Otros estudios relacionados no técnicos a la imagen, sino como Anexo:Códice Guadalupe.
Imagen analizada en el ayate de la Virgen de Guadalupe
Estudios sobre a tilma de Juan Diego son los análisis y descubrimientos más notables realizados en torno al en el ayate o tilma de Juan Diego, el cual es la materialización, del evento espiritual y, aparición mariana de la Virgen de Guadalupe en México en 1531. Los estudios se han realizado ante la apertura y facilidades dadas por de la Iglesia Católica para que la ciencia y fe avancen de manera conjunta y complementaria al conocimiento humano. Los estudios a fondo han sido para conocer sobre diversos aspectos relacionados al ayate como: el tipo de tela, el proceso de impresión, el tipo de impresión, los colores, técnicas de la coloración, replicabilidad -pruebas de comportamiento de réplicas de ayates similares-, rechazo de insectos y polvo, reflejo de imágenes en los ojos, las estrellas del manto, resultados de la explosión de dinamita al ayate y el manto como códice.
Los estudios han sido realizados por diversos profesionales experimentados y científicos reconocidos cada uno en su especialidad, a través de los siglos, de diversos lugares del mundo, de diferentes especialidades como pintores, protomédicos, oftalmólogos, médicos, ginecólogos, físicos, astrofísicos, astrónomos, Ingenieros digitales, peritos en criminalística y decodificadores, entre otros.
La tilma, es la que utilizó Juan Diego, en la última aparición de Nuestra Señora de Guadalupe que en total fueron 4 apariciones, entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531 a Juan Diego y en una ocasión más a su tío, Juan Bernardino.
El medio ambiente, en el que estuvo la tilma, el cual estuvo sin protección por 116 años, por algún cristal, siendo venerado por tocamientos de los fieles ya sea besado o tocado con sus manos por los fieles; en ambiente húmedo y salino por la cercanía de lagos vecinos al lugar y su altitud; con humo de veladoras de culto; polvo e insectos en del ambiente.
Las flores, del lugar, instrumento del mensaje de Juan Diego al obispo fray Juan de Zumárraga y medio de impresión de la imagen.
Réplicas, copias e imágenes del original han sido utilizadas como referencias y servido como base histórica de la conservación y fidelidad de los datos por lo cual, se han tomado como base para los estudios y análisis comparativos posteriores de la imagen y verificar cambios naturales o inducidos. La copia de la imagen más antigua se encuentra en Génova Italia. Luego se fabricaron otras réplicas en el mismo material, que se fueron destruyeron con el tiempo así como otras réplicas.[1]
Documentos antiguos considerados como documentos históricos aceptados por la Iglesia Católica sobre la Virgen de Guadalupe, tanto documentos mestizos (8) como el Códice Escalada ó 1548, documentos españoles (20) e indígenas (18) además de otros documentos relacionados con la descripción de la imagen más antigua, In tilmatzintli, junto con el Nican mopohua -que la copia más antigua se encuentra en Nueva York- que fue escrita por Antonio Valeriano, un indígena sabio, que sabía náhuatl, latín y español, estudiado con los franciscanos, lo escribió con caracteres latinos, pero con sonido náhuatl, en la segunda mitad del siglo XVI y publicada por Luis Lasso de la Vega en 1649.
Las flores en el cerro del Tepeyac, han sido factor de estudio, tanto su presencia, como los tipos. La virgen ordenó a Juan Diego que cortara flores, y se las llevara al obispo de la ciudad, como objeto de su mensaje, mismas que se tornaron en el instrumento de la impresión de la imagen en la tilma. Verdad para los indígenas era “flor y canto”, por lo que la simplicidad de las flores, significaban una profunda verdad, representando en sí misma, una belleza estética, un perfume que deleita los sentidos y ambientes, la complejidad y presencia de la vida y representando lo pasajero y efímero de lo material ante la presencia del tiempo.
