Óscar Manuel Crisóstomo Llanos (Ñiquén, 31 de marzo de 1981) es un asistente social y político chileno, militante del Partido Socialista de Chile (PS). Desde el 14 de julio de 2021 se desempeña como Gobernador regional de Ñuble, convirtiéndose en el primero en ejercer el cargo.[1]
En 2020 es propuesto por el Partido Socialista para competir por la recién creada Gobernación Regional de Ñuble, compitiendo así en las primarias de Unidad Constituyente, donde resultó vencedor con el 38,78% de los sufragios. Tras resultar ganador de las elecciones primarias es inscrito formalmente como candidato a Gobernador de la región, resultando vencedor en primera y segunda vuelta, derrotando al derechista Jezer Sepúlveda (UDI) en un estrecho balotaje.[8]
Asumió como Gobernador de la Región de Ñuble el 14 de julio de 2021.
En 2019 crea una empresa inmobiliaria,[9] durante el proceso de campaña para la elección de Gobernador regional sus contrincantes difundieron denuncias en su contra relacionadas con dicha empresa, acusándolo de haber facilitado subsidios a parientes durante su cargo previo, como también, de aprovechar su cargo para beneficios personales con una inmobiliaria.[10] Sin embargo, Crisóstomo se defendió argumentando que esos beneficios no llegaron a sus parientes y que su relación con la inmobiliaria es posterior a su cargo de director. Asimismo, aseguró de presentar querellas por injurias y calumnias por lo anteriormente mencionado.[1]
Para marzo y abril de 2024, durante el contexto de las investigaciones de Fundación ProCultura,[11] la Fiscalía Regional de Aysén realizó dos allanamientos en el Gobierno Regional de Ñuble, donde se incautaron celulares, documentos, además del celular personal de Crisóstomo.[11] Luego en el mes de julio, precandidata a la gobernación regional de UDI, Lorena Jardua, junto al consejero regional Cristián Quilodrán, denunciaron a Óscar Crisóstomo y al ex Subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo, Miguel Crispi, ante el Juzgado de Garantía de Chillán, por el delito de fraude al fisco, tráfico de influencias, evasión de impuestos y desfalco, debido a la compra de 320 cuadernos y 320 lápices por diez millones de pesos chilenos.[12] En su defensa, el Partido Socialista de Chile acusó de intento de dañar la imagen de Crisóstomo antes de las Elecciones regionales de Chile de 2024, y apeló a la buena fe dado que Crisóstomo puso "a disposición toda la información requerida por el ente persecutor para aclarar los hechos".[12][13]