Álvaro de Maldonado y Maldonado

militar español

Álvaro de Maldonado y Maldonado (Ciudad Real, 16 de junio de 1849-Madrid, 13 de enero de 1917) fue un militar español.[1][2]

Álvaro de Maldonado y Maldonado
Información personal
Nacimiento 16 de junio de 1849
Ciudad Real, España
Fallecimiento 13 de enero de 1917
Madrid, España
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Militar Ver y modificar los datos en Wikidata
Lealtad Carlos VII
Rama militar Caballería
Rango militar Coronel
Conflictos Tercera guerra carlista

Biografía

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Era hijo de José Joaquín de Maldonado y Rosales, I conde de Galiana, caballero del hábito de Calatrava maestrante de la Real de Caballería de Ronda, que fue comisario regio de la Mancha y Extremadura.[1][3]​ Su madre era la prima hermana de su padre, María Magdalena Maldonado y Maldonado.[4]

Cuando aún no había cumplido los catorce años de edad ingresó ya como Caballero Cadete en el Colegio de Caballería de Valladolid; fue promovido a alférez el día 1 de enero de 1867; fue agraciado con la cruz blanca de primera clase de la Real Orden del Mérito Militar aquel mismo año; ganó el grado de teniente batiéndose por Isabel II en la batalla de Alcolea, y al ver triunfante la Revolución de 1868 solicitó y obtuvo su licencia absoluta y emigró a Francia.[1]

A fines de noviembre de aquel mismo año de 1868, Maldonado ofreció su espada a Don Carlos de Borbón y de Austria-Este, quien le destinó a sus inmediatas órdenes con el empleo de capitán. Prestó muchos servicios durante los años de conspiración que precedieron a la última guerra carlista, y entró en campaña por el mes de mayo de 1873 con el cargo de ayudante de campo del General Joaquín Elío, quien por aquella época mandaba en jefe a los carlistas del Norte.[1]

Maldonado ganó la cruz roja de primera clase de la Real Orden del Mérito Militar en la victoria carlista de Udave o Lecumberri; obtuvo el empleo de comandante por la batalla de Montejurra (con cuya medalla fue agraciado); conquistó la placa roja de la Real Orden del Mérito Militar en la sangrienta acción de Velabieta; ascendió a teniente coronel en la batalla de Somorrostro, honrando su pecho con la medalla de Vizcaya; ganó la segunda placa roja de la Real Orden del Mérito Militar en la batalla de Lácar; fue agraciado con la medalla de plata de Carlos VII en 19 de febrero de 1875, y un 17 de agosto de aquel mismo año vio premiados con el empleo de coronel los distinguidos servicios prestados durante la última guerra carlista, al finalizar la cual emigró a Francia.[1]

Regresado a España, se mantuvo leal a la causa carlista y fue candidato a diputado a Cortes en las elecciones de 1886 por Ciudad Real, pero no resultó elegido.[5]​ Ese mismo año fundó en Ciudad Real el periódico tradicionalista El Manchego (1886-1897).[6]

Habiendo visitado en Suiza a Don Carlos en el verano de 1897, el rey legitimista lo ascendió en Lucerna el día 10 de septiembre de aquel año a general de brigada, diciendo literalmente de Álvaro de Maldonado:

Fue de los primeros oficiales del Ejército que, con noble espontaneidad, me ofrecieron su espada. Cumplió como correspondía a su nombre y a las tradiciones de su familia durante la guerra. Han pasado veintidós años desde que ganó en los campos de batalla el empleo de coronel, manteniéndose siempre digno de su historia y de la gran Causa a la que ha consagrado su vida.[1]

Amigo de Juan Vázquez de Mella, solía participar en las tertulias que organizaba en su casa con otros carlistas como el padre Bocos, el clérigo catalán Antonio Salas o Fernando Galetti y políticos como Natalio Rivas Santiago.[7]

En 1907 acompañó al príncipe Don Jaime en una visita de incógnito que éste realizó en España, y juntos fueron a visitar el Palacio Real de Madrid.[8]

Fue padre del diplomático Álvaro de Maldonado y Liñán.

Referencias

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  1. a b c d e f El Correo Español, 1917, p. 2.
  2. Vida Manchega, 1917, p. 13.
  3. «Galería de alcaldes de Ciudad Real». www.ciudadreal.es. Archivado desde el original el 4 de octubre de 2022. Consultado el 22 de agosto de 2022. 
  4. Revista Hidalguía número 10. Mayo-Junio, Año 1955, página 322.
  5. Ferrer, 1959, p. 106.
  6. Narváez Fernández, 1978, p. 93.
  7. Rivas Santiago, Natalio (1943). Anécdotas y narraciones de antaño. Editorial Juventud. p. 112. 
  8. Ferrer, 1959, p. 299.

Bibliografía

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