Abu al-Qasim al-Khoei
El gran ayatolá sayyid Abu al-Qasim al-Khoei (árabe: أبو القاسم الخوئي, persa: سید ابوالقاسم خوئی, Khoy, hoy Azerbaiyán Occidental, Irán; 19 de noviembre 1899-Kufa, hoy Irak; 8 de agosto de 1992) fue un alfaquí, tafsir, kalamí chií, uno de los más influyentes eruditos (Marya Taqlid imamíes).[1]
![](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/51/Abu_al-Qasim_al-Khoei_%287738%29.jpg/150px-Abu_al-Qasim_al-Khoei_%287738%29.jpg)
Biografía
editarEn 1912, fue a Náyaf (Irak) para comenzar sus estudios religiosos en su hauza (escuela coránica; en esta escuela del Islam chiita, fue durante más de 70 años, alumno, profesor y, a partir de 1970, líder, tras suceder Gran Ayatolá Muhsin al-Tabataba'i al-Hakim (1889-1970).
Alcanzó el rango de ayatolá poco después de cumplir 30 años. Desde 1970 hasta su muerte fue el más alto dignatario espiritual de todos los chiítas.
Después de caer el levantamiento chiíta contra el gobierno de Sadam Huseín en marzo de 1991, primero fue arrestado, obligado a aparecer en televisión con Sadam Huseín y luego puesto bajo arresto domiciliario.
Murió en su apartamento de un ataque cardíaco el sábado 8 de agosto de 1992, el gobierno cerró inmediatamente todas las carreteras hacia Kufa y Najaf e impuso toques de queda para impedir manifestaciones críticas con el régimen. Los medios oficiales anunciaron el fallecimiento del Gran Ayatolá e informaron que el funeral se llevaría a cabo el domingo. Sin embargo, alrededor de la medianoche, su familia recibió la orden de enterrar el cuerpo antes del amanecer. El gran ayatolá Ali as-Sistani pronunció el panegírico. El ataúd iba acompañado solo de seis personas, pero los medios gubernamentales anunciaron que el ataúd fue llevado a todos los lugares religiosos importantes de la zona con una gran escolta y con la simpatía de los funcionarios del gobierno.
Uno de sus hijos, Sayyid Mohammed Taqi al-Choei, murió la noche del 21 al 22 de julio de 1994 en un accidente automovilístico que, según se decía, había sido organizado por Saddam Hussein. Otro hijo, Sayyid Abdul Majid al-Choi, regresó a Irak desde el exilio después de la conquista estadounidense de Bagdad en 2003 como presidente de la Fundación al-Choei, fundada por su padre para apoyar obras religiosas y caritativas.