Batalla de Cuquío
La Batalla de Cuquío fue un enfrentamiento bélico que tuvo lugar entre 900 cristeros liderados por el general Miguel Hernández González y una fuerza de 2,000 sodados federales al mando de los generales Ubaldo G. Garza y Espiridión Rodríguez Escobar en el poblado del mismo nombre.[1][2][3][4]
Batalla de Cuquío | |||||
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Parte de Guerra Cristera | |||||
Palacio municipal de Cuquío | |||||
Fecha | 27 de marzo de 1927 | ||||
Lugar | Cuquío, Jalisco | ||||
Resultado | Victoria federal | ||||
Consecuencias |
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Beligerantes | |||||
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Comandantes | |||||
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Unidades militares | |||||
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Fuerzas en combate | |||||
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Bajas | |||||
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Cronología | |||||
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Antecedentes
editarDespués de vencer a las fuerzas federales lideradas por el general Espiridión Rodríguez, los cristeros liderados por Miguel Hernández tomaron la ciudad de Cuquío. Allí establecieron un pequeño cuartel militar y se reunieron con otros cabecillas cristeros.[1]
Mientras tanto, después de la derrota, el general Rodríguez reforzó su tropa en San Juan de los Lagos, pasando de 900 a 2,000 hombres que marcharon rumbo al encuentro con los rebeldes.[2]
Batalla
editarEl general Miguel Hernández lideró un ataque por el norte contra las fuerzas federales posicionadas alrededor de la ciudad, mientras que los padres Vega y González ubicaron a sus hombres en el oriente para evitar un posible asedio.[5] Por su parte, Victoriano Ramírez se encargó de la defensa del lado oeste.[6]
Al principio, los federales fueron tomados por sorpresa y los cristeros lograron una ventaja inicial. Sin embargo, las fuerzas gubernamentales se adaptaron rápidamente y concentraron su ataque en el oeste, debilitando la posición de Ramírez y flanqueando a los rebeldes.[6]
Debido a la desventaja en la posición y la falta de armamento, Hernández decidió ordenar una retirada para evitar un mayor número de bajas.[6][1][4]
Consecuencias
editarDespués de la batalla, el sacerdote Pedro González decidió retirarse de la guerra y huyó a los Estados Unidos en busca de financiamiento de grupos católicos extranjeros. Su partida dejó una brecha en el liderazgo cristero, aunque la lucha continuó con otros líderes al mando.
Sin embargo, después de otros enfrentamientos, el gobierno mexicano lanzó una ofensiva que logró debilitar la rebelión cristera. La situación empeoró para los rebeldes hasta la llegada en julio de 1927 del general Enrique Gorostieta Velarde, quien se unió a la lucha contra el gobierno y asumió su liderazgo.[2]
Véase también
editarReferencias
editar- ↑ a b c Avitia Hernández, Antonio. La narrativa de las Cristiadas: novela, cuento, teatro, cine y corrido de las Rebeliones Cristeras. Universidad Autonoma Metropolitana. Consultado el 2 de abril de 2023.
- ↑ a b c Garzón del Camino, Aurelio (1997-1998). La cristiada. Siglo Veintiuno. p. 172. ISBN 968-23-0153-X. OCLC 47255721. Consultado el 2 de abril de 2023.
- ↑ «Arquidiocesis de Guadalajara». arquidiocesisgdl.org. Consultado el 2 de abril de 2023.
- ↑ a b Butler, Matthew (2017). Mis memorias y actuación en pro del movimiento libertador en Jalpa de Cánovas, Guanajuato (Primera edición edición). ISBN 978-607-02-9722-9. OCLC 1041192920. Consultado el 2 de abril de 2023.
- ↑ Acevedo Robles, Aureliano (Mayo de 2002). «Testimonios de la Cristiada». Boletín de Pastoral (Diócesis de San Juan de los Lagos): 66. Consultado el 6-2-2023.
- ↑ a b c Hernández Hurtado, Juan Francisco (2003). ¡Tierra de cristeros! : Historia de Victoriano Ramírez y de la revolución cristera en los altos de Jalisco. ISBN 978-2-8218-4610-4. OCLC 949653392. Consultado el 2 de abril de 2023.