Argos Anfiloquia fue una ciudad griega de la región de Anfiloquía, en la parte oriental del golfo de Ambracia, a orillas del río Ínaco. Su distrito se llamaba Argeia.

La leyenda dice que fue una colonia de Argos de la Argólida y que había sido fundada por Anfíloco, hijo de Anfiarao.[1]​ Otras leyendas dicen que fue fundada por Alcmeón pero le dio el nombre de Anfíloco, que según algunas fuentes era su hermano y según otras era su hijo.[2]

Al comienzo de la guerra del Peloponeso los argivos anfiloquios eran vistos como un pueblo bárbaro y sólo una parte estaba helenizado. Se establecieron allí algunos colonos de Ambracia que fueron admitidos en la ciudad, pero los ambraciotas expulsaron a los habitantes originales y dominaron la ciudad y su territorio; entonces los expulsados se pusieron bajo la protección de los acarnianos y ambos pueblos pidieron ayuda a Atenas que envió una fuerza militar dirigida por Formión, que ocupó Argos y vendió a los ambraciotas como esclavos, y devolvió la ciudad a los anfiloquios hacia el 432 a. C.[1]

En el 430 a. C., los ambraciotas volvieron a atacar la ciudad, pero fueron rechazados después de asolar el territorio.[1]​ En 426 a. C. volvieron a atacar la ciudad; habían recibido la promesa de ayuda del jefe espartano Euríloco, que estaba en Etolia, y marcharon con 3.000 soldados contra Argos, ocuparon Olpas, un monte cerca del golfo de Ambracia y a unos 5 km de la ciudad. Los acarnanios marcharon también en ayuda de Argos y tomaron posiciones en Crenas, cerca de Argos;[3]​ Euríloco pasó a Acarnania y se reunió con los ambraciotas en Olpas y estableció su posición en la vecina Metrópolis; Demóstenes de Atenas, llamado por los acarnanios, llegó al golfo de Ambracia con 20 naves y acampó cerca de Olpas, quedando los dos ejércitos separados solo por un barranco. Demóstenes escondió a una parte de sus soldados en la zona boscosa y al librarse la batalla los escondidos atacaron por sorpresa y los atenienses obtuvieron la victoria y Euríloco murió. Pero, mientras tanto, los ambraciotas habían enviado una fuerza que entró en Anfiloquía justo el mismo día que se libraba la batalla de Olpas.[4]​ Demóstenes, después de su victoria, marchó contra los ambraciotas y la batalla se libró en el paso de la pequeña Idomene (la gran Diomene era la parte sur del paso y la pequeña la parte norte), donde los ambraciotas se habían concentrado, cuando Demóstenes atacó de noche mientras el enemigo dormía y obtuvo una nueva victoria. Ambracia quedó sin posibilidad de respuesta por falta de soldados, pero Demóstenes no la atacó, y Acarnania no quiso ocupar el territorio por miedo a que los atenienses fueran aún peores vecinos. Acarnania y Anfiloquía firmaron la paz con Ambracia.[5]

La ciudad permaneció independiente y hacia el 320 a. C. cayó en manos de los etolios junto con toda Ambracia. El tratado por el cual Etolia se rendía a Roma en el 189 a. C. fue firmado en Argos entre los representantes etolios y el general Marco Fulvio Nobilior.[6]

En el 30 a. C., los habitantes fueron trasladados a la ciudad de Nicópolis, fundada por Augusto después de su victoria en Actium, y la ciudad quedó deshabitada.

Se piensa que puede corresponder a las ruinas de una antigua ciudad que se hallan en la actual Neokhori.

Referencias

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  1. a b c Tucídides II,68.
  2. Estrabón X,2,26; Apolodoro, Biblioteca mitológica III,7,7.
  3. Tucídides III,102; III,105.
  4. Tucídides III,106-110.
  5. Tucídides III,112-114.
  6. Tito Livio XVIII,10.