Las flores no eran un producto que crecieran en ése árido, estéril y pedregoso cerro, y mucho menos en diciembre, época de invierno, por lo que es prácticamente imposible la presencia de flores en ese lugar; sin embargo, en el momento de la aparición, había flores. La explicación racional de las mismas en ese lugar, en esa época, ha sido imposible, y mucho menos fácil de explicar, que hayan sido instrumento de la impresión detallada y compleja de la imagen a todo color en la tilma. Algunos autores mencionan flores, aunque en el dicho popular fue “el milagro de las rosas”. La literatura cristiana argumenta en congruencia de lo ocurrido en el Tepeyac, que en la Biblia en el libro Cantar de Cantares 2,12, dice: “Aparecieron las flores sobre la tierra”,[2] y en Eclesiástico 24,17-18, “Yo soy la madre del amor hermoso”, “hice germinar la gracia y mis flores”[3]. Adicionalmente las flores en diferentes contextos históricos y religiosos, se han relacionado con Virgen María. Mucho se ha escrito al respecto así “Flores en el Tepeyac: un estudio sobre la Virgen de Guadalupe”.[4]
La tela del ayate está confeccionada, con cordeles de fibra de agave popotule de 1.70 por 1.04 m, la cual utilizaban colgada al cuello para cargar objetos; también la usaban para cobijarse en su dormir, así como otros usos del diario vivir; la tilma de Juan Diego, tiene una costura longitudinal al centro, de lado a lado, uniendo dos tramos del tejido, porque estas piezas se elaboraban en telares de cintura, donde era necesario unir las tiras; también se pueden apreciar ciertos nudos en diferentes partes. Esta unión puede observarse hoy perfectamente, sin que moleste ni afecte la belleza de la doncella, sino al contrario uno de los nudos está en el labio de la Virgen. La tilma no es un poncho, aunque algunos lo mencionan como tal.
Ayate de Juan Diego
La tela de ninguna manera, ningún pintor humano, la hubiera utilizado para base para realizar pintura alguna, y si lo hubiera hecho, no hubiera elegido una tela de dos piezas; tampoco hubiera elegido pintar sin aplicar una base de pintura para suavizar la base y fijar mejor los colores en el lienzo al pintar su obra. La tilma no tiene esta preparación base, y el tejido de la tilma está tan abierto que se transparenta y se puede ver a través de ella. Peritos en criminología estudiaron la tela del ayate e Isaac Ochoterena del Instituto de Biología de la UNAM en 1946, los cuales proporcional algunos datos como[5]publicaron que:[6]
La tela de ayate fue elaborada con fibra de ixtle del maguey de la variedad Agavepopotule, de muy baja calidad, difícil de usar, y más difícil para pintar. Así fue certificado en su momento, sin embargo en la actualidad no está clasificado así, sino como agave lechuguilla. Torr., tapamente, más conocido actualmente como izote.[7]
Diferentes suavidades se encuentran entre la superficie donde está impresa la imagen de la Virgen de Guadalupe ya que es muy suave, como la seda, en contraste, contra la parte en donde no está la imagen que es áspera y tosca.[8]
No degradable ha resultado el ayate, y la ciencia no ha podido explicar cómo y porqué se ha conservado la tela, ya que con el pasar de los siglos, pues lo ordinario es que las fibras del «ayate» (o tilma) utilizaban los indios se degraden, y eso no ha sucedido. La duración esperada o vida útil no podría ser por más de veinte años, sin embargo, la imagen está impresa desde hace casi 500 años.[9]
Incorruptible es otra característica que se ha detectado, ya que desde el 28 de marzo de 1668, el capellán del Virrey y médico Juan de Melgarejo Andrada, a solicitud papal sobre las noticias de “incorruptibilidad del ayate”, en relaciones a las condiciones ambientales a las que estaba sometido para su conservación, a lo que el médico informó: “Las condiciones ambientales son contrarias para una mejor conservación, son humedísimas favorecedoras para su putrefacción, sin embargo no presenta algún signo propio de esa característica, tanto a la vista como al tacto, manteniendo una viveza de colores, sin deterioro alguno ante tal humedad”. Expone que, “en la parte posterior de la imagen, los colores están embebidos e incorporados al material y que hay colores verdes finísimos los cuales no se descubren en las ropas ni vestido de la Divina Señora”. El doctor-médico declara que “hay diferencias en la materia en su parte anterior y posterior, pues la primera es suave y blanda y la segunda áspera dura y consistente”. Concluye que: “no alcanza a comprender, ya por el aspecto geográfico de su situación del aire, el humo de las veladoras, tampoco han afectado a las condiciones de la tilma”. “Ni experiencia, ni vista hecha, hay causa natural de la conservación que hasta hoy se halla dicha materia, su incorruptibilidad y perseverancia, pues inquiridas todas, más parece concurrir con oposición a lo contrario”.[10]
