Millardo

número natural
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Un millardo es el número natural equivalente a mil millones (1 000 000 000)[1]​ o, en notación científica, 109. En el Sistema Internacional de Unidades equivale al prefijo giga. En español, la palabra «millardo» es un extranjerismo adaptado que no forma parte del sistema de adjetivos numerales; está recogido por la Real Academia Española desde 1995 a instancias de una de las academias de la ASALE.

109
Cardinal Millardo
Escala numérica larga

106 109 1012
Lista de números

Ya que no es parte del sistema de adjetivos numerales, sino un sustantivo que opera de modo similar a «docena», «centena» o «millar», este vocablo no puede ir seguido de adjetivos numerales. Así, no es apropiado leer 100 000 200 000 como «cien millardos doscientos mil», siendo lo correcto «cien mil millones doscientos mil».[2]

Etimología

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Es una palabra derivada de la francesa milliard, que existe en la gran mayoría de los idiomas europeos (en italiano y alemán desde el siglo XVIII),[3]​ pero que no correspondía a ningún uso en España ni en la mayor parte de Hispanoamérica. La excepción está en Venezuela, donde se usa corrientemente en los periódicos de circulación nacional, como por ejemplo El Nacional y El Universal, así como en los grandes medios de comunicación de ese país.

Cabe mencionar que la palabra «millar» en español, aunque puede parecer un cognado del millard francés (lo mismo que boulevard y «bulevar»), es en realidad un sustantivo que indica la cantidad de mil.

Motivación de uso

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La palabra millardo fue introducida por la Real Academia Española en el año 1995, a petición del entonces presidente de Venezuela Rafael Caldera,[4][5]​ también miembro de la Academia Venezolana de la Lengua, y después de haber sido aprobada por la Asociación de Academias de la Lengua Española.

El término había sido propuesto originalmente en 1987 por el matemático colombiano Bernardo Mayorga en una revista de matemáticas (https://revistas.uis.edu.co/index.php/revistaintegracion/article/view/1181/1575), y su uso lo impulsaron desde ese año varios periodistas de los diarios colombianos El Tiempo y El Espectador (https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-428354), periódicos que eran material de lectura del presidente Caldera, a quien el vocablo le pareció de gran utilidad.[6]

La razón por introducir este término fue la de impedir que la palabra inglesa billion fuera traducida erróneamente como «billón».[3]​ El hecho de que no ha existido promoción alguna de su adopción (la noticia salió el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes), y de que el término «mil millones» no sea ambiguo y sí entendible por todos, además de no ser parte de la nomenclatura corriente de los números, podrían ser motivos por qué «millardo» no haya tenido difusión masiva fuera de Venezuela.[7]​ Alguna instituciones siguen considerándolo incorrecto sobre todo para el uso matemático, y la misma Real Academia en su Diccionario limita su uso a la esfera económica.[1]

El Diccionario panhispánico de dudas lo recomienda en casos que se pueda traducir errónemente al billion del inglés estadounidense.[8]

Escalas larga y corta (en otros idiomas)

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En Occidente existen básicamente dos maneras de nombrar a los grandes números: la «escala larga» y la «escala corta». Ambas fueron inventadas (o por lo menos teorizadas) y exportadas por Francia (como lo hizo con las unidades de peso y medida: el gramo y el metro), en dos épocas distintas.

La escala larga es la siguiente:

103 = 106 = 109 = 1012 = 1015 = 1018 = 1021 = 1024 =
1000 1 000 000 1 000 000 000 1 000 000 000 000 1 000 000 000 000 000 1 000 000 000 000 000 000 1 000 000 000 000 000 000 000 1 000 000 000 000 000 000 000 000
mil millón millardo billón billardo trillón trillardo cuatrillón

Esta numeración es la vigente en francés, español, alemán, neerlandés, sueco, finés, húngaro, noruego, checo, polaco, rumano y en italiano (con ciertos matices).

La escala corta es la siguiente:

103 = 106 = 109 = 1012 = 1015 = 1018 =
1000 1 000 000 1 000 000 000 1 000 000 000 000 1 000 000 000 000 000 1 000 000 000 000 000 000
mil millón billón trillón cuatrillón quintillón

El factor entre «billón», «trillón» y los siguientes puede variar.

Es la numeración vigente en Estados Unidos, y se ha impuesto a todos los países de habla inglesa, en ruso (exceptuando la denominación de milliardo para 109), y en Brasil.

