Budismo de la tierra pura

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El budismo de la tierra pura, (en chino: Jingtu, japonés: Jōdo)[1]​ también llamado en ocasiones amidismo[2]​, es una tradición del budismo mahayana, y una de las formas del budismo más populares en el este de Asia, probablemente la dominante en cantidad de seguidores en China, Corea y Japón.[3]​ La práctica hoy más extendida de la tierra pura se centra en la fe al buda Amitabha (chino: Amituofo, japonés: Amida).[4]

Descenso del buda Amida y los veinticinco bodhisattvas, en bienvenida a una de sus fieles. Arte japonés del período Edo, 1688

Históricamente, las prácticas devocionales del budismo de la tierra pura han sido habituales dentro de varias ramas del budismo, como la escuela Chán,[5]el Tiantai, el Shingon, e incluso el budismo tibetano.[6]​ Aunque en ocasiones el budismo de la tierra pura suele manifestarse como una escuela independiente (como en los casos del Jodo Shu y Jōdo Shinshū japoneses), no siempre que se menciona el budismo de la tierra pura se habla de una escuela per se, sino de un numeroso subconjunto de tradiciones de la rama mahāyāna del budismo.[7]

De acuerdo al historiador y budólogo Charles B Jones, las tradiciones de la tierra pura de Asia Oriental históricamente "ofrecieron una oportunidad para que personas que no pertenecían a la élite, o que se consideraban incluso moralmente malas, alcanzaran una meta equivalente al logro mismo de la budeidad: renacer en la tierra pura del buda Amitābha, saltear el normal procesamiento de su karma acumulado, escapar del samsara y alcanzar la etapa de no retroceso".[4]

Los tres textos principales de esta tradición (los tres sutras de la tierra pura) son el Sūtra largo sobre Sukhāvatīvyūha (Sutra de la vida infinita), el Sutra Amitayurdhyana (Sutra de la contemplación) y el Sutra corto sobre Sukhāvatīvyūha (Sutra de Amitabha). El Pratyutpanna-samādhi-sūtra también es una fuente importante, particularmente para la antigua tradición tierra pura de China.[4]​ En la actualidad, el budismo de la tierra pura se basa principalmente en una práctica de atención plena en el Buda, llamada en chino niànfó (念佛, "recitación del Buda", japonés: nembutsu) que implica recitar el nombre de Amitabha.[4]​ Sin embargo, el budismo de la tierra pura también incluye un gran conjunto de otras prácticas que se realizan junto a esta recitación.[3]

Orígenes

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A lo largo de su historia, el budismo de la tierra pura se ha centrado principalmente en lograr el renacimiento en una "tierra pura" o "campo de Buda" (sánscrito: buddhakṣetra) lo que, en términos generales, se refiere al área de influencia de un Buda.[8]​ Se considera que es un lugar superior para entrenar espiritualmente en pos de la plena budeidad, ya que, con ese propósito, ese espacio ha sido "purificado" mediante la compasión de un Buda, y allí uno puede encontrarse con él o ella cara a cara y estudiar bajo su guía.[8]

El origen de esta tradición puede rastrearse en sutras Mahāyāna indios que entre los siglos I a. C. y I d. C. fueron muy populares en Cachemira y Asia Central.[9]​ Los métodos que se enseñan en las fuentes Mahāyāna que discuten los buddhakṣetras son generalmente formas devocionales mahayanas de una práctica budista clásica, conocida como "atención plena en el Buda" o "evocación del Buda" (sánscrito: buddhānusmṛti).[8]​ El historiador del budismo Andrew Skilton argumenta que fue la mezcla de enseñanzas Mahāyāna con tradiciones de meditación Sarvāstivādas en Cachemira lo que condujo a las prácticas meditativas que más tarde influyeron en el origen del budismo tierra pura en China.[9]

La evocación o rememoración del Buda es una práctica del budismo temprano que se enseñaba ya en los primeros textos budistas. Según Paul Harrison, el término anusmṛti significa 'rememorar', 'evocar' y, por extensión, 'traer a la mente', 'tener presente' (cf. smriti, comúnmente traducido como 'atención plena', en inglés mindfulness).[10]​ El recuerdo del Buda era una entre varias prácticas de anusmṛti. En el Anguttara Nikaya preservado por la tradición Theravada se encuentran seis anusmṛtis o evocaciones: del Buda, del Dhamma, de la Sangha, del sila (observancia moral), del caga (renunciamiento) y de los devata (dioses).[10]​ En el Sutta Nipata, un brahmán seguidor de Buda, llamado Pingiya, señala que aunque su estado físico no le permite estar personalmente con Buda, "no hay momento para mí, por pequeño que sea, que esté alejado de Gotama, de este universo de sabiduría, de este mundo de comprensión. . . con constante y cuidadosa vigilancia me es posible verlo con mi mente tan claramente como con mis ojos, tanto de noche como de día. Y dado que paso mis noches reverenciandolo, no hay, en mi opinión, un solo momento pasado lejos de él".[8]

