El anillado de un tronco o un árbol es la remoción completa de una banda de corteza (la cual consiste en los tejidos protectores externos y el floema) y el cámbium de toda la circunferencia de un tallo o rama. Debido a que corta todos los haces de conducción del floema de un árbol con crecimiento en grosor o crecimiento secundario típico, y el cámbium que lo regenera, el anillado resulta en la muerte de los módulos sobre él, y el árbol mismo morirá si no puede rebrotar desde debajo del anillado.

Anillado en Lille, norte de Francia

Entre las causas del anillado se encuentran las prácticas humanas, incluyendo prácticas forestales, horticultura, y vandalismo, el anillado también puede ser causado por animales herbívoros que se alimentan de la corteza de una planta, entre los que se incluyen mamíferos que la rasgan, y aves e insectos que la horadan. Los árboles también pueden sufrir un proceso de anillado natural por plantas trepadoras que eventualmente los envuelven o por plantas estranguladoras que nacieron sobre ellos como epífitas y enraízan al llegar al suelo (hemiepífitas leñosas).

Los horticultores tienen una práctica de cultivo que consiste en un anillado poco profundo de los manzanos y perales que promueve la aparición de frutos más grandes o que fructifique más cantidad de flores.[1]​ Los árboles sobreviven porque el anillado no llega a la capa de cámbium debajo del floema.

El anillado probablemente no matará a un árbol con crecimiento secundario anómalo.

Referencias

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  1. Powell, Arlie A. (May 1996). «Girdling Peach Trees in the Southeast». The Alabama Cooperative Extension System (Auburn University). Archivado desde el original el 8 de agosto de 2014. Consultado el 6 de agosto de 2014. 

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