Abronia gaiophantasma

especie de reptiles

El dragoncito de la Sierra de las Minas[3]​ (Abronia gaiophantasma) es una especie de lagarto escamoso ánguido del género Abronia endémico de Guatemala.[4]​ Fue descrito por primera vez por los herpetólogos Jonathan Atwood Campbell y Darrel Richard Frost en el año de 1993 a partir del holotipo UTA R-19646.[2][4]

Dragoncito de la Sierra de las Minas
Estado de conservación
En peligro (EN)
En peligro (UICN 3.1)[1]
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Orden: Squamata
Suborden: Anguimorpha
Familia: Anguidae
Género: Abronia
Especie: A. gaiophantasma
Campbell & Frost, 1993[2]

Etimología

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El epíteto específico de A. gaiophantasma deriva del griego, específicamente de las palabras γαιο ("gaio"), que significa tierra y φάντασμα ("phantasma"), que significa espíritu o fantasma. El nombre hace alusión a la coloración distintiva de la especie, que se asemeja a las tonalidades marrón rojizas de las arcillas lateríticas propias de su hábitat. Estas arcillas, características de la región, se vuelven más visibles con la deforestación y la creciente invasión humana.[2][4]

Descripción

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Como otros de su género, es un lagarto de cuerpo largo y esbelto, cola prensil y larga, cabeza triangular y patas cortas. Cuenta con una coloración similar a las lateritas de su hábitat, con un dorso de color canela o pardo rojizo o grisáceo, con la presencia de manchas oscuras transversales. [3][2]​ La coloración de la piel orbital que rodea el ojo es similar a la coloración del resto de la cabeza.[5]​ La región ventral es de color amarillo verdoso claro.[6][7][8]​ Los juveniles y subadultos presentan bandas cruzadas de color marrón oscuro.[2]

Se distingue de otros miembros de su género por las siguientes características:[2][3][5]

  • Presencia de 28 a 30 hileras transversales de escamas dorsales.
  • Presencia de 12 a 14 hileras longitudinales de escamas dorsales, dispuestas de forma paralela al pliegue ventro-lateral.[2][3][5]​ Aunque en una población en Chelemhá, un ejemplar identificado como un macho adulto, presentó 15 filas longitudinales de escamas dorsales grandes.[6]
  • Presencia de 14 a 16 hileras longitudinales de escamas ventrales.
  • Seis hileras longitudinales de escamas nucales.
  • Presencia de escamas temporales superiores primaria y secundaria agrandadas, mayores que la terciaria.
  • Presencia de la última escama labial inferior de tamaño pequeño.
  • Escamas infralabiales posteriores no alargadas.
  • Escamas postmentales simples o divididas.
  • Presencia de escamas preauriculares de forma irregular.
  • Presencia de escamas supraauriculares alargadas y espinosas, conocidas comúnmente como cuernitos en las especies del género Abronia.

Distribución y hábitat

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Se distribuye en la Sierra de las Minas, ubicada en el departamento de Baja Verapaz, en Guatemala.[2]​ Su rango altitudinal oscila entre 1600 y 2650 m s. n. m.[4][1]​ La localidad tipo es en la ladera oeste del Cerro Verde en las cercanías de La Unión Barrios, Baja Verapaz, Guatemala, a 1600 m.s.n.m.[2]

La extensión potencial del área de distribución de la especie, estimada en 2,300 km², incluye zonas de hábitat inadecuado, como un valle árido en el oeste. Aunque el 52% de esta área está bajo alguna forma de protección legal, solo un 0.5% corresponde a áreas estrictamente protegidas. La falta de conectividad entre las reservas y la limitada cobertura de protección estricta agravan la vulnerabilidad de A. gaiophantasma.[6]

Las áreas protegidas en donde se encuentra son la Reserva Biotopo Mario Dary Rivera, o Biotopo del Quetzal, la Reserva de Biosfera Sierra de Las Minas y varias otras reservas privadas.[1]​ También se encuentra en la Reserva Natural Privada Chelemhá, en Alta Verapaz, Guatemala, específicamente en un bosque nuboso primario a 2,270 metros de altitud.[6]

Existe "micro-simpatría" entre está especie y el dragoncito de Guatemala Central. Ambas especies coexisten en el bosque nuboso húmedo de la Sierra de las Minas, en Guatemala, específicamente en la Reserva Biotopo Mario Dary Rivera, en área reducida de aproximadamente 4 o 5 hectáreas. Los herpetólogos Campbell y Frost, reportaron un caso en el que ejemplares de ambas especies se encontraron en raíces adyacentes del mismo árbol, expuestas a un parche de luz solar.[2]