Indestructible, demostró ser ya que, en 1791 Carlos María Bustamante certificó que, limpiando unos trabajadores el marco de plata, se les derramó un frasco de agua al 50% de ácido nítrico, mismo que se derramó sobre la parte derecha de la tela y superior de la tela hasta por más de la mitad de lo largo, que, según las leyes químicas, una reacción xanoprotéica debió de haber disgregado y destrozado el lienzo en esa parte. El rastro dejado solo es una leve mancha poco perceptible, que ha ido desapareciendo. Dicho evento se documentó y se conserva el expediente en el archivo de la Basílica de Guadalupe.[11]
Repelente al polvo e insectos, ha demostrado estar, y que a pesar de los estudios realizados a la tilma no existe una declaración científica que glose el por qué el ayate de Juan Diego, en donde está la Santísima Virgen de Guadalupe, repele a los insectos y rechaza el polvo.[12]
Originalidad de los elementos a la vista. La veracidad de la tilma original, es puesta en tela de duda. ¿Contaba la tilma original con los mismos elementos en la imagen, que la que se exhibe actualmente, sin que haya elementos agregados? Para verificar, demostrar y detectar posibles cambios, es tomada como referencia la copia más antigua, que se conoce y es una imagen anterior a 1571, misma que se encuentra en Génova Italia. Se ha comparado y se determinado que contiene los mismos y todos los elementos de la tilma actual. Esta copia provino de parte de Felipe II Rey de España que la recibió de parte de Alonso de Montúfar, II obispo de Ciudad de México (1551-1572) y la proporcionó al almirante de la flota Juan Andrea Doria que la llevó a Italia, y la colocó en la galera principal de la flota católica, donde el cristianismo triunfó sobre los turcos en la batalla de Lepanto, para después ser montada y exhibida en Génova. [13]
Sin fondo, ni preparación es como, pintores y científicos examinaron en 1666 por primera vez de forma científica, y realizaron pruebas sobre la impresión y colores de la tilma, obteniendo que: “es imposible pintar una imagen así en un tejido con esa textura con tal nitidez y que haya sido pintada al óleo o al temple sobre el ayate, dada la completa falta de una preparación en el fondo; el clima del lugar en donde estaba expuesta la imagen, sin ninguna protección por ciento treinta y cinco años, es tal que hubiera sido destruido en un tiempo más breve. Un pintor para crear volumen pasa de un color a otro, con diversas pinceladas y con varios colores; no es el caso de la tilma pues no hay pinceladas, para cambiar y difuminar un color. Tampoco la pintura está protegida con alguna capa de laca o algo equivalente, para proteger y mantener el brillo y vida de los colores, como lo es en la mayoría de obras pictóricas”.
Maravilla americana y conjunto de raras maravilla observadasSin pintura, ni pinceladas, está la impresión que fue analizada en el año 1751, por una comisión de 7 pintores, maestros de pintura y de arte coordinados por Miguel Cabrera: José de Alcíbar y José de Ibarra, Manuel de Osorio, Juan Patricio Morlete Ruiz, Francisco Antonio Vallejo y José Ventura Arnáez comprobaron e informaron en “Maravilla Americana” que “en la Imagen no es una pintura puesno hay rastros de pintura ni pinceladas de ningún tipo, por delante ni por detrás”.[14] La técnica utilizada es la de imagen de fotografía a través de rayos infrarrojos que es la que se utiliza para el proceso de restauración de obras de arte, por la cual incluso, se han detectado que un autor, repintó su obra maestra hasta tres veces antes de liberarla al público, como se ha visto en obras de Leonardo Da Vinci y otros pintores mundialmente famosos.[15]
