Acicoria
Los acuarelistas de 1830 designaban con el nombre de acicoria a un color de tono amarillo rojizo «que no vendían los tenderos», pero que se obtenía evaporando durante cuatro horas consecutivas el residuo de un paquete de raíz de achicoria quemada y en polvo, desleída en un litro de agua.
Este color servía para obtener tonos bituminosos, de tono de sepia, semejantes a los de la pintura al óleo, entonces muy de moda.
Referencias
editar- El contenido de este artículo incorpora material del tomo 2 de la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana (Espasa), cuya publicación fue anterior a 1945, por lo que se encuentra en el dominio público.