 
Imagen del bodhisattva Maitreya, el Buda futuro. Siglos II-III d. C., Gandhara.

El Agama Ekottara, conservado en chino y de orígenes quizá anteriores a la tradición Mahāyāna, también contiene varios pasajes únicos sobre el buddhānusmṛti. En el Agama Ekottara III, 1 (Taisho Vol. II, p. 554a7-b9) se afirma que el buddhānusmṛti puede conducir al nirvana incondicionado, así como a poderes mágicos. Este sutra explica que el monje o monja debe sentarse y "contemplar la imagen del Tathagatha sin quitarle los ojos de encima... recordar las cualidades del Tathagatha". Las cualidades que uno contempla incluyen su cuerpo vajra, sus diez poderes, sus cualidades morales, samadhis y sabiduría (prajña).[10]

Según el estudioso de filosofía budista Paul Williams, esta práctica de "atención plena en el Buda" terminó ganando una gran importancia dentro del budismo Mahāyāna, con su cosmogonía expandida que sostiene que existe un número infinito de Budas y bodhisattvas que viven en una infinita cantidad de campos de Buda diseminados por todo el universo. La práctica de la atención plena del practicante dirigida a los Budas llegó a ser vista como una forma de contactar a estos Budas vivientes y alcanzar la iluminación.[8]​ Por ejemplo, el Saptaśatikā Prajñāpāramitā Sūtra (Sutra de la perfección de la sabiduría en 700 líneas) establece que a través del 'samadhi de un solo acto' uno puede alcanzar rápidamente la iluminación: "Los meditadores deben vivir en reclusión, desechar los pensamientos discursivos, no apegarse a la apariencia de las cosas, concentrar sus mentes en un Buda y recitar su nombre con determinación. Deben mantener sus cuerpos erguidos y, mirando en la dirección de ese Buda, meditar en él continuamente. Si pueden mantener la atención plena en el Buda sin interrupción alguna, entonces podrán ver al mismo tiempo a todos los Budas del pasado, del presente y el futuro".[8]

Una idea relacionada con esta budología Mahāyāna era que a través de la conducta, adoración y meditación adecuadas, uno podía llegar a renacer en el campo de Buda de uno de estos Budas.[10]

Desarrollo en Asia Oriental

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Se dice que los sutras de la tierra pura fueron llevados a China por primera vez en el año 148, cuando el monje parto An Shih Kao empezó a traducir sutras al chino en la capital imperial Luoyang, durante la Dinastía Han, en el templo del Caballo Blanco. Al monje kushán Lokaksema, que llegó a Luoyang dos décadas después que An Shih Kao, se le atribuyen frecuentemente las primeras traducciones del núcleo de los sutras del budismo de la tierra pura. Estos sutras describen a Amitābha y su tierra pura, llamada Sukhavati en sánscrito.[cita requerida]

Aunque el Buda Amitabha es mencionado en varios sutras budistas, el Sutra largo sobre Sukhâvatîvyûha (Sutra de la Vida Infinita) es considerado frecuentemente como el más importante respecto a este tema. En este sutra, Buda Gautama describe a su ayudante, Ananda, cómo es Amitābha. Comienza diciendo que en una vida pasada el buda Amitābha, fue en realidad un rey que renunció a su reino y a todas sus posesiones, para convertirse en un monje de nombre Dharmakara. Probablemente Dharmakara era de otro mundo, e hizo un gran número de votos para salvar a todos los seres de los sufrimientos del samsara, y a través de sus grandes méritos (karma) durante incalculables vidas y eones (renacimientos) se convirtió en un Buda, con sus infinitos méritos, creó un reino no corrupto o Universo fuera del espacio-tiempo llamado la Tierra de la Felicidad (Sukhavati). Este paraíso eterno o de existencia indefinida y permanente donde no existe la transmigración, acabaría siendo conocido como la tierra pura en la traducción china, o como el "mundo de la dicha final".[cita requerida]