“Aunque el más diestro pintor quisiese ejecutar una pintura con la circunstancia de los perfiles, y al mismo tiempo con aquel no sé qué de gracia que le dan a nuestra Guadalupana [...] le sería, digo, imposible, por incompatibilidad que hay entre uno y otro extremo. De donde así por esto, como por lo demás, que se admira en la santa imagen, ya en la falta de aparejo, condición precisa para pintar sea al óleo o al temple, ya en el conjunto de pinturas distintas entre sí en especie sobre una misma superficie, infiero, y piadosamente creo, es obra sobrenatural, milagrosa y formada por artífice superior y divino”. D. Francisco Antonio Vallejo.[16]
Réplicas deterioradas. De 1785 a 1788, el Dr. José Ignacio Bartolache coordinó esfuerzos para realizar 3 réplicas, lo más parecidas al original, tejiendo un sayal con fibras de agave popotule y 5 pintores pintándolo y se pudo comprobar que el primer ayate confeccionado con las mismas fibras de maguey que se expuso en la "Capilla del Pocito" protegido con cristales, se deterioró notablemente en 30 años (1709). La segunda réplica de Rafael Gutiérrez estaba a un lado de la sacristía también se deterioró notablemente. La original aún se conserva casi intacta, con casi 500 años lo que se considera un fenómeno inexplicable en verdad, mientras las réplicas se deterioran. [17]
Colorantes. En 1936 el Obispo de México Pascual Díaz Barreto hace analizar dos fibras del manto (una roja, y una amarilla) por el Dr. Richard Khun (de origen judío), director de química del Kaiser Wilhelm Institut de Heidelberg Alemania, quien sería premio Nobel de Química en 1938 y 1949. Tras analizar los pigmentos con tecnología de fotografía con rayos infrarrojos, descubrió que “la pintura no es de origen vegetal, ni mineral, ni animal, ni ningún otro elemento de los 111 conocidos, por lo que dedujo que la pintura no es de origen conocido”.
Brillo. A lo largo de los años, se ha observado que la imagen de la Virgen parece tener un brillo especial que no se pierde con el paso del tiempo, lo que ha sido considerado por muchos como una señal de su carácter divino. [18]
El doctor Juan Homero Hernández Illescas realizó un estudio en colaboración con el doctor en astrofísica Dr. J. Cantú Ylla y el Dr. Armando García de León, a través del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincide con lo estudiado e informado el 22 de diciembre de 1981 por el padre Mario Rojas descubre en el Observatorio Laplace de la Ciudad de México, y que está en el libro “La Virgen de Guadalupe y las estrellas”[19] y que a su vez afirman que:
El solsticio de invierno del día 12 de diciembre de 1531, que sucedió en México a las 10:26 hora de la mañana está reflejado en el manto de la virgen al cual corresponden todas y cada una de ellas a las constelaciones de ese momento impresas en el manto. A esa hora Juan Diego desplegó la tilma y, en esa hora de ese día los astrónomos han comprobado tal acontecimiento al analizar la disposición estelar de las estrellas que aparecen en el Manto de María. El solsticio de invierno representaba el nacimiento del nuevo sol y era un momento importante del año. Casi todos los años el solsticio era el día 22 de diciembre, pero ese año, fue el 12 de diciembre, porque todavía no se hacía el cambio de calendario juliano al calendario gregoriano, sino que se hizo 50 años después.[20]
15 constelaciones son las estrellas visibles en el manto, que se pueden identificar su posición exacta del cielo de México y las constelaciones de la bóveda celeste. El astrónomo Fernando Ojeda Llanes encontró la imagen de 46 estrellas acomodadas de forma asimétrica de 15 constelaciones.[21]Se dificultó encontrar la posición, ya que están en posición revertida, como en un espejo, o sea vistas desde el espacio, y no desde la tierra. A su lado izquierdo se puede identificar las constelaciones de sur, o sea: Ofiuco (4 estrellas), Libra (3), escorpión (1), Lobo (2), Hidra, sagitario (4), Cruz del Sur (4) y Sirio (1). De su lado derecho se aprecian las constelaciones del norte, sobre el hombro de María está parte de Boyero, la Osa Mayor completa, Berenice, Lebreles, Thuban, Dragón, Cochero y Tauro.[22]En 2012, se editó el libro “Las constelaciones en la imagen de la Virgen de Guadalupe" por Fernando Ojeda donde explica las constelaciones. También publicó el libro "La tilma de Guadalupe revela sus secretos" y "La Virgen de Guadalupe y la ciencia".[23]
La proyección de las estrellas en un pentagrama, Ojeda Llanes, descubrió una melodía, que ha sido registrada y tocada por un conjunto de músicos.[24]
La luna. Corresponde también a ese día, el estado de la luna ya que era de cuarto creciente.