En cuanto a su distribución, A. gaiophantasma se extiende más hacia el este, llegando a regiones cercanas a Chilascó. Esta área es más seca y está dominada por bosques de pino-encino, un tipo de hábitat donde A. fimbriata no se ha detectado. Por el contrario, A. fimbriata se distribuye hacia el norte en los bosques nubosos de Alta Verapaz, donde A. gaiophantasma no está presente, lo que refleja una segmentación ecológica en su rango geográfico.[2]

Hábitat

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Cómo otras especies de dragoncitos, A. gaiophantasma presenta una marcada preferencia arbórea, habitando en bosques nubosos y bosques de pino-encino estacionalmente secos, mostrando cierta plasticidad ecológica.[2]​ También habita bosques húmedos subtropicales y montanos inferiores.[9]​ En el límite de la distribución conocida de la especie, en Chelemhá, el hábitat está rodeado de un denso bosque nuboso, con árboles de hasta 40 metros de altura. Sin embargo, esta área enfrenta desafíos significativos debido a la deforestación, que ha fragmentado el hábitat y aislado esta población de otras previamente registradas, como las de Montaña Caquipec, a 13 kilómetros al oeste.[6]

Microhábitat

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Habita en vegetación epifita, en plantas como en grandes bromelias y en musgo español o paxtle, creciente sobre árboles de roble, lo que refuerza su asociación con ambientes húmedos y bosques nubosos.[2]

Estado de conservación y amenazas

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La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) considera a esta especie como en peligro de extinción, esto debido a que presenta diversas amenazas ambientales, como la pérdida de su hábitat a causa de la agricultura y el cultivo de exportación de la planta ornamental Chamaedaphne calyculata a países como Japón y Europa. Otras amenazas para esta especie incluyen la conversión de su hábitat en plantaciones de pino y la degradación de su hábitat debido a incendios intencionales.[1]​ Debido a esto, los herpetólogos Campbell y Frost expresaron dudas serías acerca de que esta especie, y varias otras del género Abronia sobrevivieran a lo largo del siglo XXI, llegando reducción de las poblaciones restantes a niveles pequeños e inviables hasta su extinción.[2]

Referencias

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  1. a b c d Ariano-Sánchez, D., Acevedo, M. & Johnson, J. 2014. Abronia gaiophantasma. The IUCN Red List of Threatened Species. Version 2014.3. Acceso: 23 de marzo de 2015
  2. a b c d e f g h i j k l m n Campbell, Jonathan A.; Frost, Darrel R. (1993). Anguid lizards of the genus Abronia : revisionary notes, descriptions of four new species, a phylogenetic analysis, and key. Bulletin of the AMNH ; no. 216. Consultado el 25 de diciembre de 2024. 
  3. a b c d Sánchez-Herrera, O., Solano-Zavaleta, I., Rivera-Téllez, E. 2017. Guía de Identificación de los Dragoncitos (lagartijas arborícolas, Abronia spp.) regulados por la CITES (PDF Navegable). CONABIO. México.
  4. a b c d Uetz, P. & Jirí Hošek (ed.). «Abronia gaiophantasma». Reptile Database (en inglés). Reptarium. 
  5. a b c Ordoñez Sayle, E. (2018, noviembre). Guía rápida de identificación de lagartijas del género Abronia de Guatemala. Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), Fondo Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Fonacon), Centro de Estudios para el Desarrollo y la Cooperación (Cedec). Ilustraciones por A. L. Ambrosio.
  6. a b c d e Eisermann, K., & Acevedo, M. E. (2016). A new locality for the Endangered Abronia gaiophantasma Campbell and Frost, 1993 (Squamata: Anguidae) in Alta Verapaz, Guatemala, with notes on morphology. Mesoamerican Herpetology, 3(4), 1085–1089.
  7. Köhler, G. 2008. Reptiles of Central America. 2nd ed. Herpeton, Offenbach, Germany
  8. Franzen, M., and J. Haft. 1999. Range extension and morphological variation in Abronia gaiophantasma Campbell and Frost (Sauria: Anguidae). Caribbean Journal of Science 35: 151–152.
  9. Acevedo, M., L. D. Wilson, E. B. Cano, and C. Vásquez-Almazán. 2010. Diversity and conservation status of the Guatemalan herpetofauna. Pp. 407–434.