El budismo de la tierra pura jugó un rol poco relevenate en los inicios del budismo indio, pero llegó a ser de importancia con la fundación de un monasterio en lo alto del Monte Lushan por Huiyuan en el año 402. Se extendió rápidamente por China y fue sistematizado por una serie de pensadores monásticos como Tanluan, Daochuo, Shandao y otros. El movimiento religioso se extendió a Japón y lentamente creció en relevancia. Hōnen (1133-1212) estableció el budismo de la tierra pura como una secta independiente en Japón, conocida como Jodo Shu. La Enciclopedia Budista publicó otra versión del linaje que incluye 13 patriarcas del budismo de la tierra pura. A día de hoy, el budismo de la tierra pura es, junto con el Chan (Zen), la escuela más extendida de budismo en China, Japón, Taiwán y Vietnam.[cita requerida]

 
Nembutsu e imágenes de Amitabha y Shakyamuni. Manpukuji, Uji, Japón

Sus seguidores creen que el Buda Amitabha ofrece una práctica alternativa hacia la consecución de la Iluminación. En el pensamiento del budismo de la tierra pura, se indica que la Iluminación normalmente es difícil de obtener sin la ayuda del Buda Amitabha, debido a que la gente vive actualmente en una era deteriorada, conocida como la Edad del deterioro del Dharma (Mappō); en la que no se presentan las condiciones ideales para alcanzar la iluminación por medios más convencionales y tradicionales. En lugar de un trabajo de meditación solitario con el objetivo de la iluminación, el budismo de la tierra pura enseña que la doctrina de la devoción al Buda Amitabha lleva a renacer en la tierra pura, donde la iluminación está garantizada.[cita requerida]

En la cultura medieval del este asiático, esta creencia fue particularmente popular entre campesinos y gente que era considerada "impura", tal como cazadores, pescadores, prostitutas, etc. El budismo de la tierra pura ofrecía una forma de práctica budista para aquellos que no eran capaces o no disponían de las condiciones para practicar de otras formas. Se cree, que si los practicantes recitan el nombre del Buda Amitabha (nembutsu) cuando su vida actual llega al final, pueden ser recibidos por ese Buda en su tierra pura. En el Sutra Sukhâvatîvyûha, Amitābha realiza 48 votos, estableciendo en el voto decimoctavo que garantizará el renacimiento en su tierra pura a cualquiera que pueda recitar su nombre 10 veces. Esta sencilla forma de veneración ha contribuido en gran medida a su popularidad en el este asiático.[cita requerida]

Otra práctica alternativa que se encuentra en el budismo de la tierra pura es la contemplación meditativa de Amitabha y/o de su tierra pura. Las bases para ello se encuentran en el Sutra de la contemplación, donde el Buda describe a la reina Vaidehi qué aspecto toma Amitabha y cómo meditar en él. Las prácticas de visualización de Amitabha son más populares entre tradiciones monásticas esotéricas del budismo, tales como el budismo Shingon japonés, mientras que el nembutsu es más popular entre seguidores laicos.[cita requerida]

Doctrina de la tierra pura

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Buda Amitabha y dos bodhisattvas (Avalokiteshvara a su derecha y Mahasthamaprapta a su izquierda) en un templo cerca de Meinong, Gaoxiong, Taiwán.

Las tradiciones contemporáneas de la tierra pura se centran en Amitābha exponiendo el Dharma en su tierra pura (chino: jìngtǔ 淨土), una región que ofrece un respiro de la transmigración kármica. La tierra pura de Amitābha, Sukhāvatī (Tierra de dicha), se describe en el Sutra Largo sobre la Sukhāvatīvyūha como dueña de una belleza que supera la de todos los demás planos de la existencia. Se dice que está habitada por muchos dioses, hombres y flores, y por árboles que conceden deseos y en los que se posan pájaros exóticos.[11]​ Las fuentes chinas la describen con varios nombres, entre ellos “Tierra de Buda occidental” (xīfāng fótǔ, 西方佛土), “Tierra del Buda Amitābha” (āmítuófó guó, 阿彌陀佛國), "Felicidad Suprema” (jílè, 極樂), "Paz y Sustento” (ānyǎng, 安養) y "Paz y Dicha” (ānlè, 安樂).[4]