Los ojos de la imagen, han sido motivo de múltiples estudios buscando evidencias en ellos, hasta encontrarlas, con base en que el ojo humano al observar un objeto, refleja la imagen observada en su retina, la cual depende de la cercanía o lejanía del ojo se reflejará a mayor o menor tamaño en el globo ocular. Eso mismo ocurre y visible en los ojos en la tilma. La imagen de la escena de Juan Diego y Fray Juan de Zumárraga aparece impresa en sus dos retinas.
Una figura humanaen el ojo derecho de la Virgen, microscópica, en blanco y negro, lo que parecía ser la imagen de un hombre con barba reflejada, fue descubierta en 1929 por el fotógrafo oficial Alfonso Marcué González,[25] Laura Helena Hinojosa, investigadora del INAH, después de analizar e inspeccionar minuciosamente diferentes fotografías, concluyó:[26]
"...considero que son cómo diríamos «sacadas de la manga». Mi ojo no puede distinguir semejantes imágenes y pienso que si uno observa un muro, o las mismas nubes, puede encontrar muchas formas que en realidad no existen".Laura Helena Hinojosa Hinojosa
Una figura humana en el ojo izquierdo fue encontrada el 29 de mayo de 1951 por José Carlos Salinas Chávez quien confirmó el busto humano en el ojo derecho. 20 oftalmólogos decidieron estudiar más a fondo.
La Pupila se dilata, lo afirmó en 1956 el oftalmólogo Dr. Javier Torroella-Bueno quien descubre que, al acercar el lente para hacer un fondo de ojo, observaron una vez más que con la luz la pupila se contraía y al retirar la luz, se dilataba nuevamente como si fuera el ojo humano de una persona viva, por la curvatura de la córnea.
Triple imagen es percibida y se descubre el fenómeno óptico de la "triple imagen del efecto Purkinge-Samson", por el Dr. Rafael Torija Lavoignet después de 8 meses de trabajos, en julio de 1956, que es el fenómeno óptico que hace que en el ojo humano se formen las tres refracciones del objeto visto.[27]
Fondo de Ojo. El oftalmólogo y posterior rector de la UNAM, Enrique Graue y oftalmólogo, Díaz González, en 1974, reportan la imagen de un hombre barbado en los ojos de la virgen dice a la virgen: “Levante la vista por favor”, cuando estaba inspeccionando los ojos de la Virgen, sin darse cuenta de que no era una paciente de las que acostumbra a consultar, porque vio el “fondo de ojo” como el que ve en sus pacientes, olvidando que estaba viendo una imagen. Años después un profesor japonés, realizando el mismo estudio, se desmayó, pues está acostumbrado a ver fondos de ojos sólo en los pacientes vivos, no en imágenes. Esto ha sido validado por el investigador y Dr. Ricardo Castañón Gómez.[28]
Un nuevo estudio, fue el realizado por el ingeniero José Aste Tönsmann, con diferente tecnología, la cual fue la utilizada para sus estudios, la que había sido aplicada en el proceso digital para transmitir informaciones visivas de imágenes de los satélites y por las sondas espaciales, ya que el doctor trabajó por años en IBM en procesamiento digital de imágenes. Primero tomó fotografías de los ojos, después se digitalizaron, y luego leídas por el ordenador, realizaron ampliaciones y filtrado de las imágenes. Aste Tönsmann investigó por 30 años la posible existencia de reflejo de figuras humanas en los ojos de la Virgen. José participó como miembro del “Instituto Superior de Estudios Guadalupanos”[29] en México, donde desde febrero de 1979, culminó con años de trabajo intensivo cuyo objetivo era realizar estudios científicos por computadora, agrandando la imagen de la pupila y córnea del ojo derecho e izquierdo en forma digitalizada sobre los ojos de la Virgen de Guadalupe, impresa sobre la tilma de Juan Diego donde, el cual el instituto, lo autorizó a realizar dichos estudios. José fue graduado en ingeniería en Perú y doctorado por la Universidad de Cornell en Estados Unidos, y ha estudiado por más de veinte años la imagen impresa de la Virgen que el indígena recibió en las apariciones que cambiarían decisivamente la historia de México.[30]
13 figuras humanas fueron descubiertas por José Aste, halló doce, en adición a la figura que ya se había descubierto originalmente. Además, confirmó que ésta imagen coincide con la constancia histórica descrita en diferentes informes anteriores, en dos grupos de personas. Las dimensiones de los ojos de la virgen son, el derecho de 8 milímetros de diámetro y el izquierdo 7 milímetros. Ahí se localizó e identificó, utilizando un proceso digital de definición de imágenes, 13 imágenes de personas que, a manera de pequeñas figuras de diferentes tamaños, están agrupados en dos diferentes grupos de personas, que están posicionadas viendo hacia una misma dirección, donde uno grupo están en la córnea, y el otro en la pupila.
