. doi:10.1111/j.1096-3642.2011.00735.x. 
  31. Holtz, Thomas R., Jr. (2000). «Classification and Evolution of the Dinosaur Groups». En Paul, Gregory S. (ed.), ed. The Scientific American Book of Dinosaurs. New York: St. Martin's Press. p. 140–168. ISBN 0-312-26226-4. 
  32. a b Carpenter, Kenneth; Young, D. Bruce (2002). «Late Cretaceous dinosaurs from the Denver Basin, Colorado» (PDF). Rocky Mountain Geology 37 (2): 237–254. Archivado desde el original el 27 de septiembre de 2007. Consultado el 10 de marzo de 2007. 
  33. a b c d Weishampel, David B.; Jianu, Coralia-Maria; Csiki, Z.; Norman, David B. (2003). «Osteology and phylogeny of Zalmoxes (n.g.), an unusual euornithopod dinosaur from the latest Cretaceous of Romania». Journal of Systematic Palaeontology 1 (2): 1–56. doi:10.1017/S1477201903001032. 
  34. a b c Weishampel, David B.; Heinrich, Ronald E. (1992). «Systematics of Hypsilophodontidae and Basal Iguanodontia (Dinosauria: Ornithopoda)» (PDF). Historical Biology 6: 159–184. Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2007. Consultado el 10 de marzo de 2007. 
  35. a b Varricchio, David J.; Martin, Anthony J.; Katsura, Yoshihiro (2007). «First trace and body fossil evidence of a burrowing, denning dinosaur» (PDF). Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences 274: 1361–1368. doi:10.1098/rspb.2006.0443. Consultado el 22 de marzo de 2007. 
  36. a b Butler, Richard J.; Upchurch, Paul; Norman, David B. (2008). «The phylogeny of the ornithischian dinosaurs». Journal of Systematic Palaeontology 6 (1): 1–40. doi:10.1017/S1477201907002271. 
  37. Weishampel, David B.; Heinrich, Ronald E. (1992). «Systematics of Hypsilophodontidae and Basal Iguanodontia (Dinosauria: Ornithopoda)». Historical Biology 6 (3): 159-184. doi:10.1080/10292389209380426. Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2007. Consultado el 10 de marzo de 2007. 
  38. a b Han, Feng-Lu; Paul M. Barrett; Richard J. Butler; Xing Xu (2012). «Postcranial anatomy of Jeholosaurus shangyuanensis (Dinosauria, Ornithischia) from the Lower Cretaceous Yixian Formation of China». Journal of Vertebrate Paleontology 32 (6): 1370-1395. S2CID 86754247. doi:10.1080/02724634.2012.694385. 
  39. a b c Brown; Caleb M.; Boyd, Clint A.; and Russell, Anthony P. (2011). «A new basal ornithopod dinosaur (Frenchman Formation, Saskatchewan, Canada), and implications for late Maastrichtian ornithischian diversity in North America». Zoological Journal of the Linnean Society 163 (4): 1157-1198. doi:10.1111/j.1096-3642.2011.00735.x. 
  40. a b c d Brown, Caleb Marshall; Evans, David C.; Ryan, Michael J.; Russell, Anthony P. (2013). «New data on the diversity and abundance of small-bodied ornithopods (Dinosauria, Ornithischia) from the Belly River Group (Campanian) of Alberta». Journal of Vertebrate Paleontology 33 (3): 495-520. S2CID 129160518. doi:10.1080/02724634.2013.746229. 
  41. Naylor Hudgins, Michael; Currie, Philip J.; Sullivan, Corwin (2021). «Dental assessment of Stegoceras validum (Ornithischia: Pachycephalosauridae) and Thescelosaurus neglectus (Ornithischia: Thescelosauridae): paleoecological inferences». Cretaceous Research 130: 105058. S2CID 239253658. doi:10.1016/j.cretres.2021.105058. 