Eentrar en la tierra pura es visto popularmente como equivalente a lograr el nivel bodisátvico del no-retroceso.[4]​ Al ingresar a la tierra pura, el practicante es instruido en el Dharma por el Buda Amitābha y numerosos bodhisattvas, hasta que alcanza la budeidad plena. Los bodhisattvas tienen la capacidad de manifestarse en cualquiera de los seis reinos de la existencia para ayudar a todos los seres sintientes en saṃsāra, todo sin abandonar la tierra pura.[8]

En el budismo Mahāyāna hay muchos budas, y cada uno tiene una tierra pura. Se entiende que Sukhāvatī, la tierra pura de Amitābha, está en dirección oeste, mientras que Abhirati, la tierra pura de Akṣobhya, está al este. Aunque existen otras tradiciones budistas dedicadas a renacer en compañía de otros Budas (como Maitreya), la tierra pura de Amitabha es con mucho la más popular.[8]​ De hecho, según Charles B. Jones, la mayoría de los budistas chinos, japoneses y coreanos de hoy en día practican de una u otra manera para alcanzar la tierra pura de Amitabha.[3]

Los budistas de la tierra pura creen que hay evidencia de ésta proveniente de personas moribundas, en camino de renacer en la tierra pura. Estas evidencias incluyen saber de antemano la hora de la muerte, experimentar visiones de Amitābha y los dos bodhisattvas que lo acompañan, Avalokiteśvara y Mahāsthāmaprāpta, y registros de antiguos budistas de la tierra pura que han muerto y dejado reliquias (sarira).[12]

La tierra pura en otra dirección versus la tierra pura como fenómeno mental

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Muchas fuentes clásicas chinas de la tradición de la tierra pura entienden a la tierra pura como algo que supera o está más allá del triple reino (el reino del deseo, el reino de la forma y el reino sin forma).[4]​ Sin embargo, aunque era y es común pensar en la tierra pura como un lugar real en el que uno literalmente renace después de morir, otras fuentes y autores enfatizan la idea de que este mundo es en sí mismo coextensivo con la tierra pura y, por lo tanto, no se trata de lugares separados. Según Jones, "los textos citados con más frecuencia en apoyo de esta versión de la tierra pura fueron el Sutra de Vimalakīrti y el Sutra de la Plataforma del Sexto Patriarca."[4]

Así, el budismo chino heredó dos visiones diferentes de la tierra pura[4]​:

  • “La tierra pura en dirección oeste” (xīfāng jìngtǔ, 西方淨 土) o “tierra pura en otra dirección” (tāfāng jìngtǔ, 他方淨土) que veía la tierra pura como otro plano de la existencia que estaba lejos de este mundo y que uno podía alcanzar después de la muerte, al renacer allí después de realizar varias prácticas de la tradición tierra pura. Este punto de vista fue defendido por figuras como Tanluan (s.VI) y Shandao (s.VII) y tendía a ser popular entre figuras más orientadas a las prácticas devocionales que tendían a centrar su enseñanza en las magníficas características de la tierra pura para despertar en sus discípulos el deseo de ir allí.
  • “tierra pura como fenómeno solo mental” (wéixīn jìngtǔ, 唯心淨土), muy favorecida por la tradición Chán (Zen), sostenía que este mundo es en sí mismo una tierra pura y solo parece impuro debido a que nuestras mentes impuras proyectan la impureza en el mundo. Desde este punto de vista, al purificar nuestras mentes ganamos acceso a la tierra pura. Los defensores de este punto de vista también utilizan un pasaje del Sutra de la contemplación que afirma: “esta mente crea al Buda, esta mente es el Buda”.[4]
 
Descenso de Amitabha y su corte de veinticinco bodhisattvas sobre la casa de uno de sus fieles al momento de su muerte. S. XII, Japón.

Según Jones, estas dos ideas dieron lugar a muchos debates dentro del budismo chino, que continuaron hasta el siglo XX.[4]​ El patriarca de la tierra pura Yìnguāng (c. 1861-1940), por ejemplo, escribe que ver los diversos esplendores de la tierra pura como "fábulas, metáforas o estados psicológicos" es "herético" y una "visión ridícula".[4]

Por otro lado, aquellos que han promovido el punto de vista de la "tierra pura como fenómeno mental" han visto la idea de que la tierra pura está "en otro lugar" como una violación de la doctrina Mahayana de la no dualidad de pureza e impureza, de samsara y nirvana.[4]​ También han sostenido que afirmar que una tierra pura puede existir fuera de la mente y puede parecer pura incluso para una mente impura contradice la idea mahayana de que el mundo está construido por la mente.[138] Este punto de vista es defendido por el famoso texto Chan conocido como Sutra de la plataforma. En este texto, Huineng afirma que solo los ilusos esperan nacer en una tierra lejana en el oeste, mientras que los sabios que saben que su naturaleza está vacía buscan la tierra pura purificando sus mentes.[4]