Dos grupos de personas visibles en ambos ojos. Las trece personas esta agrupados en dos. Ambos grupos aparecen en ambos ojos, donde en uno de los ojos están un poco girados precisamente por la inclinación de la cara de la virgen. Se investigó matemáticamente el nivel de correlación entre la imagen del ojo derecho con relación a la del ojo izquierdo, y resultó una correlación de 99.1% de las coordenadas vertical y horizontal, de las que se obtuvo el correspondiente coeficiente de correlación.
Los grupos de personas. Un grupo de personas, son reflejo 6 personas presentes en la escena de la estampación de la imagen en la tilma de la Virgen de Guadalupe y se han podido identificar. El otro grupo de 7 personas es ajeno a la “estampación” y está localizado en la córnea.
Ojo derecho.
En la córnea derecha, en el grupo de personas presentes en la impresión de la imagen de la Virgen se puede ver a 6 personas que son:
Un indígena sentado, que mira hacia lo alto mientras parece tener entre sus manos un instrumento musical indígena;
El perfil de un hombre anciano con la barba blanca y la cabeza con calvicie avanzada, -como el retrato del obispo Juan de Zumárraga realizado por Miguel Cabrera para representar el milagro-; El anciano que aparece en los ojos de la Virgen guarda gran parecido con los cuadros del obispo Zumárraga que hay de la época.
Un hombre joven -que se trataría del traductor del náhuatl, -se cree que pudiera ser Juan González García, aunque no hay evidencia al respecto que lo confirme.
Un indio de rasgos marcados, con barba y bigote y un con un gorro que termina hacia arriba en pico, típicamente indígena, que abre su propio manto ante el obispo - Juan Diego, el vidente de la Virgen de Guadalupe-.
Una mujer de rostro oscuro, de raza negra con un turbante en su cabeza, la sierva negra, llamada María, que se habría embarcado con el obispo en España para servirlo en México y a quien el prelado le concedió la libertad antes morir como lo plasmó en su testamento en el Archivo de Indias que conserva el acta de embarque del obispo cuando marchó al Nuevo Mundo.
Un hombre de rasgos españoles que mira pensativo acariciándose la barba con la mano -se cree que era el obispo Sebastián Ramírez Fuenleal, obispo de Santo Domingo-.[31]
En la escena de la estampación reflejada en los ojos de la virgen, no aparecen las flores, sino que, en su lugar, y al centro de ambas pupilas, aparece la imagen de una familia.[32] Ésta imagen está localizada en la pupila o sea la parte central del ojo, en el cual se aprecian siete individuos que corresponden a una familia indígena, compuesta por:
Una mujer joven al centro del grupo que parece mirar hacia abajo y que se estima que es la mamá.
Junto a ella está un hombre con sombrero -se cree que es el papá-.
3,4,5 entre ambos adultos están, dos niños y un bebé –Se estima que son los hijos- .
6 y 7 de pie y detrás del grupo, se ubican un par de figuras de un hombre y mujer maduros, -Aste cree que sean los abuelos de niños de esta familia-.
Ojo Izquierdo. La imagen en los ojos de un ser humano común, refleja los objetos que tiene en frente, en ambos ojos.
El iris y las pupilas de los ojos de la imagen tienen impresa también, la imagen detallada de trece personajes, las cuales son las mismas personas están presentes en el ojo derecho, pero con proporciones y posiciones un poco diferentes; La virgen, al tener un poco inclinada su mirada, las imágenes están un poco desfasadas en un ojo con relación al otro.
Al girar las imágenes de un grupo de un ojo, a la posición del otro ojo, se puede apreciar que, el padre se acerca a los hijos a la madre, compactando y uniendo como familia; el abuelo desaparece ante el giro. Aste deduce la importancia de la familia completa, el derecho de tener un padre y una madre a su lado, disfrutar el amor entre ellos, y la importancia de la presencia de los abuelos en el acompañamiento y apoyo intergeneracional familiar.