Para los usos cotidianos,[9]​ la diferencia entre estos dos sistemas se resume en el valor del billón: ¿un millón de millones como en España e Hispanoamérica o mil millones, como en Estados Unidos y Brasil? Se puede defender la posición de la Academia Venezolana de la Lengua, que pretende que el empleo del millardo fortalezca la numeración actual, aún más sabiendo que el uso del billón ha variado mucho en la segunda mitad del siglo XX:

  • En 1948 Francia propuso regresar a la escala larga, en la Conferencia Internacional de las pesas y medidas. Este país confirmó su elección en 1961 (Décret 61-501, página 14, nota 3A).[10]
  • En 1994, el gobierno italiano confirmó la adopción del billón de la escala larga y el millardo (Direttiva CE 1994 n. 55, página 12). El uso popular oscilaba entre las dos escalas.[11]

Véase también

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Referencias

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  1. a b Real Academia Española. «millardo : Del fr. milliard. 1. m. Econ. Mil millones.». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 17 de noviembre de 2018. 
  2. «millardo/mil millones». Fundéu BBVA. 24 de abril de 2013. Archivado desde el original el 23 de agosto de 2014. «(...Omissis...) hay que señalar que «millardo» no es parte del sistema de adjetivos numerales, sino que es un nombre que opera de modo similar a «docena» o «centenar» y que por tanto no puede ir seguido de adjetivos numerales.» 
  3. a b Vidal, Joaquín (9 de febrero de 1996). «El millardo, esa palabra» (html). Diario El País. Archivado desde el original el 17 de noviembre de 2018. Consultado el 17 de noviembre de 2018. «-Es palabra francesa desde el siglo XIV, italiana desde el XVIII, asimismo alemana, que designa mil millones. El billion norteamericano no es el billón europeo -un millón de millones-, sino mil millones. Y al traducir billion por billón, a los economistas y a los periodistas de Economía les salían cifras disparatadas.» 
  4. Balza-Santaella, Tito (10 de febrero de 2013). «Notículas de español... La palabra millardo». La Verdad (periódico de Zulia). Archivado desde el original el 15 de septiembre de 2015. Consultado el 27 de enero de 2018. «En diciembre de 1995 la Academia de la Lengua aprobó la palabra millardo, propuesta por el entonces presidente de Venezuela doctor Rafael Caldera para decir sintéticamente mil millones (1.000.000.000)». 
  5. Canto, Alicia (21 de enero de 1996). «CARTAS AL DIRECTOR El millardo». El País. Archivado desde el original el 27 de enero de 2018. Consultado el 27 de enero de 2018. «La noticia, publicada en varios medios, terminaba concretando que la decisión se tomó a propuesta del presidente venezolano, don Rafael Caldera.» 
  6. El lío de los grandes números | Revista Integración, temas de matemáticas. 2 de abril de 2019. Consultado el 31 de mayo de 2024. 
  7. «Millardos». Fundéu BBVA. 2 de marzo de 2006. Archivado desde el original el 3 de febrero de 2016. «La intención de afirmación y defensa de los valores hispanoamericanos frente a la incontenible invasión del inglés, los productos, el dinero y la prepotencia intervencionista yanqui es indudablemente encomiable, aunque se defiende la cultura nuestra de igual modo mediante el uso de los sugeridos 'miles de millones'.» 
  8. Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2023). «millardo». Diccionario panhispánico de dudas (2.ª edición, versión provisional). 
  9. Vidal, Joaquín (9 de febrero de 1996). «El millardo, esa palabra» (html). [[El País]|Diario El País]]. Archivado desde el original el 17 de noviembre de 2018. Consultado el 17 de noviembre de 2018. «La paradoja es que mientras muchos critican a la Academia por millardo y otros cultismos, aceptan cualquier cosa como cultura -incluidas la movida y la discoteca-, y al conocimiento de los clásicos y correcto hablar lo llaman despectivamente cultura burguesa. El director de la Academia nos corrige: -Está equivocado: lo llaman filosofía. Ejemplo: la filosofia de la recogida de basuras por parte del ayuntamiento. Ridículo, ¿no le parece? Hay que dejarlo claro: la cultura es siempre un avance de la zoología humana; lo demás serán costumbres, no cultura. Si no hay invención -que es progresiva- no hay cultura.» 
  10. «Décret 61-501». Journal officiel. 20 de mayo de 1961. Archivado desde el original el 20 de enero de 2010. Consultado el 20 de febrero de 2010. 
  11. «Direttiva CE 1994 n. 55». FRAREG. 21 de noviembre de 1994. Consultado el 20 de febrero de 2010. 

Enlaces externos

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