Anquilostomiasis

parasitosis intestinal
(Redirigido desde «Anemia tropical»)

La anquilostomiasis es una infección intestinal causada por nematodos parásitos de las especies Necator americanus y Ancylostoma duodenale. Es una infección humana ampliamente diseminada por el mundo en particular en las zonas tropicales húmedas, y afecta a más de 1000 millones de personas. También es llamada anemia tropical y uncinariasis.

Anquilostomiasis
Especialidad infectología
parasitología
Sinónimos
  • Anquilostomosis
  • Uncinariosis

Epidemiología

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La anquilostomiasis afecta a unas 740 millones de personas en el mundo causando hemorragias intestinales crónicas y anemia.[1]

  • Fuente de infección parasitaria o reservorio: hombre enfermo, de mayor importancia en niños que en adultos.
  • Forma parasitaria de eliminación: huevos embrionados o no.
  • Puerta de salida: Ano.
  • Medio de eliminación: heces.
  • Medio de evolución: suelo.
  • Forma parasitaria infectante: larvas filariforme (L3).
  • Medio de penetración: penetración activa transcutánea.
  • Puerta de entrada: piel, también por vía oral en A. duodenale (no pasa por la etapa pulmonar).
  • Muestra de diagnóstico: heces fecales.
  • Método de diagnóstico: coprológico, encontrando huevos del parásito.
  • Hospedador susceptible: humano.

Etiología

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Ciclo de vida de las uncinarias

La anquilostomiasis es una geohelmintiasis (el gusano completa su ciclo en el suelo) muy común y cosmopolita con predominio subtropical, tropical, húmedo y cálido. El hombre se infecta por la penetración de su piel por la larva en estadio filariforme (L3), asociado con malos hábitos higiénicos y precariedad socioeconómica.

Patología

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Las larvas causan traumatismo, daños mecánicos e inflamatorios en la piel, mucosa intestinal y pulmón en su tránsito por estos órganos. Los adultos, para sacar provecho a su acción expoliatriz producen un efecto anticoagulante en el lugar de implantación, lo que favorece las hemorragias crónicas.

Síntomas

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Muy a menudo las personas afectadas por una infestación por estos dos organismos son asintomáticas. En especial, la infección crónica produce:

- Tos, fiebre, ronquera, faringitis, náuseas, vómitos y notable eosinofilia.
  • Síntomas gastrointestinales.
- Dolor abdominal (periumbilical) tipo cólico, diarrea, mareo, tumoración móvil e indolora, migraciones espontáneas por boca o ano, duodenitis y síndrome diarreico intermitente.
  • Pérdidas nutricionales, producto de la acción expoliatriz de la lombriz.
- Anorexia y otras alteraciones del apetito, debilidad general, lipotimia, desequilibrio hidroeléctrico, shock.

Diagnóstico

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Las referencias clínicas y epidemiológicas determinarán un correcto diagnóstico diferencial. El examen parasitológico directo, por el método de Willis, de Kato, o de Stoll conduce a un diagnóstico definitivo y cuantitativo de la carga parasitaria.

Tratamiento

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Los antiparasitarios albendazol y mebendazol son eficaces contra los parásitos causantes de la enfermedad. Los pamoato de oxantel y de pirantel son también usados en ciertos casos que lo ameriten.

Prevención

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El acceso a los servicios de agua potable y saneamiento y el mejoramiento de las prácticas de higiene pueden reducir la morbilidad por ascariasis en un 29% y la morbilidad por anquilostomiasis en un 4%.[2]

Referencias

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  1. Organización Mundial de la Salud. [1]
  2. Relación del agua, el saneamiento y la higiene con la salud Hechos y cifras - actualización de noviembre de 2004. [2]