En la mitología griega, los Alóadas (Ἀλωάδαι / Alôadai; o Ἀλωεῖδαι / Alôedai) eran dos gemelos llamados Oto[1]​ y Efialtes,[2]​ hijos de Poseidón e Ifimedea, esposa de Aloeo, personaje este último por el que son llamados así.[3]

Talla dulce, obra de Tommaso Piroli (1752–1824) a partir de un dibujo de 1793 de John Flaxman, empleada en una edición inglesa de 1795 de la Ilíada: Oto y Efialtes mantienen encadenado a Ares.

Eran gigantes fuertes y agresivos, que ya medían seis codos y medio de alto a los doce años de edad. La hermana de los Alóadas, descrita como tan grande como ellos, era llamada Plátano[4]​ o Elate.[5]


Hazañas míticas

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Los Alóadas quisieron en un momento dado asaltar el monte Olimpo, para lo cual apilaron el monte Osa sobre el Pelión (los cuales miden 1550 y 1650 metros). Como prueba más de su atrevimiento, se cuenta que Efialtes tenía interés amoroso por Hera y Oto por Artemisa.[6]

Lograron secuestrar a Ares y le mantuvieron preso en una vasija de bronce encadenado durante trece meses.[7][8]​ Solo fue liberado cuando Hermes robó la vasija. Después, Artemisa se transformó en cierva y huyó saltando entre ellos. Los Alóadas, que no querían dejarla escapar, arrojaron flechas y así cada uno mató al otro. En otra versión, es Apolo quien envía la cierva.[6][9]

Se decía que los Alóadas sufrían un castigo en los Infiernos: permanecer atados con serpientes a una columna sobre la que había posada una lechuza dándose siempre la espalda.[9]

Culto e interpretación del mito

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Monte Zagarás (el «Helicón» de la antigüedad).

Algunos consideran a los Alóadas caritativos portadores de la civilización, por fundar ciudades y enseñar cultura a la humanidad. Específicamente, en Naxos y la beocia Ascra, la pareja era muy venerada. Por otra parte, los Alóadas fueron los primeros en sacrificar a las Musas, estableciendo que el monte Helicón sería su lugar sagrado.[10]

Diodoro Sículo, en la Biblioteca histórica, describe un mito local de la isla de Naxos: los tracios secuestraron a las mujeres de Tesalia, incluida la madre de Aloadas, Ifimedea, y se las llevaron a la isla, que entonces se llamaba Estróngile. Oto y Efialtes, a la cabeza de las tropas, navegaron hacia la isla y derrotaron a los tracios que allí se encontraban. Los residentes locales comenzaron a venerarlos como héroes.[11]

Su tumba se mostraba en Antedón.[12]​ Las fuentes antiguas contienen indicios de su veneración en las islas de Naxos, Creta, en Caria .

En la Divina comedia

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En la Divina comedia de Dante Alighieri, Efialtes se encuentra entre cuatro gigantes que están en torno a un pozo que separa al octavo y al noveno círculos del infierno.[13]

Referencias

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  1. Oto: Ὥτος (búho orejudo).
  2. Efialtes: Ἐφιάλτες (el que salta).
  3. Poseidón sedujo a la mortal Ifimedea mezclándose con el río Enipeo. O bien ella, enamorada de la deidad marina, concibió a esos dos gigantes echándose agua del mar en el regazo.
  4. Nicéforo Basilacio: Progymnasmata, VI
  5. Libanio, 34, 1110
  6. a b Apolodoro, Biblioteca mitológica I, 7, 4.
  7. Homero, Ilíada, V.384-390.
  8. MARTÍN, René: Diccionario de la mitología clásica. Espasa. 1998.
  9. a b Higino: Fábulas 28.
  10. Pausanias IX,29,1.
  11. Diodoro Sículo V,50-51.
  12. Pausanias IX,22,6.
  13. Dante Alighieri, Divina comedia: Infierno, canto XXXI.