Otros pensadores chinos intentaron reconciliar los dos puntos de vista. Yúnqī Zhūhóng (1535–1615) sostuvo que las enseñanzas sobre la existencia de la tierra pura como lugar eran un medio hábil (upāya) que el Buda usó para ayudar a aquellos con capacidades menores. En realidad, el Buda no tiene necesidad de un lugar o tierra real, ya que habita en todas partes y, sin embargo, debido a la compasión por los demás que necesitan ese lugar, manifiesta la tierra pura para atraer a los seres sintientes. Una vez que llegan a la tierra pura, aprenden el Dharma y se dan cuenta de que ésta siempre fue solo mente. Los verdaderos sabios saben que ambas verdades se interpenetran profundamente y, por lo tanto, pueden sostener ambas ideas (tierra pura en otra dirección y tierra pura como fenómeno mental) sin contradicción.[4]​ Así, Yúnqī Zhūhóng afirma:

"Ahora bien, contemplar (niàn, 念) el vacío es verdadero nian, y la producción entra en la no producción [o el nacimiento entra en el no nacimiento], y nian el Buda (nianfo) es nian la mente. Nacer allí (es decir, en la tierra pura) no significa dejar de nacer aquí (este mundo contaminado). La mente, Buda y los seres sintientes son de una sola sustancia, la corriente del medio no mora en [ninguna de] las dos orillas. Por lo tanto, decimos 'el Amitābha de nuestra propia naturaleza; la tierra pura de la mente.'"[4]

Apologías de la tierra pura

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Salón de los diez mil budas, monasterio budista Miu Fat (Hong Kong). Estatuas de los budas Amitabha, Shakyamuni y Bhaisajyaguru.

Pensadores chinos como Zuhong y Yuan Hongdao desarrollaron esquemas que incluían varias categorías de Tierras Puras. Dentro de ese sistema, podían aceptar la existencia tanto de Tierras Puras "solo en la mente" como de la tierra pura de Amitabha como un mundo aparte. El esquema de Yuan también incluye muchos otros tipos de Tierras Puras que se encuentran en la literatura Mahayana, incluyendo: la tierra pura del Buda Primordial Vairochana -el dharmadhātu completo en el que todos los dharmas se entrelazan en armonía-; la asamblea de la tierra pura del Pico del Buitre mencionada en el Sutra del loto, también llamada tierra pura de la Verdad Constante (héng zhēn jìngtǔ); y la tierra pura de la Manifestación Conjurada, que solo existe por un breve período de tiempo, como cuando el Buda cambia el mundo en el Sutra de Vimalakirti. La tipología de Tierras Puras de Yuan sirvió para resolver parte del conflicto con respecto a la naturaleza de la tierra pura, al basarse en fuentes budistas clásicas para mostrar cómo en ellas había una gran variedad de Tierras Puras.

En ocasiones, los pensadores chinos de la tierra pura defendieron el pensamiento tierra pura explicándolo dentro del contexto de las filosofías Tiantai y Huayan. Por ejemplo, Yuan Hongdao usó la doctrina Tiantai de las tres verdades para defender la existencia del camino de la tierra pura como una realidad provisional, verdadera pero vacía.[4]​ Mientras tanto, Yuan Hongdao y Yinguang recurrieron al pensamiento Huayan para defender la verdad de la tierra pura. Yuan Hongdao usó la teoría Huayan de la red de Indra para explicar cómo la tierra pura se interpenetra perfectamente con todas las tierras de Buda y todas las tierras impuras.[4]

Los pensadores chinos de la tierra pura también defendieron la eficacia de la práctica tierra pura de diferentes maneras. Por ejemplo, argumentaron que la idea de que un esfuerzo aparentemente pequeño en la práctica del nianfo tiene un efecto enorme no era algo ilógico, ya que a veces una pequeña causa (como una chispa) puede tener una gran consecuencia (como un incendio).[3]​ Algunos también argumentaron que uno no podía saber cuánto buen karma había acumulado en el pasado, y que la práctica del nianfo podría requerir muchas vidas para producir el nacimiento en la tierra pura.[3]