El Ojo de Fray Juan de Zumárraga.
Tres reflejos. La imagen de la estampación se refleja una vez en cada ojo de María, a su vez Juan Diego es reflejado en los ojos del obispo Zumárraga.
Una imagen en el ojo del primer Obispo de la Nueva España fue localizado al agrandar la pupila del obispo Zumárraga en la que se observa una imagen del tamaño de un cuarto de micrón, que es la 1/4 parte de un millonésimo de milímetro, que primero fue agrandado mil veces, o sea a 1 milímetro y después fue agrandado 2500 veces más, donde se puede apreciar de nuevo la imagen del indio Juan Diego mostrando la Tilma con la Imagen de la Virgen de Guadalupe, retratada en los ojos del obispo.
El padre Esteban Gobi, mencionó en su contacto mariano del 1980 y del 5 de diciembre de 1994, que la Virgen le dijo: “Busquen los secretos en los ojos de la Virgen de Guadalupe”. Esto confirma el mensaje descubierto por Aste en el ayate de Nuestra Señora de Guadalupe que le dijo:
“Te confirmo hijo mío que… como en mis ojos permanece impresa la imagen del pequeño Juan Diego, a quien me aparecí, así también vosotros estáis impresos en los ojos y en el corazón de vuestra Madre Celestial”.[33]
La proporción áureaes la expresión perfecta de la armonía estética universalmente estudiada y expresada tanto en la naturaleza como en otras obras antiguas del arte mundial, entre las partes con respecto al todo y algunas obras de arte de Durero, Da Vinci, y Miguel Ángel.
Juan Homero Hernández Illescas comprobó y declaró que la imagen de la Virgen de Guadalupe responde perfectamente a la proporción áurea, (1:6.18) para ello escribió un tratado al respecto denominado "La Virgen de Guadalupe y la proporción dorada".[34]
Una explosión tuvo lugar el 14 de noviembre de 1921 cuando el pedrero Luciano Pérez, un español anarquista, depositó un arreglo de flores al lado de la Tilma de Juan Diego y entre ellas había colocado una carga de dinamita que destruyó todo alrededor, inclusive vidrios de casas vecinas,
Cristal sin daño. Es inexplicable según el físico Adolfo Orozco que, ni el cristal ni la imagen, hayan quedado exentos de daños, sin embargo, ni el cristal común que la protegía ni a la Tilma mima sufrieron daño alguno.
Cristo del atentado 1921Deformación inexplicable. Es inexplicable también la forma en que se curvó el tallo del crucifijo, que estaba al frente y cercano a la explosión y que no estaba anclado, y pareciera que absorbió toda la energía como si se hubiera sido calentado de manera extraordinaria en un período de tiempo prolongado. Ninguna ley física puede explicar tal deformación al material del cual está construido, ya que el área frontal es muy pequeña comparada con la onda de choque. [35]
Flores coinciden con volcanes en el mapa de México
Los principales cerros y volcanes de la orografía de México son los que se encuentran representados en distancia y posición proporcional en las flores tépetl y la de cuatro pétalos en el vestido de la Imagen de la Virgen de Guadalupe.
El sacerdote Mario Rojas Sánchez inició los estudios sobre las 10 flores Tepetl en el manto, en la década de los ´80s. Luego el astrónomo Fernando Llanes analizó la relación de la orografía de México y colocó un mapa orográfico superpuesto con la túnica, en posición horizontal este-oeste donde la cabeza de la virgen está hacia el Golfo de México y sus pies hacia el Océano Pacífico , y descubrió que los principales volcanes y cerros, coinciden con las flores impresas en el manto de la Virgen.
