Artesanía de Castilla-La Mancha
La Artesanía de Castilla-La Mancha es variada y diversa. Con una larga tradición en la producción alfarera, iconográficamente representada por las tinajas cervantinas, y cuchillera, destaca también por sus trabajos textiles (bordados, bolillos, encajes, etc.) y en esparto, además de la toneleria asociada a la cultura del vino.[1] Está representada por la Federación Regional de Asociaciones de Artesanos de Castilla-La Mancha (FRACAMAN).[2]
Alfarería y cerámica editar
En la alfarería y la cerámica, además de la importancia histórica de su industria tinajera ya casi desaparecida salvo para la jardinería ornamental, se conserva viva la producción de teja, ladrillo, baldosa y azulejería entre otros muchos productos derivados del barro cocido.
Madera y hierro editar
La producción artesana en madera continúa ocupando un lugar destacado en la industria del mueble. Y como recurso turístico la talla en madera decorativa doméstica. Otro capítulo con tradición es el trabajo de forja.
Producciones artesanas de reconocimiento editar
Sobresale la artesanía relacionada con el queso y el vino manchego, el esparto, los bordados y encajes, la rejería o la cuchillería.
Museos de artesanía editar
Véase también editar
Referencias editar
- ↑ . «Artesanía de Castilla-La Mancha». Consultado el 13 de enero de 2016.
- ↑ . «Federación de Artesanos de Castilla-La Mancha». Consultado el 13 de enero de 2016.