  42. Rowe, Timothy; McBride, Earle F.; Sereno, Paul C. (febrero de 2001). «Technical comment: dinosaur with a heart of stone». Science 291 (5505): 783a. PMID 11157158. doi:10.1126/science.291.5505.783a. Consultado el 10 de marzo de 2007. 
  43. Russell, Dale A.; Fisher, Paul E.; Barrick, Reese E.; Stoskopf, Michael K. (febrero de 2001). «Reply: dinosaur with a heart of stone». Science 291 (5505): 783a. PMID 11157158. doi:10.1126/science.291.5505.783a. Consultado el 10 de marzo de 2007. 
  44. a b Chinsamy, Anusuya; and Hillenius, Willem J. (2004). "Physiology of nonavian dinosaurs". The Dinosauria, 2nd ed. 643–659.
  45. a b Cleland, Timothy P.; Stoskopf, Michael K.; Schweitzer, Mary H. (2011). «Histological, chemical, and morphological reexamination of the "heart" of a small Late Cretaceous Thescelosaurus». Naturwissenschaften 98 (3): 203-211. Bibcode:2011NW.....98..203C. PMID 21279321. S2CID 2408562. doi:10.1007/s00114-010-0760-1. 
  46. Carpenter, Kenneth; Breithaupt, Brent H. (1986). «Latest Cretaceous occurrences of nodosaurid ankylosaurs (Dinosauria, Ornithischia) in Western North America and the gradual extinction of the dinosaurs» (PDF). Journal of Vertebrate Paleontology 6 (3): 251–257. Archivado desde el original el 27 de septiembre de 2007. Consultado el 10 de marzo de 2007. 
  47. Sahni, Ashok (1972). «The vertebrate fauna of the Judith River Formation, Montana» (free PDF, may not load). Bulletin of the American Museum of Natural History 147: 321–412. http://hdl.handle.net/2246/1099. Archivado desde el original el 7 de junio de 2007. Consultado el 10 de marzo de 2007. 
  48. Pearson, Dean A.; Schaefer, Terry; Johnson, Kirk R.; Nichols, Douglas J.; and Hunter, John P. (2002). "Vertebrate biostratigraphy of the Hell Creek Formation in southwestern North Dakota and northwestern South Dakota". The Hell Creek Formation and the Cretaceous-Tertiary Boundary in the Northern Great Plains: An Integrated Continental Record of the End of the Cretaceous. 145–167.
  49. Russell, Dale A. (1989). An Odyssey in Time: Dinosaurs of North America. Minocqua, Wisconsin: NorthWord Press, Inc. p. 175–176. ISBN 1-55971-038-1. 
  50. Weishampel, David B.; Barrett, Paul M.; Coria, Rodolfo A.; Le Loeuff, Jean; Xu Xing; Zhao Xijin; Sahni, Ashok; Gomani, Elizabeth, M.P.; and Noto, Christopher R. (2004). "Dinosaur Distribution". The Dinosauria (2nd). 517–606.
  51. Phillip Bigelow. «Cretaceous "Hell Creek Faunal Facies; Late Maastrichtian». Archivado desde el original el 24 de enero de 2007. Consultado el 26 de enero de 2007. 
  52. Derstler, Kraig (1994). «Dinosaurs of the Lance Formation in eastern Wyoming». En Nelson, Gerald E. (ed.), ed. The Dinosaurs of Wyoming. Wyoming Geological Association Guidebook, 44th Annual Field Conference. Wyoming Geological Association. p. 127–146. 
  53. Lambert, David; and the Diagram Group (1983). «Thescelosaurids». A Field Guide to Dinosaurs. New York: Avon Books. p. 149. ISBN 0-380-83519-3. 
  54. Dixon, Dougal (2006). The Complete Book of Dinosaurs. London: Anness Publishing Ltd. p. 212–213. ISBN 0-681-37578-7. 

Véase también

editar

Enlaces externos

editar