Se elaboró un mapa para fundamentar la proporcionalidad de distancia y posición, utilizando la fórmula matemática del Coeficiente de correlación de Pearson, donde la variable “x” son las distancias en centímetros de las flores y como variable “y”, las medidas en kilómetros entre los cerros y volcanes en la orografía de México localizados con software satelital. El resultado fue una correlación –o coincidencia- del 95.23%, con la posición que guardan las 10 flores Tepetl en el vestido con los siguiente los siguientes lugares: 1) Volcán La Malinche -Matlalcuéyetl- Tlaxcala, 2) Cerro El Papayo,[36] EdoMex, 3) Volcán Iztaccíhuatl, (Edo Mex- Puebla) 4) Volcán Popocatépetl, (Edo Mex- Puebla) 5) Cerro del Tepeyac, CDMX, 6) Volc[an Xocotépetl, -Jocotitlán-,Edo. Mex. 7) Valle de Bravo, EdoMex 8) Sierra de Temascaltepec, Estado de México -“Cerro de los baños de vapor” y Pueblo con Encanto- 9) Volcán Nevado de Toluca, EdoMex 10) Volcán Chichinautzin(Ajusco)- CDMX.[37] [38] El cielo de México está en su manto; el territorio en su túnica, cobijados en su totalidad por ella.
Dr. Juan Hernández Illescas, en 1981, estudió el grado de inclinación del rostro de la virgen y vio que eran 23.5°.[39] Esa inclinación es la misma que la inclinación de la tierra. ya había hecho ese descubrimiento. [40]Otros investigadores han confirmado el mismo hecho
El 7 de mayo de 1979 los científicos Jody Brant Smith, profesor de Artes y de filosofía en el Universidad de Miami y catedrático de la Universidad de la Pensacola, y Phillip Serna Callahan, biofísico de la Universidad de Kansas y especialista en pintura, pintor y miembros de la NASA, de manera privada analizan la tilma y 40 fotografías con tecnología de rayos infrarrojos y declaran en sus 3 libros “The image of Guadalupe”[41], “The Guadalupe Madona: Myth or Miracle?[42] -de J. Brant-, "The tilma under infrared radiation: An infrared and artistic analysis of the image of the Virgin Mary in the Basilic of Guadalupe" de Serna C.-[43]:
No se encontró pintura en el original de la imagen.[44]
Al pasar un rayo láser por la tela, colocándola de costado, el mismo pasa sin tocar la pintura ni la tela. De este modo comprueban que la pintura está suspendida en el aire, por tres décimas de milímetros, o sea que la misma no está pegada en el manto, sino tan solo suspendida en el aire. ¡Suspendida en el aire, sobre la tela de fibra de maguey, pero sin tocarla!
Prueban que no es fotografía pues no ha se ha impreso al tejido.[45]
Descubren que la tilma conserva sin ninguna explicación la temperatura del cuerpo humano, de alrededor de 36,6 a 37 °C. a pesar de estar encima de una placa metálica cuya temperatura oscila alrededor de los 15 grados centígrados.
Al acercarse a ver la tela a menos de 10 centímetros, no se ve nada más que las fibras del manto, los colores ya no son visibles, desaparecen. Es imprescindible alejarse para ver la imagen de María.[46]
Cahallan y Smith han mostrado que la imagen cambia ligeramente de color según el ángulo de visión, un fenómeno que se conoce con el término de iridiscencia, una técnica que no se puede reproducir con manos humanas».
Confirman cuales son las artes repintadas, que, aunque pocas, lo son, como: el alargado de los dedos, la figura del ángel, lo plateado de la luna, el oro de los rayos solares y de las estrellas, y el blanco de las nubes que circundan los rayos mismos. Así mismo la cancelación de una corona (1895) que fue sustituida por una corona física externa. Desde 1668 en el libro Estrella del Norte el padre Francisco Florencia, registró tal hecho.
Análisis por peritos en criminalística fue realizado, por el autor de 8 libros y doctor Ernesto Sodi Pallares junto con Roberto Palacios Bermúdez -autor de 4 libros- quienes exponen su registro de cédula profesional y registro federal de causantes para lo cual emiten un dictamen a través de seis conclusiones y que fueron publicadas[47]:
No se puede explicar científicamente la razón de la conservación del ayate por casi 500 años. [48]
No es posible esclarecer porque no se ha decolorado ni virado los colores del ayate.
No es posible comentar porque no se destruyó el ayate de agave popotule.Zacc ante el derrame de ácido nítrico y la reacción xantoproteica.
No es posible determinar porque no sufrió daño alguno el ayate y su cristal de protección ante la explosión de 1921.[49]
No es posible dilucidar porque no se encontraron colorantes vegetales, animales o minerales en el estudio en Heildelberg Alemania.
No se puede entender porque el ayate rechaza a los insectos y el polvo suspendido en el aire.