Tierras Puras

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En la mitología budista existe gran cantidad de tierras puras, ejemplos de ellas son:

Personalidades célebres

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El poeta Kobayashi Issa, célebre autor de haikus, adhirió al budismo de la tierra pura, y como tal llegó a desempañarse como sacerdote laico de la escuela Jōdo Shinshū.[13]

El filósofo y traductor japonés D. T. Suzuki, uno de los principales divulgadores del budismo en Occidente durante el siglo XX, tuvo una estrecha relación con el budismo de la tierra pura. Su madre era seguidora de la Jōdo Shinshū,[14]​ y aunque Suzuki dedicó la mayor parte de su propia práctica religiosa y su estudio académico al Zen, en sus últimos años escribió favorablemente sobre el budismo de la tierra pura, al que dedicó el trabajo El buda de la luz infinita: las enseñanzas del budismo shin. Allí afirma: "De todos los desarrollos que el budismo Mahayana ha alcanzado en el Lejano Oriente, el más notable es la enseñanza shin de la escuela de la tierra pura".[15]

El astronauta, ingeniero aeroespacial y teniente coronel de la fuerza aérea de Estados Unidos Ellison Onizuka fue un seguidor del Budismo de la tierra pura.

Véase también

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  1. «Pure Land Buddhism | Definition, Scriptures, History, Sects, & Facts | Britannica». www.britannica.com (en inglés). Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  2. Gómez, Luis O. (2002). «El budismo como religión de esperanza. Observaciones sobre la "lógica" de una doctrina y su mito fundacional». Estudios de Asia y Africa 37 (3 (119)): 477-501. ISSN 0185-0164. Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  3. a b c d e Jones, Charles Brewer (2021). Pure Land : history, tradition, and practice (First edition edición). ISBN 978-1-61180-890-2. OCLC 1176322180. Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  4. a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q Jones, Charles Brewer (2019). Chinese Pure Land Buddhism : understanding a tradition of practice. ISBN 978-0-8248-8101-6. OCLC 1122562840. Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  5. Sharf, Robert H. (2002). «On Pure Land Buddhism and Ch'an/Pure Land Syncretism in Medieval China». T'oung Pao 88 (4/5): 282-331. ISSN 0082-5433. Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  6. Halkias, Georgios (2017). Luminous bliss : a religious history of Pure Land literature in Tibet : with an annotated English translation and critical analysis of the Orgyan-gling gold manuscript of the short Sukhāvatīvȳuha-sūtra (Paperback edition, 2017 edición). ISBN 978-0-8248-7282-3. OCLC 993603705. Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  7. «The Pure Land tradition : history and development | WorldCat.org». www.worldcat.org. Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  8. a b c d e f g h Williams, Paul (11 de julio de 2008). Mahayana Buddhism. ISBN 978-0-203-42847-4. doi:10.4324/9780203428474. Consultado el 10 de febrero de 2023. 
  9. a b Skilton, Andrew (1997). A concise history of Buddhism (2nd edition, corrected and completeley reset edición). Windhorse. ISBN 0-904766-92-6. OCLC 59584535. Consultado el 10 de febrero de 2023. 
  10. a b c d Harrison, PaulM. (1978-09). «Buddhanusmrti in the pratyutpanna-buddha-sammukhavasthita-samadhi-sutra». Journal of Indian Philosophy (en inglés) 6 (1). ISSN 0022-1791. doi:10.1007/BF00207333. Consultado el 10 de febrero de 2023. 
  11. Andrews, Gail C. (2010). Birmingham Museum of Art : guide to the collection. Birmingham Museum of Art. ISBN 978-1-904832-77-5. OCLC 698774010. Consultado el 5 de febrero de 2023. 
  12. «念佛往生(新) - 念佛感應事蹟 - 感應故事 - 淨土宗». plb.tw. Consultado el 6 de febrero de 2023. 
  13. «Jodo-Shinshu influence in the "insect" haiku of Kobayashi Issa - ProQuest». www.proquest.com. Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  14. «The Training of the Zen Buddhist Monk. Suzuki, Daisetz Teitaro». Isis 27 (3): 514-515. 1937-11. ISSN 0021-1753. doi:10.1086/347283. Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  15. Suzuki, Daisetz Teitaro (2001). El buda de la luz infinita : las enseñanzas del budismo shin. Paidós. ISBN 84-493-1132-2. OCLC 48636611. Consultado el 7 de febrero de 2023.